Capítulo 20

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Todos estábamos en silencio nuevamente en el sillón.

Ezriel tenía en la mira a Junny quien estaba sumida en sus pensamientos ignorando a todos mientras que Rayhan parecía estar mirándome curioso.

-¿Tienes algún plan? -pregunté sin ánimos cuando me canse de su insistente mirada.

-Solo funcionara si tu magia crea más de tus límites.

Ante estas palabras Ezriel y Junny dirigieron la mirada al dragón.

-¿Piensas crear un ejército? -pregunté dejando ver mis propios planes.

Una sonrisa triunfante se posó en sus labios rojos.

-No eres tan tonta como tu padre te pinta, supongo que por eso la diosa te eligió, sin embargo... -se levanto de su asiento acercándose al lugar donde me encontraba, su mano rasposa sostuvo mi mentón levantándolo hasta que nuestras miradas se combinaran-. ¿No deseabas correr de una guerra?

Mi cuerpo se tenso ante su actitud logrando que se formara en mis labios una fina línea de disgusto.

-No me digas que dijiste eso de crear un ejército sin pensar -una sonrisa burlona era como una trampa-, me pregunto qué piensas al proteger este lugar, aunque de la misma manera se que no tienes ningún otro lugar a donde correr.

-No...

Mis labios se cerraron sin contestar, no estaba del todo convencida de que yo fuera influenciada por alguna causa para tener el deber de proteger este lugar pero por desgracia él tenía razón, realmente no tenía a donde ir.

Me levante sosteniendo su mano con fuerza en un intento de retarlo, sus ojos centellearon como si el fuego ardiera en ellos.

-Es cierto que no tengo a donde correr, pero si no puedes crear un ejército solo significa que tu poder sigue sellado, no te confundas, este no es mi hogar.

-Que interesante... Pensé que estarías aferrada a Ezriel de alguna manera -se deshizo de mi agarre como si nada encogiéndose de hombros-. No olvides que hicimos un contrato, eres mía.

-Como soy tan mía.

-De acuerdo -Rayhan se cruzo de brazos un tanto altanero-. ¿Qué deberíamos hacer mi querida compañera?

-¿Hacer? -pensé por unos momentos-. No podemos dejar este lugar desprotegido, apenas somos seis, ellos creen que no tenemos un ejército.

-Entonces volvemos al plan inicial, el castillo puede tener por lo menos a unas dos mil personas distribuidas en diferentes áreas.

Eran demasiados para lo que queríamos.

-No podemos darnos el lujo de traer a tantas personas.

Las palabras firmes de Ezriel resonaron por el lugar.

-Eso indicaría un ejército en toda regla -apoyó Junny sin darse cuenta.

Rayhan no parecía feliz con sus palabras pero me siguió mirando.

-Quinientas.

-¿Cuántas personas necesitas en realidad? -pregunté confundida ante su repentina propuesta-, solo necesitamos defender, unos trescientos apenas hacen un pequeñísimo ejército pero a diferencia de ellos todos ustedes tienen magia, derribarlo no será difícil.

-¿Piensas traer tantos? -preguntó Junny más a mí que los demás.

-Ellos van a traer un ejército, mi padre hablo con el sacerdote si comienzan a someternos apenas lograremos defender el castillo.

Ante mí respuesta la joven cerró la boca con fuerza, ella también estaba atascada aquí.

-Mi promesa sigue en pie -ofrecí mientras me sentaba a su lado.

La Bailarina Del DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora