Capítulo 35: No fue tu culpa

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Narrador

Ahora Alicia Clark seguía dentro de la armería con Christine y Emma, cuando de repente se escuchó una explosión, era muy fuerte. Luego de la explosión que se escuchó Alicia vio a más de los infectados acercarse a dónde estaba, entonces recargo su Ar-15 y salió comenzando a dispararles a todos los infectados, acabando con algunos y en un momento se le termino las balas, entonces golpea a uno en el rostro con la culata del arma, después soltó el arma y sacó su navaja.

Alicia se defendía de los infectados que la atacaban, mató a un par con la navaja y en un momento un muerto la sujetó y trató de morderla. Mientras pasaba eso más muertos se le estaban acercando, Alicia estaba perdida, pero de repente alguien disparó a la cabeza del infectado que la sostenía.

Luego los demás infectados comenzaron a caer cuando más disparos se escucharon y les dieron en la cabeza, Alicia se sorprendió por lo ocurrido y después de ser salvada escuchó unas voces llamarla.

—¡Alicia! —la llamó Madison Clark. 

Alicia vio a su madre, quién había vuelto y estaba junto a más personas, eran Taka, Nick, Victor Strand, al que no esperaba volver a ver, luego vio a Troy y Damián Dixon, quién estaba lleno de sangre al igual que ella.

—Alicia, estamos aquí —habló el joven Dixon, quién se acercó rápido a su novia.

—¡No tenemos mucho tiempo! —exclamó Strand.

Alicia miró a Damián y a su madre, pero no dijo nada, parecía estar en shock.

—¿Hija estás bien? —preguntó Madison preocupada.

—Oye linda, ¿Qué ocurre? y ¿Dónde está Emma? —preguntó Damián Dixon.

—Ella... 

Alicia abrió los ojos y pensó rápido mientras aún estaba en estado de shock, en eso, la Clark menor corre hasta la armería y el joven Dixon la siguió, detrás de Damián estaba Madison y ambos vieron a Alicia agachada con una mujer ya mayor, esa mujer era Christine.

—Oye, debemos irnos —le susurró a Christine— Tenemos que irnos —miró a Damián— Damián aquí también está Emma.

Damián asintió y enseguida revisó dentro de la armería, hasta que vio a su hermana recostada en el suelo. Rápidamente Damián fue con ella mientras que Alicia estaba tratando de que Christine despertará. El Dixon se agacho y se sentó de rodillas en el suelo, y comenzó a hablarle a Emma.

—Emma, ¿princesa? —Damián le habló a Emma, quién no respondía— Oye, ya nos vamos, ¿Emma?, ¿pequeña?

El joven Dixon revisa a Emma Miller, y se da cuenta que la pequeña rubia no respira.

—Emma, respira... —la voz de Damián comenzó debilitarse— Oye, Emma... —la niña sigue sin contestar— Oye... estarás bien... —murmuró con la voz quebrada.

Damián tocó la mejilla de Emma mientras la miraba, sintiendo un decaimiento profundo, y sintiendo un vacío dentro de él, después sin poder resistir, al ver que su hermana no abría sus ojos ni decía una palabra comenzó a llorar y soltó su mejilla.

—No te vayas, no te vayas —ruega en sollozos, y sus lágrimas empezaron a nublar su vista— No, no te vayas —replicó— Quédate... Emma, ¡Emma! —alzó la voz de forma desgarradora— ¡No, por favor, por favor! —suplicó destrozado— ¡Por favor!

Damián Dixon se sintió roto por dentro, vacío y muy decaído, sentía que era su culpa, el fue a pelear en vez de quedarse con ella para protegerla, tal vez debió preocuparse más por Emma que salvar a la gente del rancho, pero se acabó.

The Assassin [FTWD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora