Todo era caos.
Igual que el universo antes de Gea, pero eso es una historia para otro día.
El ambiente denso y pesado lo sentían todos y cada uno de los seres en ese lugar. Cada ser sobrenatural allí sentía como su pecho se cerraba ante la inmensa preocupación de saber si vivirían o no, mientras las luchas por sus vidas comenzaban.
El humo llenaba el ambiente y las balas, cargadas de wolfsbane, volaban de un lado a otro sin rumbo fijo, solo con el objetivo de asesinar a cuantos pudieran.
Y, en el fondo, ese era el mismo objetivo que tenía Meghara.
Ella estaba al tanto, gracias a su contacto en México, de que Sebastian Chase estaba entre esos cazadores que habían arrivado violentamente al depósito, así que lo asesinaría en cuanto pudiese. O, si Valery interfería, solo le daría un susto de muerte para que nunca más vuelva a acercarse a lo sobrenatural. Específicamente a su beta.
Por mientras, debía ocuparse de mantenerse con vida ella, Valery... y bueno, Derek.
- ¡Cúbreme! - ella y Argent fueron los primeros en lanzarse a atacar, desarrollando de una forma automática una estrategia de lucha que les dió la victoria.
Mientras que el cazador disparaba con rapidez a todos los demás mercenarios, ella iba por debajo y los derribaba, los golpeaba hasta dejarlos inconscientes o les quitaba sus armas y se las entregaba a los miembros más indefensos de la manada de Satomi.
Era un toma y dame.
Pero, eso no duró mucho. Más bien duró lo que duró el cargador de Chris. En cuestión de minutos, el hombre debió volver a su escondite para recargar su arma, dejando indefensa a la alfa. Esta, al verse en una situación de aprieto, intento salir de ahí en cuanto pudo, pero le era imposible. Cazadores en todos lados, disparándole y encerrándola en medio de aquel círculo satánico, no sabía que hacer.
Hasta que, por suerte, alguien la ayudó. Derek disparaba a diestra y siniestra a todos los cazadores que ozaban acercarse a su chica.
Porque sí, Meghara estaba marcada y él estaba marcado, así que ahora eran del otro.
La rubia agradeció al hombre en cuanto vió como ponía su vida en riesgo para ayudarla. Pero rápidamente corrió hacia él y lo derribó cuando vió como los cazadores, que poco a poco se iban recuperando de la balacera del Hale, tomaban sus armas y le disparaban al hombre.
Huyendo de la escena, ambos jóvenes adultos cayeron al suelo debajo de un escritorio y permanecieron allí por unos segundos en los que la alfa intentaba recuperar su respiración.
- Con que mi vida peligra ¿Eh? - comentó con algo de gracia y un poco de rencor el ojiverde, observando el cuerpo de la griega en una posición comprometedora sobre él, con sus piernas alrededor de la cadera del moreno y su pecho prácticamente sobre el rostro del joven. Ella sonrió y se puso de pié, con cuidado de que las balas no le llegaran.
- Tú vida aún peligra - contestó con una sonrisa divertida la mujer, observándolo desde arriba. Derek sonrió y tomó asiento para intentar acercarse a besarla, pero ella lo frenó de golpe y lo giró, obligándolo a disparar a los cazadores que poco a poco se acercaban a su ubicación.
- Uno ya no puede ser romántico porque intentan matarlo - comentó con burla el ex-lobo.
¿Dónde había quedado el Derek Témpano de Hielo Hale?
Pues, Meghara se lo había llevado y, a cambio, había traído a otro más alegre.
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Made In Greece || Derek Hale
Manusia SerigalaLa vida para la griega Meghara Galani no ha sido fácil. Sus padres la abandonaron cuando era tan solo una bebé recién nacida en la puerta de la imponente Alfa de Beacon Hills. Talia Hale decidió criar a la niña como una hija más, provocando que la c...