Capítulo 21

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Todos se vieron unos a otros confundidos por mi petición.

—¿Qué hacen?

La voz adormilada de Rayhan indicaba que se había quedado dormido en algún momento y que sólo se despertó ante nuestra llegada.

No entendí porque me puse nerviosa, explicarlo iba a ser menos fácil que si simplemente lo hacía.

—Intentemos comenzar con lo básico.

Sugerí mientras tomaba la flauta, con algo de trabajo y unos minutos logre hacerla sonar de manera decente.

—¿Qué haces? —la voz curiosa de Rayhan me hizo girar a verlo.

—Música.

—¿Para qué? —nuevamente su pregunta me hizo pensar.

—Las bailarinas tienen sus encantos mientras bailan, pero no solas, la música es una parte importante para llegar a la audiencia, la combinación de ambas crean la magia.

Mi respuesta hizo que Junny aplaudiera, ella sin esperar a nadie comenzó a cantar suaves notas.

Ezriel comenzó a seguiré el ritmo con el arpa acompañando su voz, entonces Iris también comenzó a cantar junto a Junny.

No sonaba mal pero aún así faltaba algo de coordinación.

Después de unas breves indicaciones la música comenzó a sonar.

Ezriel era realmente hábil con el movimiento de sus dedos en las cuerdas, a pesar de tener la concentración en ellas parecía verme a menudo interesado.

Junny e Iris combinaron voces.

Tomé a Rayhan que seguía en el piso, le sonreí juguetona ante su amarga sonrisa.

El pandero de Ceres no se hizo esperar.

Los pasos eran suaves en una extraña combinación entre el dragón y los míos, aunque parecía en un principio reacio la combinación de sus pasos eran guiarme, ambos comenzamos a dar vueltas entrelazando nuestros brazos.

Cuando se alejo de nuestro baile comencé a tocar la fruta disfrutando del momento.

Su mirada se veía muy intensa puesta en mí, sonreí para él cuando sentí que mi pecho estaba ardiendo.

Junte mis manos con las de él, sus ojos brillaron intensamente cuando nuestra cercanía era muy corta, una sonrisa de diversión estaba en su labios cuando la música termino.

Durante todo este tiempo simplemente me dedique a disfrutar que no me había percatado del gran círculo de magia que creamos a causa de nuestros pasos.

—Supongo que no eres tan mala como pensaba.

Su amable voz fue de alguna manera extraña escucharla.

—¿Gracias? —respondí algo ofendida pero al final estaba alegre de que todo funcionara.

—Yo me encargo del resto.

Tras sus palabras se colocó al centro del círculo.

Antes de que lo acompañara Ezriel tomó mi mano y negó con la cabeza.

Me retire con él para ver el gran flujo de magia que despedía el círculo mágico, las vibración de las ondas fueron en aumento, Ezriel me protegió cubriéndome con su cuerpo mientras los gemelos hacían lo mismo con Junny, ambos en su forma original.

Me aferre a Ezriel por inercia, las ondas de magia parecían pequeños temblores repetidos, estaba algo asustada por el poder que el gran dragón desprendía.

Antes de terminar una gran onda nos hizo a todos caer al piso para intentar protegernos.

El silencio reino entre todos los presentes.

Cuando me separe de Ezriel este me miro revisando si estaba lastimada, afortunadamente ninguno lo estaba hasta que escuchamos el cuerpo de Rayhan chocar contra el piso.

Ezriel salió corriendo en su auxilio pero el dragón solo comenzó a reír alegremente mientras se recostaba boca arriba en el piso para después mirarme.

—Eres increíble.

Ante sus palabras me quedé estática algo sorprendida y extrañada.

Junny me contemplo en silencio con preocupación pero antes de que mi pregunta surgiera la respuesta resonaba en el aire.

Gritos de alegría se esparcían por todo el lugar, voces llamándose unas a otras con sorpresa y uno que otro llanto.

—¿Cuántos son? —pregunté sorprendida a Rayhan.

—Cien. —la repuesta fue de Ezriel quien parecía ver el castillo.

Apenas éramos unos cien, pero el costo de magia del Rayhan fue alto pues había perdido el conocimiento hace un rato.

El círculo mágico de Ezriel nos llevó a todos adentro del castillo, lo que vi me sorprendió.

Hombres y mujeres e incluso niños estaban abrazándose y saludándose.

No supe si eran invocaciones o vidas que desparecieron juntos cuando se sello al dragón.

Todos nos miraron confundidos y extrañados pero en cuanto vieron a Ezriel sus semblantes se volvieron de felicidad aunque se detuvieron en cuanto nos vieron a Junny y a mí.

No pude evitar esconder atrás de mi a la joven quien ciertamente estaba aterrada, no la culpo, estaba igual de asombrada de la aparición de todas estas personas.

—Señor Ezriel...

Uno de los hombres grandes y fornidos atrajo nuestra atención, parecía un humano normal pero su mirada se concentro en nosotras juzgándonos.

—Que estemos aquí quiere decir que nuestro señor también ha despertado.

Ezriel miró lentamente a todos pero en brazos aún llevaba a Rayhan.

—Hablare con ustedes para aclararles todo —su voz firme de general los hizo retroceder—. Ustedes, síganme.

Sin perder el tiempo nos perdimos en una gran habitación con una gran cama, me parecía excesivo pero desconocía si Rayhan se convertía en dragón para dormir.

Ezriel lo deposito en la cama asegurándose que su amo aun viviera, su respiración era profunda y tranquila.

—Está cansado, la invocación le dreno el poco poder que había juntado, desconozco cuanto tiempo dormirá.

—¿Volverá a caer en un profundo sueño? —ante todo pronóstico Junny estaba preocupada por él.

—No, pero si tardará unos días en despertar.

La respuesta nos calmo a todos, incluso a él.

—¿Y entonces que sucederá con todos ellos? —pregunté señalando la puerta con el pulgar.

Ezriel nos contemplo largamente antes de decir:

—Por ahora quédense aquí, el cuarto aledaño está disponible, no salgan y no dejen que ingresen.

—Pero son tus subordinados...

Ezriel se acercó a mí y su mano acomodo un mechón plateado que caía por mi cara.

Su mirada era de comprensión.

—Por favor, necesito calmarlo a ellos y mantenerlas a salvo a ustedes.

Extrañamente éramos su prioridad pero supuse que su preocupación hacia Junny era por intentar arriesgar mi vida para protegerla y eso él era lo que quería evitar.

—Cuidaremos de Rayhan —le sonreí para calmarlo—, ambos tenemos trabajo.

Su mirada se relajo mientras asentía con una suave sonrisa en sus labios, sin embargo no duro mucho tiempo cundo su semblante se volvió serio.

Tras esas palabras no supimos nada hasta tres días después.

La Bailarina Del DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora