—Me rindo, seguramente tiene varios chocolates, toma tú —Le extendí los chocolates resignado.
Ya no podía más con la sensación en el pecho. Era tan consciente del frío en mis venas y eso sólo significaba una cosa, algo malo pasaría. Tal vez mis chocolates no serían recibidos como mis pensamientos creen, ¿Y si todo esto es simplemente una amistad con derechos y estoy confundiendo todo?
Pude sentir la mirada confundida, pero lo vi reír poco después, los tomó entre sus manos y abrió la boca para decirme algo nuevamente.
—Quien soy yo para negarte estos chocolates ¿No? —Los observó, y luego a mi, los dejó bajo su pecho un rato después—, pero igualmente no deberías hacer esto, eh.
—¿Qué tiene? Igualmente él seguro tampoco me tiene nada —Me quejo de brazos cruzados, rendido con la vida.
—Eres tan patético —Se burló, rodé los ojos ignorando un poco su comentario y revuelvo mi su café lentamente.
—No me veo capaz, es todo, el amor es una mierda.
—Tu terquedad es una mierda.
Muto estaba bromeando, pero mordí igualmente en nervios mi labio inferior. Analicé su rostro un rato mientras estaba callado, y tal vez, solo tal vez, me arrepiento de estar suspirando por un idiota feo de trenzas -que de feo no tiene nada, pero ayuda a mi cabeza el insultarlo-.
Si hubiera sido al revés la situación, creo que ahora mismo estaría entregándole los chocolates a Muto, esperando sin miedo al rechazo.
Pero solo puedo sentir esa presión en mi pecho que me dice que no resultará como quiero mi día.
—Por lo menos invitalo a algo hoy, no tendrás que decirle explícitamente que es una cita —Fue el consejo que me dio, se levantó de su asiento y dejó dinero en la cuenta que teníamos al lado, la cantidad exacta a pagar—, yo invito, ve por tu hombre.
Mis mejillas se sentían un poco calientes, pero igualmente sonreí en grande entendiendo todo lo que Muto quería, un idiota total. Cuando me levanté junto a él me extendió los chocolates nuevamente, un guiño fue lo último que vi de él para mi, porque salió de la cafetería. Era sorprendente, caminaba con toda la confianza del mundo, como si pudiera alcanzar el éxito con sólo un paso y fuese avaricioso, tocando el cielo.
No tenía clase en un rato, pero mis amigos tampoco estaban libres como para pedirles que vinieran a por mi. Detesto que tengan intereses amorosos o clases.
Salí de la cafetería luego de dar el dinero en la caja con una sonrisa en grande, caminé un poco y pude ver a Ran con Sanzu, el Haitani con varios chocolates a su alrededor. Sí, definitivamente no importaba, podría hacer algo mejor que unos chocolates. Me acerqué donde estaban ambos, tapando los ojos de Ran por detrás, viendo la sonrisa de Sanzu, que me saludó mudamente y yo solo le sonreí en respuesta.
—¿Quién soy? —Exageré mi voz.
—¿Mmm? Está muy difícil —Murmuró, pero pude sentir el sonó de diversión. Sus manos fueron hasta las mías y las acariciaron lentamente— ¿Pelusita?
Se sacó mis manos ágilmente, yo fruncia el ceño por el uso del apodo detestable, pero no le intimidó ni un poquito mi respuesta no verbal. Aún seguía tomando mis manos, pero en frente de mi.
—¿Quieres venir conmigo a comer algo después de que salgamos de clases? —Pregunté, desviando mi mirada de sus ojos.
Pero el maldito seguía mirándome fijamente, pude divisar una pequeña sonrisa juguetona y asintió.
—Haru, cancela mi agenda, hoy solo tengo ojos para la pelusita —Bromeó soltó mi mano izquierda y entrelazó sus dedos con la derecha.
—¿Tienes cosas que hacer? —Pregunté cuando no lo capté al momento, pero Haruchiyo rodó los ojos.
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Alfa Equivocado ; Ranley
Fiksi Penggemar━ Nahoya es un omega primerizo con sus propios sentimientos. A Ran no le interesa el amor y es uno de los alfas más codiciados de la universidad. ─ Los shipps secundarios se darán con el transcurso de la historia. ─ Créditos al fana...