Alfa Equivocado ; Ranley

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A pesar de saber por completo lo incorrecto que era lo que hacía, Nahoya en serio no podía sentirse de otra manera que no fuera con todo su ser completamente lleno de satisfacción y felicidad.

No más problemas con sus hormonas, Ran descubrió el verdadero uso de sus cigarrillos y los tiró, lo que inevitablemente lo llevo a tener un celo casi incontrolable, pero por suerte estaba su alfa con él.

Fue cuidadoso, lo besó en todo momento y Ran evitó que se sintiera fuera de lugar. Ran fue y es completamente su zona de confort.

Realmente no cree poder separarse de la emoción reconfortante en su pecho, jamás querrá alejarse de eso, del peso de Ran contra su pecho lo bien que sus piernas se enredaban entre sí. Era la mejor forma de despertarse.

Hasta que ya no lo fue. Y se maldijo a sí mismo por eso.

No lo malentiendan, le siguen encantando esas cosas, si fuera un servicio de pago, él definitivamente gastaría toda su fortuna por sentir el caliente aliento chocando contra su nuca cada mañana.

El problema fue que ya no era suficiente, y se vio anhelando algo más. Su omega quería una marca.

Recientemente, escuchó que Mitsuya y Hakkai habían completado su relación con la marca.

Era la prueba de que dos personas se pertenecían completamente.

Él quería pertenecerle a Ran, jodidamente quiere. Pero sigue el problema mayor, y es que su matrimonio está a la vuelta de la esquina.

Lo sabe, pero eso no hace que sea menos doloroso, se lo recuerda cada mañana, pero su mente solo registra que está tomando al hombre de alguien más y está siendo egoísta.

Pero realmente nada más importaba, no cuando volviendo del trabajo se encontró con una escena tan domestica como Ran cocinando la cena para él.

—¿Qué se supone que estamos celebrando? —Lo molestó un poco Nahoya cuando se acercó, rodeando el cuello de Ran con sus brazos y acercándose peligrosamente a pesar de la diferencia de altura.

—¿Por qué debemos celebrar algo? Solo quería hacer algo lindo, no seas molesto —Se quejó Ran.

Nahoya usualmente es bueno para leer a la gente, pero definitivamente con Ran no necesita nada de eso, pudo ver el rubor en sus mejillas. Su corazón dio un vuelco.

—Eres un idiota, podrías decir que me querías impresionar, no te matará —Se burló, demasiado concentrado en delinear sus labios con su lengua.

Y se besaron, porque llevaban horas sin besarse y realmente eso se sentía como si estuviera muriendo lentamente. ¿En qué momento se convirtió en esto? Un desastre que ansía besos, sus besos, específicamente.

Está jugando con su cabeza.

Pero realmente no puede pensar en nada, no cuando acaba de tener luego de un día duro de trabajo, una de las mejores sesiones de sexo en su vida. Su pecho agitado, solo observa el techo de la habitación y piensa.

Ran mientras tanto está cerrando el condón que acaba de usar, levantándose después para botarlo en la caneca del baño personal de Nahoya, realmente no le importa. Solo que sí le importa y no puede ignorar como el otro se acuesta a su lado, rápidamente Nahoya se volteó para tener su mejilla chocando contra el hombro de Ran.

Su olor... Todo en él se siente extremadamente fuerte cuando están cerca, pero esto es muy cerca, a veces cree que ha dejado de sentir el olor de Ran por la costumbre de que pasan más tiempo enredados en su cama que afuera atendiendo sus responsabilidades, pero no es verdad.

Aprieta sus labios alrededor del hombro de Ran, dejando ahí un visible chupón, su nariz juega suavemente con la piel de Ran, empalagándose de su olor.