Capítulo 17

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Ambas nos quedamos viendo la nada.

—¿Qué deberíamos hacer? —preguntó Junny mientras observaba alrededor intentando buscar algo que nos ayudara—. Solo son tres y ellos todo un ejército, si tuviéramos más gente...

Alcé la mirada a sus ojos rosas que estaban preocupados pero extrañamente estaba calmada como si supiera que podríamos resolverlo de alguna manera, sonreí extrañada, ni siquiera yo estaba calmada pero algo me dijo que tenía la respuesta.

—Eso es...

Ella me miró confundida pero asintió como si supiera que debía seguirme sin importar qué.

Tomé su mano y comencé a correr a lo profundo del bosque, tal vez iba a ser una locura pero había dos maneras de salir a salvo.

La primera era refugiarnos en lo más profundo del bosque y esperar a que entraran esperando que el mismo bosque los hiciera caer.

La segunda era una más loca e incluso tal vez incluso inviable pero no era hora de dudar, cada segundo que pasaba el piso temblaba más fuerte.

Sabía el camino, lo primero era llegar al bosque frondoso, después de eso, pensaría el resto.

—Junny, no importa que pase, no dejes de correr, solo en el caso de que las lianas te ataquen y suban por tus piernas, no muevas y te soltara —grité mientras entrábamos al bosque frondoso—, te pido que seas mi escudo una vez más.

La joven me contemplo extrañada ante mis indicaciones pero grito un fuerte sí con toda su seguridad, yo también me arme de valor y seguí moviendo mis piernas que dolían.

Las lianas no tardaron en moverse cuando llegamos al dragón, Junny comenzó a correr en la misma dirección que yo pero con una distancia amplia para evitar que nos atrapara a ambas.

—¡Cuidado!

Antes de poder reaccionar Junny estaba empujando mi espalda para evitar una gran enredadera en forma de red que se dirigía a nosotras.

—¡Corre! ¡Cualquier cosa que sea tu plan estoy segura que lo lograras!

Su grito se sumió en lo profundo del bosque cuando la atraparon, estaba sola, ahora lo que quedaba era llegar a la cabeza del dragón.

No sabía si esa idea iba a funcionar en realidad pero una rama me hizo tropezar haciéndome caer de boca raspando mis manos empezando a sangrar, el vestido se rompió y el sonido de una gran respiración sonó frente a mí.

Me levante cojeando pero me quedé quieta cuando lo tuve frente a mí, una gran cabeza roja parecía dormir plácidamente sin problemas ajeno a todo su alrededor.

Quería tocarlo, de no ser por el dolor diría que estaría soñando pero incluso la sangre fluía de mis manos.

¿Podría despertarlo?

Un último temblor me hizo caer de rodillas nuevamente, Ezriel no iba a ganar, no solo.

Gateé hasta la cabeza del dragón, mis manos se movieron temblorosas cuando sentí su cuerpo frío y duro, no parecía tener calor alguno.

Mi sangre mancho parte de su hocico cuando intente sacudirlo, fue literalmente chocar contra una pared.

¿Qué podía hacer ahora? Intentarlo despertar era una tontería.

"¿Tal vez podríamos despertarlo?" esas palabras resonaron en mis pensamientos como una ola fría.

La danza, Junny me enseñó a cómo hacerlo y sabía de memoria todos los pasos porque los aprendí por estar aburrida.

La Bailarina Del DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora