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¿Cuando habían empezado a salir mal las cosas?

Todo en realidad empezó cuando Taiju lo conoció, cuando conoció a Nahoya en el set y sonreía siempre como si llevara el mundo comiendo de su mano, sabiendo a ciencia cierta como lograr que todos caigan ante él, Nahoya era simplemente increíble a los ojos de Taiju.

Por eso lo intentó, durante días estuvo intentando socializar con él más allá de solo un papel, pero entre más se acercaba, más Nahoya se alejaba, todo parecía ir en vueltas y él corriendo sin descanso tras el chico de sonrisa rota.

Porque luego de un tiempo lo notó, Nahoya era un chico de sonrisa rota, en medio de un rodaje su marca le empezó a arder y tuvo que cargarlo en sus brazos hasta que llegara una enfermera o alguien que pudiera ayudarlos, aunque el menor insistía en que no era nada.

Era su omega, ahí Taiju se enteró que el chico era un omega que ocultaba su olor para pasar como beta. Al no tener parientes en el país, terminó la enfermera hablando con el manager Akashi. Nahoya tenía un vínculo roto.

Fue sorprendente, Nahoya realmente era fuerte.

Cuando su lobo interior se encaprichaba con otro lobo, se creaba un vínculo, las distancia entre las dos personas y el contacto intimo de ambos individuos con alguien externo era lo que daba rienda suelta al vínculo roto. Nahoya sufría un vínculo roto por algún alfa irresponsable.

Quiso cuidarlo, tomarlo entre sus brazos y ahuyentar todo miedo o mal, así que logró entrar en el circulo de amigos con ayuda de Muto, también notó la cercanía de ambos, hubieron celos, pero acalló a su lobo, Muto era el alfa que más apoyaba a Nahoya.

Escuchó sus problemas, lo acompañó en noches de aburrimiento y salieron a divertirse juntos a altas horas de la madrugada como si no fueran celebridades en ascenso, Taiju se enamoró perdidamente de Nahoya.

Y siempre supo que no era recíproco, así que vio a la distancia: observó a cada una de las parejas de Nahoya y como el chico no duraba mucho con nadie, se le notaba en los ojos que no amaba a nadie.

Y por un instante pensó que él podría hacer brillar un poco sus ojos, pensó que tal vez podría hacer que esa sonrisa fuera verdadera.

Así que ¿Cuando fue que todo empezó a salir mal? Cuando apareció Ran.

Taiju había escuchado acerca dé, había pasado noches pidiéndole consejos a Muto y escuchando como él decía que Ran Haitani fue un antes y después en la vida de Nahoya. Luego lo presenció con sus propios ojos.

Vio como se retaban ambos, como sus ojos parecían brillar de llamas de fuego, como habían cenizas que terminaban siendo atraídas al fuego y no paraban de quemarse, vio el frío de Nahoya disiparse, las emociones bailando en sus iris. Vio el amor que aún no había acabado.

Pero lo pensó, tal vez, si lo trata mejor, él olvidará a Ran.

Reconoció el aroma a penas entró en la casa, el olor de su cuñado impregnado en cada parte del lugar, seguramente impregnado en la piel de Nahoya también. Se sintió miserable, los esfuerzos no habían servido.

—¿Cuando empezó a salir todo mal? —Preguntó, Nahoya entendió y tragó saliva.

No lo estaba culpando, en realidad, en el fondo sabía que sería en vano, es realmente difícil arrancarse a alguien del corazón. Ni siquiera pensaba seríamente en su hermana, siempre pensó que algo raro había en esa relación que mantiene, lo confirma aún más cuando a ninguno le importa si tienen parejas sexuales, pensó en Nahoya, pensó en él, pensó en Ran.

—Tal vez desde el inicio.

Correcto. 

Desde el inicio todo había sido incorrecto. Taiju siempre había sido así, desde pequeño solía discutir con sus hermanos por lo que consideraba de su propiedad, nunca fue muy bueno para hacer amigos porque no sabía compartir, siempre fue un delirio de posesividad y luego no le bastaban sus cosas, empezó a anhelar cosas que no eran suyas.

