Sin duda alguna, la noche no acababa allí.
Miles de cosas sucedieron ese día, y miles más sucederían al siguiente.
Porque el mundo sobrenatural nunca descansa.
Y eso es algo que la manada McCall y sus allegados aprendieron por las malas.
En cuanto ambas griegas abandonaron el hospital, fueron abordadas por Scott y Valery en su motocicleta, argumentando que los necesitaban con urgencia en el depósito de los Argent. Sin pensarlo dos veces, ambas lobas se transformaron y comenzaron a correr por las desoladas calles de Beacon Hills, detrás de la motocicleta del alfa.
Al llegar allí, ya habían muchas personas dentro del depósito y Meghara logró reconocerlos con velocidad.
Era la manada de Satomi.
- ¡Satomi! - la rubia se acercó a paso apresurado hacia su segunda madre y sonrió en forma de saludo, pero rápidamente fue envuelta en brazos por la budista.
- Meggie, linda ¿Cómo estás? - preguntó maternalmente la alfa, recibiendo una sonrisa de parte de la mujer.
Scott, Kira y Valery se mostraron confundidos ante la reacción de las lobas, pero luego recordaron que, como Satomi conocía a Derek, entonces seguramente conociera a Meghara.
- Satomi, ella es mi hija, Talia - la griega guió a la mujer hacia su hija, la cual sonrió tímidamente y alzó su mano en forma de saludo. La alfa se arrodilló frente a la niña y observó su cabello castaño, su piel pálida y sus ojos marrones. También pudo distinguir su actitud vivaraz, escondida detrás de esa fachada de muñeca.
La alfa sonrió - Es la mezcla perfecta entre los Hale y los Galani.
Meghara alzó sus cejas ante el comentario de la mujer, pero simplemente decidió ignorarlo y seguir con las presentaciones.
- Y ella es Valery, mi beta - la castaña sonrió con orgullo ante las palabra de su alfa.
Satomi se puso de pié nuevamente y le sonrió con calidez a la joven adolescente, haciendo que ella se sintiera en casa sin razón aparente.
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La mañana siguiente había llegado y Meghara la había pasado en el depósito de los Argent. Resulta que, en cuanto Scott le informó sus planes, la griega se negó rotundamente a que su hija esté en el medio de las trincheras, así que la llevó nuevamente al hospital temprano en la mañana, donde la pequeña niña pasaría el tiempo con Danielle y Melissa, quien comenzaba a llevarse de maravilla con ella. Tanto la banshee como la enfermera estaban encantadas con la pequeña beta.
La rubia volvió justo a tiempo al depósito para ver únicamente silencio, un silencio inusual considerando que ese lugar estaba lleno de hombres lobos preparándose para enfrentarse a una banda de cazadores. La alfa preparó sus garras y entró con cautela al lugar, atravesando con lentitud las telas blancas que colgaban del techo y observando en todas direcciones, lista para atacar si era necesario.
Cuando Meghara se acercaba con lentitud hacia la zona donde la manada debería estar, sintió como alguien apretaba un arma contra su cabeza y le quitaba el seguro, haciendo a la rubia suspirar entrecortadamente y cerrar sus ojos mientras alzaba sus manos, estática en su lugar.
- ¿Meghara? - la loba se dió la vuelta con velocidad al escuchar la voz de un hombre, reconociendo a Chris Argent apuntándole a la cabeza - ¿Qué haces aquí?
La alfa mostró una sonrisa tensa y habló - Vamos a llevar la fiesta en paz ¿Sí? ¿Por qué no bajas el arma?
Argent suspiró y siguió las órdenes de la fémina. Ella sonrió más calmada y le explicó brevemente la situación al cazador, el cual asintió y la obligó a colocarse detrás de él para protección mientras ambos avanzaban por el depósito. Tal vez ninguno lo mencionó, pero esta situación les trajo muchos recuerdos.
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Made In Greece || Derek Hale
WerewolfLa vida para la griega Meghara Galani no ha sido fácil. Sus padres la abandonaron cuando era tan solo una bebé recién nacida en la puerta de la imponente Alfa de Beacon Hills. Talia Hale decidió criar a la niña como una hija más, provocando que la c...