Capítulo 21 (editado)

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•••

Se que he perdido la noción del tiempo cuando la vela rosa que estaba casi entera ahora es solo un lago de cera a punto de morir, hace pocas horas Olga irrumpio en mi cuarto avisando que Joane requería mi presencia. Es la primera vez que estoy en la alcoba de una princesa y aunque todo es aun mas grande de lo que imaginé, mi concentracion está en otro lado.

si pongo la atención necesaria escucho los engranajes funcionando en la cabeza de Joane mientras inventa algun plan para convencerme de la locura que pretende hacer conmigo.

—Si no accedes tendré que darte una orden.

—No puedes pasar siempre por encima de mis deseos con esos chantajes, cada vez te pareces mas a tu hermano.

—Por algo somos familia.

—Deberías imitar solo lo bueno de los demás, si Kael se lanza por un puente ¿tu harías lo mismo?

—Estoy segura de que la idea sería mía.

Desde hace unos días han estado preparando una cena en la que estará la familia de Coraline, según lo que me contó Olga, es para limar asperezas entre Kael y sus suegros. Joane dice que si asisto a aquella cena siendo su invitada será como decirle a la gente que ella personalmente cree en mi inocencia, eso hará que mi regreso a la sociedad sea menos desagradable cuando me suelten, si es que lo hacen.

Pero tengo la sospecha que debajo de esas buenas intenciones, hay otros motivos que no me ha contado.

—Si me dices que si, te prometo que haré lo posible porque Kael te permita ver a Anastasia —una emoción se retuerce en mi interior, haciéndome dudar.

le he hablado mucho de Anastasia y de cuanto me apena no poder verla, aunque ella ya la conoció en la fiesta de las mascaras, ahora sabe mucho mas de mi amiga gracias a mi.

—Si accedo y no lo haces...

—¡Te juro que lo voy a intentar! pero deseo que me acompañes por decisión propia y no por obligación, además ¿te imaginas la cara que pondrá Coraline cuando te vea ahí?

—¡Así que esas eran tus verdaderas intenciones! —la señalo, causando que se tape el rostro con vergüenza —lo que quieres es molestar a esa muchacha.

—Puede que esa sea una de las razones, pero no me negaras que te conviene estar ahí —asoma su ojo entre uno de sus dedos, como midiendo mi respuesta —estará el señor Callum Dubois, y él ama apoyar las causas injustas.

—¿Quién es? Creo haber oído ese apellido antes.

—No sería raro, es un primo de mi cuñada, su padre es escritor y ya sabes cuanto alabamos en Mirena esa profesión —salta sobre el mueble, feliz porque sabe que me está convenciendo — Tienes que darte a conocer si tienes la oportunidad, la influencia sobre las personas es mas de la mitad del trabajo para tener todo a tu favor...o al menos eso dice mi hermano.

Altaír me decía exactamente lo mismo, "si no te conocen, no existes."

•••

—Señora Olga

—Solo Olga, niña. Me haces sentir como un vejestorio.

—Me he vuelto loca.

—Enloqueciste.

—¿Cómo se me ocurre decirle que si? además, pienso que no le agrado a la novia del rey.

—Yo también lo creo, pero a ella es difícil negarle algo —me mira con una sonrisa llena de comprensión —además, ese joven que te mencionó...

El monstruo de la reina (1) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora