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Me da mucha nostalgia que esta historia está pronta a terminar, ya casi cumpliré el año con ella. ¿Les gustaría volver a leerme en otra historia Ranley? ¿O prefieren una side story de alguno de los shipps? El mitsukkai o el ringry, por ejemplo, que aún tienen mucho que contar. 

Me gusta leerlos, y los extrañaré mucho cuando esta historia llegue a su final.

Por cierto, he decidido que estaré actualizando cuando lleguen los caps a los 100 votos para agilizar más con la historia.


—¡Nahoya!

Ahí estaba Ran, el causante de sus problemas últimamente, Nahoya rápidamente alzó la cabeza dejando de mirar el suelo. Había estado esperándolo, así que fue un alivio verlo alrededor.

No entendía esta cosa extraña que ahora mantienen, pero le hacía demasiado bien a su corazón. Con una sonrisa de medio lado caminó hasta donde estaba el otro, tirando al suelo su cigarrillo.

—¿Cuál es el plan de hoy? —Preguntó con una sonrisa, los ojos amatistas de Ran brillaron ante la idea.

—Cervezas y películas, es tu día de poner la comida.

Nahoya rió bajito, llevaban varios días con ese plan, pero en lo personal no le molestaba.

—Bien, ¿Cocino o pedimos algo?

—Como desees.

Era algo que se había vuelto rutinario, tan malo pero tan bien, Nahoya lo amaba de igual manera. Rodeó el auto de Ran y subió en él luego de que el otro abriera la puerta, en los asientos traseros efectivamente estaban las cervezas que el otro nombró.

Se dedicó a observar los comentarios de sus fans con una sonrisa, algunos emocionados por la emisión de aquel día, fotos en donde salía en un buen ángulo e incluso algunos chistes de las situaciones.

Miró de reojo a Ran, y pensó que le gustaría poder presentarlo a sus fans algún día.

No sería una sorpresa, no lo atacarían: solo diría "Hey, este es mi novio" y tal vez grabarían cosas juntos, podría presumirlo en sus redes sociales y llevarlo a citas por todo el mundo.

Podrían.

Deseaba que el día llegara.

—¿Por qué esa cara, pelusita? —Bromeó Ran al observarlo en su semáforo.

—Eres muy feo.

—Ouch —Ran hizo un gesto adolorido, pero rápidamente volvió con una sonrisa—, ¿Soy muy feo? Que lástima, te gustan feos, cariño.

—Te detesto.

—Repitelo hasta que te lo creas —Ran le robó un beso, volviendo a ponerse en marcha rápidamente.

Las calles estaban tranquilas, no habían muchos autos alrededor y el cielo espaba despejado, las nubes se veían más esponjosas, el sol y el viento estaban en una perfecta sincronía. Todo era perfecto cuando estaba Ran.

Y cuando llegaron a la casa del mayor, se encerraron en la habitación, fue casi instantaneo como se olvidaron de sus planes y simplemente decidieron cerrar la brecha entre sus labios y se fundieron juntos.

Nada más existía, solo ellos y sus besos.

Los labios de Nahoya sabían de una manera extraña a él, pero era sumamente adictivo para Ran, no podía tener suficiente del hombre que ama. Desea todo de Nahoya, a un nivel obsesivo él quiere tomarlo todo, y quiere darle todo de sí mismo.

Alfa Equivocado ; RanleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora