-¿No te molestan los mosquitos?-Pregunto mientras aplastó uno con la palma de mi mano.-Yo los odio.
-Con el tiempo te acostumbras.-Dijo Danielle con una pequeña sonrisa en su rostro.-De igual manera no te molestaran en la carpa, tenemos el mosquitero.
-Estare todo este tiempo dentro de la carpa.-Digo forma irónica aunque de verdad me metería en la carpa y me quedaría allí todos estos días.-¿Desde cuando creí que sería buena idea venir?
-¡Ohh vamos!-Golpea mi hombro con un poco de fuerza.-Será divertido. Ya verás.
-Es que nunca acampe y no estoy acostumbrado.
-¿No acampabas con tu padre?-Pregunto pero luego vi como su rostro cambió y bajo la mirada.-Mierda...lo siento.
-Descuida.-Me pongo de pie.-Suele suceder.
-De verdad que soy un imbecil.-Se reprende a sí mismo y yo apoyo mi mano sobre su hombro.-Lo siento.
-No te preocupes.
-¡Muchachos pueden buscar más ramas para el fuego!-Nos grita Owen mientras alimentaba la fogata que había logrado encender.-¡No quiero que se apague antes de cocinar la cena!
-¡Ahora vamos!-Grita Danielle haciendo un círculo con sus manos al rededor de su boca para que se escuche más fuerte, ya que estábamos bastante lejos.
-¡Tengan cuidado!-Grito su madre.
-¡Qué no se los coma un oso!-Grito su hermana pequeña.
-¡Cuidado Max que no te coma Danielle!-Grito la mayor.
-¡Maxine!-Reprendió su madre a una de sus hermanas.
Yo solo reí junto con Dani y comenzamos a adentrarnos en el bosque. No me dejaba muy tranquilo la idea de entrar demasiado profundo en el bosque, podría aparecer un oso o algún puma-No seria muy lindo morir devorado por un puma o un oso.-Comente.
-No les hagas caso.-Paso por encima de una roca y a mi me ayudo a subir con el.-Lo dicen para molestarnos.
-Lo sé. No tengo diez años.-Le dije con un tono serio y el solto una pequeña risa.
-Pero eres asustadizo.
-Eso no te lo negare porque es verdad.-Ambos Soltamos una risa y seguimos adentrándonos en el bosque espeso de altos pinos verdes.
Mientras caminábamos yo observo el cielo, recuerdo haber visto una serie que decía que si te perdías debías seguir el sol y de esa forma encontrarías la salida, dudo que me pierda pero puede ser una posibilidad. Encontramos unas ramas secas dejabo de un pino junto con unas piñas, yo tomo algunas pero no muchas porque la fuerza de mis brazos no es muy buena que digas.-No soy como Yakiv o Danielle que tiene los brazos fuertes.-Pienso. Casi todo me recuerda a Yakiv y eso que solo pasaron cinco horas desde que lo vi pero ya lo extraño. Camino por el bosque y recuerdo nuestras caminatas hacia el lago, miro a Danielle y sus ojos azules me recuerdan a los de Yakiv, tomó el brazo de Danielle y recuerdo los suyos abrazándome por detrás.-Es extraño como puedo extrañarlo mucho.-Antes me sucedía pero no con esta fuerza.
ESTÁS LEYENDO
Dulces miradas
RomanceEn la pequeña ciudad de Lviv, Ucrania. Vive Max, un adolescente que lleva su vida monótona hasta que la llegada de un chico nuevo. Este hará que Max comience a descubrirse a nivel personal al igual que sacar a la luz secretos de su propia familia. ...