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—¿Hiciste qué? 

Draken estaba enojado conmigo, si yo fuera él, también lo estaría.

Su mirada cansada me decía todo, pero igual había compasión en su mirada, como si quisiera darme un consuelo silencioso que no merezco.

—Se supone que estabas siguiendo adelante, Nahoya —Me regañó, mientras sacaba el cigarrillo de su boca.

—Se supone... es que, hago esto por Yuzuha.

—Siguelo repitiendo hasta que te lo creas —Dejó su cigarrillo en el cenicero, volteó a mirarme, con una mirada severa—. Taiju no es nadie para querer ver quién le conviene a Yuzuha y quién no, además de que no es quien para juzgar eso.

Me quedé callado, mi sonrisa ya no estaba.

Al día siguiente, cuando desperté recordando que realmente acepté esa propuesta, vine a verlo. 

—Tú no le harías eso a Souya jamás, y tú también eres un hermano mayor —Me recordó, en tono de reproche—. Shinichiro jamás se lo haría a sus hermanos, y estoy seguro que Ran no lo hizo con Rindou.

—¡Pero ya la cagué! Acepté esto, y ahora él quiere que vaya seguido a su casa.

Draken suspiró, limpió sus manos con un trapo mojado y me miró nuevamente.

—¿Y cuál es el primer movimiento que harán?

—Actuar como una verdadera pareja, con regalos y citas incluidas.

Supongo que intentaba captar alguna emoción engañosa en mi rostro por como me miró, pero luego se limitó a suspirar. Draken ya había terminado con su trabajo en esa motocicleta, así que ambos nos levantamos y salimos nuevamente a la parte principal de la tienda.

—No estoy de acuerdo con todo esto, pero espero que todo salga tal y como planeas —Me dijo, dandome por fin nuevamente una pequeña sonrisa, que intentaba ser comprensiva—. ¡Hey, Inui!

El chico rápidamente apareció, su rostro no tenía muchas emociones pero igualmente era alguien amable. A este punto, me recordaba cuando de vez en cuando lo veía en la universidad y como luego me ausenté de la vida de todos por mi sueño, las vueltas de la vida nos hizo volver a encontrarnos.

Él me miró, me saludó con un movimiento de mano y una sonrisa pequeña, para luego volver a mirar a Draken.

—¿Qué pasó? —Preguntó, con una caja de lo que supongo eran materiales de motocicleta en sus manos.

—En un rato va a venir Akane, y ya sabes —Se rascó la nuca nervioso.

Creo que esta fue una de las pocas veces que vi a Draken sonrojado. 

—¿Quién es Akane? —Cuestioné, Inui sacó una carcajada.

—Es mi hermana, se está coqueteando a mi hermana ¿Puedes creerlo? —Negó con su cabeza levemente, sonando indignado—, es el peor jefe.

—¡Tú la trajiste! No tienes cómo prohibirme amar de nuevo.

Me incliné un poco a donde estaba antes Inui, luego de ver una cabellera blanca asomarse un poco, y algo en mi cabeza me decía que era lo que creía. Una persona de cabello largo, casi hasta la cintura estaba allá, pero no sabía si decir si era hombre o mujer.

 Una persona de cabello largo, casi hasta la cintura estaba allá, pero no sabía si decir si era hombre o mujer

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Alfa Equivocado ; RanleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora