19. Niña Lobo

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- Quédense en el auto y por nada del mundo se les ocurra bajar - ordenó Derek con una mirada seria y un tono de voz autoritario mientras le quitaba el seguro a su arma.

Meghara negó con decisión - El humano aquí eres tú, tú eres quien debe tener cuidado. Además, mi beta está ahí adentro y no sé si está bien - se tomó unos segundos para pensar y luego añadió como quien no quiere la cosa - Creo que estás familiarizado con la sensación.

- Talia no se va a quedar sola - negó con cansancio el hombre.

La niña castaña hizo brillar sus ojos dorados y rápidamente hizo surgir el cabello de sus mejillas mientras que sus largos y afilados colmillos salían, igual que sus garras - Puedo ir.

Sus padres la miraron horrorizados ¿Enfrentarse a una banda de cazadores que pudieron derrotar a dos betas, una coyote y un alfa verdadero? Ni pensarlo, y eso Derek se lo hizo saber a su hija.

Talia rodó los ojos - Puedo hacerlo.

El Hale se mostró bastante ofendido ante su acto y abrió su boca - ¿Me acabas de rodar los ojos? - esta vez se giró hacia su pareja y Braeden - Me rodó los ojos.

La rubia, horrorizada ante la irreverencia de su hija, asintió - Sí, juntarse con Valery le hace mal.

La mercenaria solo decidió ignorarlos y siguió preparando sus armas. No valía la pena discutir con esos dos.

La pregunta es ¿Cómo llegaron a esta situación? Bueno, resulta que, durante la fogata, unos cazadores de la lista de muerte lograron adormecer a Liam, Valery, Scott y Malia y luego se los llevaron. Es por eso que, en cuanto la mercenaria se enteró, corrió hacia al loft para advertir a la familia de lobos y ahora los cuatro se encontraban en la preparatoria para ayudar a la manada.

Ante la actitud obstinada de sus padres, Talia se bajó de la camioneta y comenzó a caminar hacia la entrada de la escuela. La rubia alzó sus cejas y la observó ofendida antes de correr hacia ella, seguida de Derek y la mercenaria.

- Te quedas detrás de mí - la castaña asintió ante las palabras de su madre y caminó detrás de ella. Meghara no pensaba discutirle, si bien sabía que Talia quería ir, también sabía que en cuanto viera a un cazador se espantaría y se escondería lo más lejos posible.

Derek y Braeden se adelantaron a las lobas y comenzaron a caminar con cautela, observando todo a su alrededor. Meghara, por su lado, también se transformó al igual que su hija y la mantuvo siempre a sus espaldas mientras caminaba detrás de los adultos con sus garras listas.

Talia, a sus espaldas, seguía a su madre con algo de temor. Se arrepentía ahora de seguirla, pero estaba segura, quería ser fuerte y valiente como su madre, y debía comenzar por esto.

Los cuatro se sobresaltaron al escuchar gemidos de dolor provenientes del pasillo y se dirigieron con velocidad hacia allí, siendo Braeden la primera en entrar. En cuanto se adentraron por completo, se dividieron entre ellos tres a los atacatntes: mientras Braedem golpeaba en en rostro a un tipo con arma, Meghara y Derek se dirigían listos hacia los hombres de seguridad, quienes caminaban hacia ellos con prisa. Por su parte, Talia se encargó de acercarse a los lobos y a la coyote e intentar despertarlos, pues estaban inconscientes.

Meghara se adelantó al Hale y fue la primera en acercarse a golpear a los guardias de seguridad, enfrascándose en una pelea con uno de ellos. La mercenaria y el Hale también se acercaron y se encargaron de los otros tres.

Los golpes, patadas, rasguños y demás volaban por los aires, siendo una pelea de tres contra tres. Meghara bloqueaba golpes, daba patadas y rasguñaba a diestra y siniestra, siendo seguida por los otros dos.

Made In Greece || Derek HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora