Capítulo 24

273 36 1
                                    

La semana termino con todos frente a la muralla esperando al ejercicio de mi padre.

-Intentemos contactar al príncipe.

Las palabras de Junny eran tan bajas que apenas podía escucharla.

Todos los guardias del norte se encontraban afuera preparados, no había ni un alma que nos acompañará en una de las torres del castillo.

Ambas hablamos de contactar con el príncipe muchas veces pero esta ocasión fue diferente.

Por alguna extraña razón me sentía que estaba engañando a todos, tal vez porque verlos parados esperando un ataque inevitable me estaba remordiendo la conciencia.

-El juicio contra el Duque debe seguir, ahora tu padre debe de venir en camino con todos.

Me mordí el labio dudando de todo.

Los últimos días después de investigar en todos los libros de la biblioteca y colocar los sellos fuera de la muralla, en las noches terminábamos discutiendo los planes de ataque de mi padre.

Supimos en uno de los informes proporcionados, que mi padre marchaba hacia el norte para recuperar a su hija, la simple noticia de tenerlo que ver frente a frente otra vez me revolvió el estomago.

Además eso no era todo, había aprendido algo de magia durante estos días fue sobre el funcionamiento de los círculos mágicos, estos te transportaban a cualquier lugar con permisos de capacidad de la magia del portador.

-Se ven más tensas que nosotros que estamos en primera fila.

Rayhan también le había prestado más atención a Junny por su conocimiento, así que lentamente se habían hecho más cercanos.

-No queremos que salgan lastimados.

Mi respuesta automática no lo convenció pues alzó la ceja de manera confusa.

-Me temo que los que no van a salir vivos serán ellos.

No pude sonreír ante su rara broma y en realidad ni siquiera quería mirarlo, la culpa me estaba pasando factura.

-¿Qué sucede? -está vez Rayhan lo pregunto serio haciéndonos retroceder.

Enmudecí sin mirarlo.

-¿Junny?

Esta vez fue a la joven que tampoco pudo mirarlo.

-¿Sucede algo malo?

Una tercera voz lleno el lugar, Ezriel se acercó a todos con sigilo.

-No, solo me siento mareada por todo lo de hoy, en realidad estamos agobiadas.

Junny le mintió, ambas nos miramos en silencio, ella apenas pudo sentarse en la silla evitando levantar más sospechas.

Lo único que hice fue mirar a todos los guardias en la nieve preparados con las defensas.

Era ahora o nunca para apartarnos de su vista y correr hacia el príncipe para ayudarlo con el asunto de mi padre.

-Bueno si te hace sentir mejor, puedes confiar en todos nosotros -las palabras de Rayhan le hicieron asomar una sonrisa dulce a Junny.

No sabía que sucedería con ellos, solo me aseguraría de ver el comienzo hasta que los todos estuvieran completamente distraídos, si las cosas iban bien, ellos atacarían y el combate terminaría al hacer que todos se desmayaran.

-Ven, te enseñaré algo.

Rayhan se llevó a Junny que se puso pálida a un rojo tomate, al menos la sangre le volvía a fluir.

La Bailarina Del DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora