Capítulo 28

240 28 0
                                    

El silencio entre ambas se volvió pesado pero en los ojos de Junny podía percibir cierta decisión, ella fue la primera en hablar.

—No creo que seas mala persona, no creo que tu amabilidad fuera solo interés...

Aunque sus palabras eran suaves sonaban con sinceridad.

—Como dijiste... Tengo un plan... Si hablamos con Rayhan...

—No lo quiero saber... —la interrumpí sin darme cuenta cuando pronuncio el nombre del dragón.

Sus ojos rosas se abrieron con sorpresa para después nublarse de manera fría.

—Si quieres puedes volver con Rayhan o con Klieb al castillo, aunque no me conviene que salgas de aquí, yo...

Me quedé en silencio para respirar antes de ver sus ojos tristes pero no decepcionados, tuve que respirar antes de continuar.

—No voy a negarte tu libertad, sin embargo no te aseguro que Rayhan no te utilicé para encontrarme aunque trate de ser amable, me temo que Ezriel no te dejará en paz hasta le digas la verdad.

—Entonces vuelve conmigo...

Sus palabras eran suplicantes, de alguna manera ella aún se veía firme ante mis palabras.

—No... —negué sin darle tiempo—. Aquí estaré segura...

—Pero eso no es lo que quieres.

Sus palabras me atravesaron como si supiera que solo estaba evadiendo mi propia realidad.

—La Luna que conozco pelearía por ellos incluso si eso declara la guerra a los humanos.

Ambas nos miramos sin desviar la mirada, pero negué.

—No Junny, yo solo los utilizo a todos ustedes por mi propio bien, si...

Me quedé callada para pensar lo que le diría, sus ojos brillaron esperando a que mis palabras dejaran ver la realidad.

—Ezriel...

Su nombre me hizo brincar por como lo susurro pensé que ese hombre aparecería frente a nosotras pero no fue así, afortunadamente no lo fue.

—Él siempre ha sido el inicio de todo esto...

Junny no era tan ingenua como pensaba, solo levante media sonrisa con cierta frustración.

—Tú le temes a él...

Fue el quiebre de mi paciencia con esa niña, algo en mi se rompió, no porque tuviera razón sino porque había logrado ver más lejos de lo que me hubiera gustado.

Una mirada fría de mi parte fue lo único que recibió antes de salir casi corriendo de ahí.

Había caminado más rápido de lo esperado porque a lo lejos vi a Sonia y a Klieb hablando sobre algo.

—¡Déjame ayudarte entonces!

El grito de Junny nos hizo voltear a todos con sorpresa.

Ella corría sudando, el vestido era para el clima del norte, no el sur incluso yo comencé a sentir la incomodidad.

—¿Qué sucede?

Para mí sorpresa el príncipe había llegado a nuestro lado en un parpadeo.

—Nada.

Mentí sin ganas de dar explicaciones.

Sus ojos verdes me contemplaron largamente, pero extrañamente sentí que en ellos ya no estaba esa pequeña luz que brillaba al verme, no a mí, sino a la Luna anterior.

La Bailarina Del DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora