- Quédense en el auto y por nada del mundo se les ocurra bajar - ordenó Derek con una mirada seria y un tono de voz autoritario mientras le quitaba el seguro a su arma.
Meghara negó con decisión - El humano aquí eres tú, tú eres quien debe tener cuidado. Además, mi beta está ahí adentro y no sé si está bien - se tomó unos segundos para pensar y luego añadió como quien no quiere la cosa - Creo que estás familiarizado con la sensación.
- Talia no se va a quedar sola - negó con cansancio el hombre.
La niña castaña hizo brillar sus ojos dorados y rápidamente hizo surgir el cabello de sus mejillas mientras que sus largos y afilados colmillos salían, igual que sus garras - Puedo ir.
Sus padres la miraron horrorizados ¿Enfrentarse a una banda de cazadores que pudieron derrotar a dos betas, una coyote y un alfa verdadero? Ni pensarlo, y eso Derek se lo hizo saber a su hija.
Talia rodó los ojos - Puedo hacerlo.
El Hale se mostró bastante ofendido ante su acto y abrió su boca - ¿Me acabas de rodar los ojos? - esta vez se giró hacia su pareja y Braeden - Me rodó los ojos.
La rubia, horrorizada ante la irreverencia de su hija, asintió - Sí, juntarse con Valery le hace mal.
La mercenaria solo decidió ignorarlos y siguió preparando sus armas. No valía la pena discutir con esos dos.
La pregunta es ¿Cómo llegaron a esta situación? Bueno, resulta que, durante la fogata, unos cazadores de la lista de muerte lograron adormecer a Liam, Valery, Scott y Malia y luego se los llevaron. Es por eso que, en cuanto la mercenaria se enteró, corrió hacia al loft para advertir a la familia de lobos y ahora los cuatro se encontraban en la preparatoria para ayudar a la manada.
Ante la actitud obstinada de sus padres, Talia se bajó de la camioneta y comenzó a caminar hacia la entrada de la escuela. La rubia alzó sus cejas y la observó ofendida antes de correr hacia ella, seguida de Derek y la mercenaria.
- Te quedas detrás de mí - la castaña asintió ante las palabras de su madre y caminó detrás de ella. Meghara no pensaba discutirle, si bien sabía que Talia quería ir, también sabía que en cuanto viera a un cazador se espantaría y se escondería lo más lejos posible.
Derek y Braeden se adelantaron a las lobas y comenzaron a caminar con cautela, observando todo a su alrededor. Meghara, por su lado, también se transformó al igual que su hija y la mantuvo siempre a sus espaldas mientras caminaba detrás de los adultos con sus garras listas.
Talia, a sus espaldas, seguía a su madre con algo de temor. Se arrepentía ahora de seguirla, pero estaba segura, quería ser fuerte y valiente como su madre, y debía comenzar por esto.
Los cuatro se sobresaltaron al escuchar gemidos de dolor provenientes del pasillo y se dirigieron con velocidad hacia allí, siendo Braeden la primera en entrar. En cuanto se adentraron por completo, se dividieron entre ellos tres a los atacatntes: mientras Braedem golpeaba en en rostro a un tipo con arma, Meghara y Derek se dirigían listos hacia los hombres de seguridad, quienes caminaban hacia ellos con prisa. Por su parte, Talia se encargó de acercarse a los lobos y a la coyote e intentar despertarlos, pues estaban inconscientes.
Meghara se adelantó al Hale y fue la primera en acercarse a golpear a los guardias de seguridad, enfrascándose en una pelea con uno de ellos. La mercenaria y el Hale también se acercaron y se encargaron de los otros tres.
Los golpes, patadas, rasguños y demás volaban por los aires, siendo una pelea de tres contra tres. Meghara bloqueaba golpes, daba patadas y rasguñaba a diestra y siniestra, siendo seguida por los otros dos.
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Made In Greece || Derek Hale
Hombres LoboLa vida para la griega Meghara Galani no ha sido fácil. Sus padres la abandonaron cuando era tan solo una bebé recién nacida en la puerta de la imponente Alfa de Beacon Hills. Talia Hale decidió criar a la niña como una hija más, provocando que la c...