Cuando despertó y sintió el vacío a su lado, se preguntó si todo había sido un simple sueño. Pero realmente estaba ahí, en su cama.
Y tal vez había leído demasiados fics en su adolescencia, por lo que esperó horas. "Tal vez solo fue a comprar algo de comer", pensaba.
Pero no volvió, y no sabía que otra excusa darle a su corazón. Sus mensajes fueron todos ignorados, habían sido recibidos, ni siquiera estaban en visto.
Sus manos temblaron, observando su teléfono como si fuera lo más divertido del mundo. Y la vista que le dio a Souya apenas llegó, le rompió el corazón.
Nahoya Kawata, el omega que jamás dejaría que un alfa idiota lo haga sentir mal, que era capaz de enfrentarse a los alfas incluso en medio del celo y darles una paliza si era insultado o acosado, ese mismo, estaba hecho un desastre en el sofá de la sala: sus ojos estaban rojos de tanto llorar, brillaban cristalizados y su nariz estaba roja, algunos pañuelos a su lado y sus labios temblando sin creerse lo que estaba pasando.
—Sou —Lo llamó el mayor, luego de haberle contado lo que pasó anoche.
—¿Si? —Le dejó saber que estaba poniendo atención, mientras dejaba un poco de chocolate caliente en la mesita frente a Nahoya.
—Él... Ran no jugó conmigo, ¿Verdad?
Parecía buscar una confirmación, pero también sonaba como si ese estuviera convenciendo a si mismo. Estaba tan perdido en sus pensamientos, con una sonrisa de lado. ¿Qué de debería Souya hacer en este caso?
—Claro que no, deberías preguntarle por qué se fue tan repentinamente...
Soltó una risa desganada, lo miró mostrando sus iris azules llorosos—Él no contesta.
Y teniendo en cuenta que le escribió apenas se despertó, ni siquiera la excusa de que se quedó dormido contaba, maldición, eran las 7 de la noche ¿Qué mierda estaba haciendo, además de ignorarlo?
Incluso si estuvo llorando pensando lo peor, no habló con ninguno de sus amigos, ni siquiera le escribió a Mitsuya para contarle lo de la noche anterior.
Nahoya se levantó del sofá, acarició levemente el cabello pomposo de su hermano y le dio su mejor sonrisa, incluso en ese momento.
—Lamento que tengas que ver a tu hermano en este estado, ¡Estaré mejor mañana! —Prometió. Y luego caminó hacia su habitación.
Él solo estaba confundiendo las señales, estaba recibiendo muchas señales mixtas y ocurrió eso, sí. Ran es un hombre ocupado, no importa.
Volvió a la rutina con rapidez, incluso sin un mensaje de Ran, él mantuvo la esperanza, quería que cuando saliera de clase, como si fuese un shojo, apareciera su príncipe azul, con sus ridículas trenzas invitándolo a alguna locura.
Fue tan jodidamente tierno aquella noche, lo hizo sentir en el cielo con cada beso, y él mismo le entregó promesas silenciosas en cada beso que se dieron. Entonces tal vez Ran solo estaba esperando que diera el siguiente paso, que dejara de ser un cobarde y le pide que sea su alfa, que lo marque.
—¿Estás seguro de lo que quieres hacer, Nahoya? —Le preguntó Muto, el cual no se había separado de él y seguía apoyándolo en todo.
—Obviamente, ¿Por qué otra razón me estaría evitando? No he hecho nada malo —Se quejó cruzado de brazos, Muto se rio bajito, pero el menor tenía razón.
—Es el momento perfecto, no puede evitarme, hoy tenemos nuestra clase juntos.
Ambos iban en camino, Muto lo acompañaba porque los nervios poseían a Nahoya, pero lo reconfortaba.
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Alfa Equivocado ; Ranley
Фанфик━ Nahoya es un omega primerizo con sus propios sentimientos. A Ran no le interesa el amor y es uno de los alfas más codiciados de la universidad. ─ Los shipps secundarios se darán con el transcurso de la historia. ─ Créditos al fana...