Made In Greece || Derek Hale

26. Suplicio Inefable

– ¡Scott! – Stiles corría como poseso por los pasadizos del templo en ruinas, buscando sin parar a sus amigos y su profesora – ¡Kira!

Nada, solo silencio.

– ¡Meghara! – repetía el humano los nombres de los desaparecidos.

Con linterna en mano se guiaba por su instinto, fue así que terminó doblando a la derecha en un pasillo aleatorio. Siguió caminando por allí mientras buscaba sin parar por todos lados, realmente preocupado. Una vez que llegó al fondo de ese corredor, suspiró algo aliviado ante la escena que encontró.

Kira, herida y con rastros de sangre, se hallaba frente a él, recostada en la pared de piedra a su lado. Aunque se veía maltratada, Stiles suspiró de alegría al haber encontrado por fin a uno de sus amigos.

– ¿Estás bien? – le preguntó el pecoso a la kitsune, quien tenía una mirada de temor y respiraba pesadamente. Se le notaba realmente preocupada.

– Es Scott. Stiles, es Scott – repetía la asiática.

– ¿Qué? – inquirió el humano con confusión

– El berserker, es él. Kate lo hizo – explicó con prisa Kira. Stiles se mostró realmente confundido ante sus palabras.

– ¿De qué estás hablando? – Stiles se negaba a creer sus palabras.

– Kate lo convirtió en uno de ellos, no sé como, pero lo hizo y si ellos no lo saben podrían matarlo – explicó Kira con parsimonia, aunque por dentro estaba por explotar.

Entonces el pecoso entendió – Por eso Lydia y Danielle no están aquí. Sin ellas, no saben que es Scott.

Kira asintió con euforia, por fin la habían entendido.

– Pero ¿Dónde está Meghara? – preguntó con preocupación Stiles segundos más tarde. Ella era la única de la que no sabían nada.

El rostro de Kira se ensombreció al recordar las palabras que Kate le había dicho antes, y Stiles notó eso.

– Kira – repitió con cuidado, tal vez su amiga tenía los tornillos flojos y no reconocía el nombre – ¿Dónde está Meghara?

La kitsune suspiró y habló, la voz le temblaba al hacerlo.

– Kate quiere quedarse con su poder de alfa y para eso va a hacer una transfusión de sangre. Básicamente la está drenando, quiere asesinarla – explicó con temor la joven.

La expresión de Stiles pasó a ser una de pánico, mierda.

– Kira, ve al centro de La Iglesia, allí están los chicos con Scott. Yo iré a buscar a Meghara – tan rápido como el humano dijo esas palabras, pasó por el costado de la asiática y siguió corriendo mientras llamaba a gritos a la alfa.

Debía encontrarla antes de que Kate la drenara por completo.

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Danielle y Talia llevaban alrededor de una hora de viaje cuando un fuerte golpe en el costado del auto las hizo salirse bruscamente de la carretera. La banshee pisó el freno con fuerza al ver que iban encaminadas hacia un enorme arbusto.

– Shh... – pidió la banshee, observando con cuidado en la oscuridad de la noche una vez que se detuvieron.

Nada, absolutamente nada.

No había rastro de lo que las había chocado, no veía ni escuchaba nada. Y le aterraba. Por eso, encendió con velocidad su destartalado vehículo y volvió a la carretera en un segundo, intentando dejar atrás lo que sea que las haya embestido. Pero no habían avanzado ni un kilómetro cuando vieron el techo del Mercedes plateado abollarse.