The Assassin [FTWD]

Capítulo 30: ♡Por fin juntos♡

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Narrador

Hoy era el segundo día desde que Madison le entregó la cabeza de Jeremiah a Walker y la paz había llegado finalmente al rancho. La familia Clark se mudo a la casa donde antes vivía Jeremiah, lo cuál se sintió raro, y han invitado a Damián y Emma a vivir con ellos, y al final aceptaron.

Ahora todos viven juntos, Damián y Alicia no han hablado en este tiempo, y Damián ha pensado en sus dones, de los que su tío Altair Queen le había hablado. También le comento ese tema a Nick Clark, quién dijo que debería averiguar más de algún modo.

En la mesa, Damián Dixon le acaba de servir de comer a Emma y fue a la cocina por más comida, al entrar comenzó a tomar los platos y cubiertos, hasta que notó cerca suya la presencia de alguien, escuchó los pasos de la persona acercándose, se giró y la vio, era Alicia Clark.

—¿Seguiremos así? —preguntó la ojiverde.

—Así... ¿cómo? —interroga Damián.

—¿Seguiremos sin hablar?, ¿aún vas a ignorarme?

—Alicia, creo que necesitamos tiempo —dijo Damián.

—Damián, dije que te amo —Alicia dio un paso hacia el Assassin.

—Lo sé, lo sé, pero me lastimaste —suspira— Quiero pensar bien si debo perdonarte.

—Damián no quiero que esperemos, escucha yo quiero estar contigo, era una tortura verte y no tocarte, abrazarte o besarte —bajo triste la mirada— Mientras que alguien más lo hacía.

—Oye vamos con Emma, no quiero que coma sola —dijo Damián, y se fue rápido.

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Damián y Alicia fueron a sentarse a la mesa, Alicia al igual que Emma y Damián comenzó a comer, pero mientras comía veía al joven Dixon de reojo.

—Ya termine, ¿puedo ir a mi habitación? —Emma le preguntó a su hermano mayor.

—Ahm... —Damián pensó nervioso, y miró por un segundo a Alicia, quien lo observaba fijo— ¿Segura que no quieres quedarte princesa? —le preguntó a Emma, con una sonrisa nerviosa.

—No, quiero ir a jugar arriba —respondió la pequeña, y Damián abrió los ojos— ¿Por qué pones esa cara?

—¿Cuál cara? —se rió tensó.

—¿Te pasa algo Damián? —preguntó Alicia divertida, y frunciendo el ceño.

—No, no me pasa nada Alicia —aseguró con una sonrisa forzada.