Empezó con los juguetes de Hakkai, alejó a cada uno de los alfas de Yuzuha como si fuera a arrancarles la garganta por atreverse a mirar a su hermana, incluso detestó a Mitsuya cuando llegó de la mano de su hermanito y quiso matarlo cuando la relación fue en picada, luego fue suficiente para él mirar a Nahoya para desearlo.

Quería poseerlo, porque vio en sus ojos un desafío.

Pero no podía, Nahoya no sería nunca suyo.

—¿Por qué volviste a él? —Habló, odiando hablar de eso—, creí que, tal vez si veías como tu viejo amor ya tenía a alguien te olvidarías de él.

—¿Qué?

—Lo sabía, siempre lo supe, Nahoya —Siguió hablando, ignorandolo—, tal vez, solo tal vez, vendrías a mi cuando vieras que estaba comprometido ¿Te sientes un chiste? ¿Vales tan poco para ti mismo?

En shock, Nahoya no habló, solo lo miró sorprendido.

—¡Respondeme, Nahoya! —Usó su voz de mando, Nahoya tembló en su lugar— ¿Por qué volviste con Ran? ¿¡No entiendes que él es el alfa equivocado!?

Y lloró, Nahoya para un punto estaba llorando, luchando con todas sus fuerzas mientras se mordía el labio, porque sus instintos eran una mierda y ahora mismo se sentía tan inferior que desearía morir, sentía el peligro, sentía la ira de Taiju en su piel y le asustaba.

Cuando retomó el control de su propio cuerpo, ahuyentando a debil omega interior, inhaló fuerte y soltó un suspiro, su espalda recta, lo miró a los ojos.

—¡Ya lo sé, Taiju! ¡Cállate ya! —Le gritó, tragó saliva— Yo lo sé, es el alfa equivocado. Lo supe desde el momento en que me dejó llorando en un salón sin dejarme explicar nada, lo supe desde que me besó nuevamente y en realidad, lo supe desde que lo conocí, sabía que él no era el alfa correcto.

—¿Y entonces por qué... ?

—Porque sus ojos me siguen pareciendo brillantes, porque su mirada me hace temblar de emoción, porque cuando lo veo sigo suspirando como un adolescente, porque a veces ser ignorante de algo te hace feliz —Suspiró, pasandose las manos por el rostro—. Porque me atrae con fuerza como si fueramos dos imanes, me mantiene cuerdo saber que al final del día él aparecerá con una sonrisa a mi lado, diciendo alguna tontería y me invitará a comer. ¡Porque a pesar de todo lo amo pero sé que todo va a terminar y estoy disfrutando el tiempo que me queda! 

—Lo amas... Nahoya ¿Realmente lo amas?

—Lo amo, porque no importa que tan lejos haya estado, jamás me pude olvidar de él. Un día lo entenderás, Taiju —Nahoya rió suevamente, acercandose a Taiju, le extendió su mano—, a veces el amor no es suficiente, pero a veces el odio y el amor también son un mismo sentimiento, porque vas a odiarte más a ti de lo que odias a la otra parte, por amarla. Vas a frustrarte, vas a querer acabar con todo, o a veces, sentirás que no puedes corresponder.

—¿Y si te lástima? —Le preguntó Taiju, con su ira disminuida y tomando la mano que le era ofrecida, siendo guiado luego a un abrazo.

—Es parte de la vida, es lo que yo decidí. Sé que se casará, así que, vamos a mirar cuanto dura esta locura.

Taiju lo abrazó con todas sus fuerzas, intentando expresarle todos sus sentimientos, intentando cuidarlo por una última vez, incluso si derramaron lágrimas, ambos decidieron que por fin estaban abriendo su corazón al otro.

Era lo más sano para ambos.

Aún así, Taiju quiso hacerle saber que no estaba solo.

"Nahoya, ya no estás solo. Confía en mi"

Alfa Equivocado ; RanleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora