Alfa Equivocado ; Ranley

38. Final

Siempre has sido una opción, pelusita.

Observé a mi alrededor. El día de mi boda.

Quiero poder dar una sonrisa, pero, en realidad no puedo. Todo lo que intento termina recordándome a quien dejé mientras dormía.

Es temprano, el maquillista ya hizo su trabajo, mis amigos andan de un lado para otro verificando si todo va acorde a lo planeado, algunas personas ya están sentadas, Rindou está ahí, observando su teléfono realmente concentrado.

También están los Shiba, realmente felices, Taiju no está.

¿Dónde está Yuzuha? No lo sé, dicen que es de mala suerte ver a la novia antes.

Yo...

Yo no puedo hacer esto. Realmente no puedo hacerlo.

No puedo estar a punto de casarme con una chica que no amo, mientras la persona que es dueña de mi corazón me está esperando dormido, o seguramente ya ha despertado y su hermano le ha contado la noticia.

Tal vez Nahoya ya me esté odiando para este momento.

¿Qué puedo hacer?

Todo me estaba gritando que no lo hiciera, pude ver a mi madre, ella estaba feliz, realmente feliz. Esto es lo que ella siempre ha querido. Ver a su hijo mayor triunfar.

Pero ese es el lugar de Wakasa, no el mío. Y, sin embargo, él buscó su felicidad sin pensar en ella. Así que, madre, ¿Por qué ha sido tan difícil todo este tiempo? ¿Por qué me he convertido en tu marioneta?

Siempre ha sido fácil quererlos a ellos, pero a uno debías ponerle la carga de lo que querías que tus hijos fueran, uno debía ser el perfecto ¿Por qué yo?

¿Por qué desde pequeño has estado intentando que fuera lo que deseas?

No debo estar haciendo esto, es absurdo.

Cuando vi a Yuzuha a lo lejos, lo pude ver en sus ojos, ella tampoco está feliz con esto. ¿Cómo hemos sido tan idiotas? Es mi mejor amiga. La mujer con la que pasé grandiosos años, pero aún así, ambos estamos demasiado conscientes de que no queremos esto.

Entonces, si ella está acercándose a pesar de que no la puedo antes de la boda...

—¡Ran Haitani! —Me llamó, ahora yo estaba junto al sacerdote esperándola—. Idiota, ¿Realmente piensas llegar tan lejos?

—Siempre tengo a mi mejor amiga para decirme cuando estoy siendo un idiota, por suerte —Sonreí. Estiré mi mano y ella me jaló a su lado.

Todos estaban hablando, en serio. ¿Por qué escogieron una boda con tantos paparazzi y reporteros?

Oh, lo hizo mi madre, claro.

—Sé que eres lo suficientemente decente como para no ser capaz de dejarme en el altar, pero no seas idiota, amigo —Yuzuha sonrió torcidamente.

—¿Me estás dando el permiso para irme de aquí? ¿La gran Yuzuha Shiba? —Cuestioné, ella solo asintió—. Pero, dios, ¿Qué dirá la gente? ¿Eres capaz de soportar esto? Podemos divorciarnos después...

—Busca a Nahoya, idiota, no pierdas tu última oportunidad.

La abracé con fuerza, dios, la amo tanto.

—¿Y qué harás tú? —Susurré entre el abrazo.

—Creo que hay una chica que me tiene loca, tal vez te la presente pronto.

Ambos nos miramos, luego a los invitados, porque hemos hecho un espectáculo en frente de todos, y puedo ver que mi madre ya notó que algo anda mal, aunque está lo suficientemente lejos.