Para cuando ambos, Meghara y Stiles, llegaron a donde la manada se encontraba, Scott ya se estaba despojando de sus artilugios de berserker poco a poco hasta llegar al cráneo de animal que tenía en la cabeza. Colocó sus manos a cada lado de este y comenzó a romperlo hasta quebrarlo por la mitad, ocasionando un gran brillo que cegó a todos los presentes.
Ya transformado, con sus ojos carmesí, sus enormes colmillos y el característico pelaje de los hombres lobo junto al ceño fruncido, Scott soltó un fuerte rugido que ocasionó qurñe todos los seres sobrenaturales hicieran brillar sus ojos inconscientemente, respondiendo al llamado del alfa. Incluso Stiles reaccionó, soltando a Meghara y dejándola caer hasta estamparse contra el suelo en un ruido sordo.
La rubia gimió al sentir como su espalda y cabeza impactaron contra el suelo y al instante se encogió encogió su lugar, tomando las partes afectadas y cerrando sus ojos con fuerza ante el repentino malestar.
Fue entonces que Valery se giró hacia los recién llegados y, al notar a la rubia retorciéndose em el suelo, corrió hacia ella con desesperación y lágrimas brillando en sus ojos, completamente eufórica de ver a su alfa otra vez.
- ¡Meghara! - antes de que la alfa pudiera reaccionar, su beta ya estaba sobre ella, llorando desconsoladamente.
La alfa soltó un par de gemidos de dolor al sentir como su brazo herido era aplastado por la mitad del cuerpo de la castaña, pero no interrumpió el abrazo que esta le daba, se notaba qoe lo necesitaba. De un momento a otro, Valery se alejó de ella y alzó su cabeza, observanfo a Stiles con reproche.
- ¿Por qué la tiraste? - preguntó, haciendo brillar sus ojos dorados y enorgulleciendo a su alfa, quien sonrió débilmente.
El humano soltó un suspiro entrecortado y dirigió su vista hacia McCall, intentando evitar la furia de la mini copia de Meghara. Ambas lobas siguieron la dirección de sus ojos, atentas ante la escena.
Peter comenzó a acercarse hacia ellas con gesto de preocupación - Meghara ¿Estás bien?
Su camino fue frenado por las reveladoras palabras de Scott, quien habló aún transformado - Tú...
Al final de la pasarela formada por los miembros de la manada, que desembocaba en los cierpo de Valery y Meghara, el Hale se dió vuelta y observó al adolescente con gesto despreocupado. Parecía que su preocupación por la griega se había esfumado y que todo había sido mentira, que solo era una fachada para encubrirse.
Pero en realidad, sólo estaba guardada en lo más profundo de su ser. No podía ser débil, no ahora.
- Sabías tanto como Argent sobre berserkers - comenzó Scott con lentitud - Sobre Nahuales... Le enseñaste a Kate, la ayudaste... solo por poder.
Con ayuda de su beta, Meghara se recostó en una columna cercana y soltó un gemido de dolor antes de hablar lo más alto que su organismo le permitió. Debía interferir, no podía ser cierto... - ¿De qué hablas, Scott? Peter jamás...
- Por el poder de mi familia - la interrumpió el mayor con tono voracidad, ignorando sus palabras - Para que me fuera heredado como merezco. No usurpado por un adolescente idiota tan incorruptible que no derrama la sangre de sus enemigos ni cuando está justificado.
Todos tenían la mirada puesta sobre Peter, quien hablaba inmóvil en su lugar pero con tal altivez que enseguida sembró el miedo en todos los adolescentes. Unos pasos a sus espaldas, Meghara y Valery lo observaban sorprendidas, la primera con lágrimas en los ojos.
Peter siempre había sido muy avaricioso incluso para asesinar a su propia sobrina, pero la rubia creía fielmente que él había cambiado. Quería pensar que aquel Peter que la descubrió con tan solo unos meses de nacida y que la ayudaba con sus tareas de la escuela seguía allí, aquel Peter del que Danielle se había enamorado, seguía resguardado en lo más profundo de su ser.
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Made In Greece || Derek Hale
Hombres LoboLa vida para la griega Meghara Galani no ha sido fácil. Sus padres la abandonaron cuando era tan solo una bebé recién nacida en la puerta de la imponente Alfa de Beacon Hills. Talia Hale decidió criar a la niña como una hija más, provocando que la c...