Capítulo 32

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Abrí los ojos lentamente, intente respirar para calmar mis nervios de aquel sueño pero sentía un pesar en mi pecho, como si algo estuviera oprimiendo con tristeza y angustia.

Cuando al fin aclare mi vista me encontraba acostada en la cama, una que a primeras no reconocí, repase con la vista el cuarto hasta que llegue a una figura que se encontraba al borde de la cama sumida en sueño.

Junny estaba sentada en una silla completamente dormida en una mala posición para su cuerpo.

–Junny...

No podía dejar a la joven con una mala postura por mi culpa.

La joven abrió los ojos lentamente pero dio un brinco a la cama cuando me vio despierta.

–¡Luna!

Sin darme tiempo a hablar se lanzó abrazándome con ternura, sus brazos me envolvieron cálidamente.

Escuche pequeños sollozos, estaba realmente preocupada y no ayudaba la situación de que estuviera en la cama tendida.

–Tranquila, todo está bien...

Mi voz suave atrajo su atención, sonreí lo más amable que mi apenada alma la calmara pero cuando sus ojos se encontraron conmigo solo salieron lagrimas de ellos.

–¡Todas estábamos preocupadas! –su suave voz salió con verdadera preocupación, realmente me sentí un poco sorprendida por ello.

–¿Cómo me encontraron? –pregunté imaginando qué estaba en el piso.

–Sonia mandó a buscarte, todas estaban preocupadas porque era noche y no aparecías por ningún lado pero cuando te vimos en el piso inconsciente entramos en pánico.

Había causado un alboroto pero físicamente no me sentía mal, solo un poco cansada.

Fijándome bien la joven llevaba un camisón blanco y una bata a juego que la cubría.

Me sentí culpable con ella por tenerla velando por mi salud, si bien el clima era cálido incluso en la noche, no deseaba que la joven se enfermara por mi culpa.

–Ven... –La invité a subir a la cama con palmaditas para que se acurrucará conmigo–. En realidad... me gustaría que habláramos.

Sobre muchas cosas, no solo de la visión que tuve, sino también de mi relación con ella.

Junny se quedó en silencio pero lentamente entró en las cobijas y me abrazo.

No sabía si esta calidez era como tener una hermana pequeña que te apoyaba en esas noches largas y solitarias pero su compañía me agradaba.

No sabía cómo empezar mi relato o de que hablar primero así que después de dudar un rato comencé con lo que creí necesario.

–Creo que entiendo que paso entre los humanos y los dragones.

Junny alzó los ojos con asombro poniendo toda su atención.

–La primera santa que existió era para crear un vínculo entre ambas razas, pero la envidia de los humanos la corrompió de alguna manera.

–¿Fue por ella que perdieron la guerra? –preguntó intentando sacar sus conclusiones.

–No estoy segura si ella realmente fue la causante o la iglesia, como fuera tiene sentido que busquen a la Santa con desesperación.

Lo que había visto ahora tenía un poco más de sentido de porque el sello que poseía Rayhan había causado que su gente desapareciera con él.

–Creo que ambos... –me mordí el labio preocupada–. Ambos dragones convencieron a la diosa para que los sumergiera en un letargo para evitar la guerra.

Junny enmudeció pero su mirada transmitía tristeza genuina, algo en mi se incomodo al verla así.

Entendía que ella era muy empática con los problemas de los demás, por eso fue elegida santa pero ahora eso ya no importaba.

–Si hablamos con ellos, ¿nos dirán la verdad? –el susurro se perdió en el silencio de la habitación.

–No lo sé, no lo creo. –Admití sin ganas mientras sentía su mirada.

El silencio se propagó entre ambas por un momento, abrí la boca para hablar pero Junny tenía los ojos cerrados y con una cara de tristeza.

La joven había sufrido mucho durante toda su vida y por mi egoísmo la había lastimado, me sentía horrible con mi estúpida actitud desquitándome con ella pero aun así cuidaba de mí.

–Lamento mi actitud desagradable contigo –susurré sin saber si me escuchaba pero quería decirlo, aunque después lo volviera hacer–, fui egoísta y mala persona, no pido que me perdones o sientas que hago esto por beneficio simplemente quiero decir que realmente lo lamento, tal vez si algún día me perdonas, espero podamos volvernos buenas amigas.

El silencio en la habitación se propagó dejando solo el sonido tranquilo de nuestras respiraciones.

Sentía como mis mejillas ardían por lo avergonzada que me sentía por ser tan tonta, no deseaba lastimarla pero las situaciones me estaban volviendo loca y estúpidamente me había desquitado con ella, ahora incluso si ella me decía que me detestaba, recibiría sus palabras sin objeción.

–Seré sincera, al principio pensé que éramos iguales de cierta manera, que ambas estábamos perdidas pero lentamente entendí que no abrías tu corazón a nadie porque ya tenías tus propias planes pero aun así... –guardo silencio para pensar–. Nunca creí que fueras una mala persona, me ayudaste y me dijiste que podíamos tener libertad, cuando te vi que eras tú quien estaba realmente asustada algo me dijo que tenía que ayudarte y no me importaba mi miedo si podía ayudar a alguien a ser libre.

Un nudo se formo en mi garganta sin lograr formar palabra alguna para ella.

–Después de que hablaste sobre nuestra historia, tenía miedo de morir así como lo predijo la diosa, al principio quería irme lejos de un padre que manipulaba a su hija a su conveniencia, quería correr de una misión para mi vida establecida por ajenos y donde simplemente me desmoronaría sin dejar rastro para ser olvidada.

Sus palabras suaves eran sus sentimientos, ella también estaba dudosa con respecto a su vida.

–Lo lamento... no quería... realmente lo siento...

Me costaba respirar porque no podía decir que no desee que ella fuera realmente la Santa y abandonarla a su suerte, en cambio lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.

Sin embargo una sensación de calidez envolvió mi cuerpo lentamente.

–Pero ya no estamos solas... ya no tenemos que hacer este recorrido solas.

La voz dulce y suave de Junny provino de las cobijas.

Lentamente su cara quedo frete a la mía cuando ella se levantó dejando caer su cabello suave sobre su hombro y me miró fijamente.

Sus ojos rosas brillaban serenos y una pequeña sonrisa se posó en sus labios.

–Conocemos el futuro, incluso el príncipe está ayudando a detener esta guerra.

Me enderece con ella contemplándonos en silencio.

–Confiemos en nuestro poder y confiemos en ellos, no tienes por qué hacer todo, bastante tienes con el poder de Rayhan en ti.

Su mano se poso en mi pecho suavemente, no pude evitar sonreír ante su contestación.

–Eres demasiado amable para una villana como yo.

Sus ojos se abrieron sorprendidos pero su rostro brillo con una sonrisa.

–Entonces volvámonos las villanas de esta horrible historia para obtener nuestro final feliz.

No pude evitar reírme con ganas cuando sus palabras salieron de ella.

Aunque me hubiera gustado terminar de leer la novela original ya no había nada de que temer si los implicados sabían la verdad.

–Entonces seamos las villanas más temibles –estiré mi dedo meñique sonriendo, Junny lo tomo gustosa.

–Ahora es nuestra historia.

Entonces nuestro plan fue hablar con Sonia sobre el sueño y  cuando la torre fue creada.

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⏰ Última actualización: Nov 15, 2022 ⏰

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La Bailarina Del DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora