☆Capítulo 30☆

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Abro mis ojos de repente y siento como mi corazón late a un ritmo increíble, también siento como mi respiración vuelve a estar calmada

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Abro mis ojos de repente y siento como mi corazón late a un ritmo increíble, también siento como mi respiración vuelve a estar calmada. Escuchó pasos fuera de la carpa, es de día así que puedo notar una silueta femenina andando por detrás de nuestra carpa. Danielle duerme como un bebé junto a mi y no quiero despertarlo.

Me pongo de pie lentamente y salgo de la carpa intentado hacer el menor ruido posible, no quiero despertar a nadie, me coloco una chamarra y los tenis. Camino hacia donde se había ido la silueta femenina que acabo de ver.-Mierda se adentro en el bosque.-Me quejo en mis pensamientos pero tomo coraje y me adentro en línea recta así no me perderé.  

El Bosque está tranquilo y el aroma a pino por la mañana me encanta.-Después de todo no es tan malo acampar.-camino lentamente intentando no pensar en nada malo. Luego me detengo cuando escucho unas ramas partirse y una voz quedarse. Me acerco lentamente y me escondo detrás de un pino, la silueta femenina tiene una cabellera rubia y está contigo pijamas.

-Elvetica.-Digo para mis adentros.

-Mierda.-Escuchó quejarse.-Maldita seas.¡Señal del demonio!

La observó con detenimiento y noto que tiene su teléfono móvil en la mano. De seguro se lo robo a su madre sin que se enterara para hablar con su novio o su-Estúpido novio.-como diría Danielle. Doy un paso para atrás para dejarla sola y no entrometerme en sus asuntos pero con la suerte que yo poseo, acabo pisando una rama y esta se partió.

-¿Max?-Escuchó que pregunta Elvetica.-¿Qué haces aquí?

-Yo....este...-Me volteó lentamente e intento que mi cara parezca serena.

-¿Me estabas espiando?-Se cruza de brazos y me amenaza con la mirada. Tiene los ojos azul intenso igual que Danielle, lo que hace que su mirada sea más temible cuando está sería.

-N...no...solo fui al baño.-Miento y muy mal. Ella suelta una risa falsa.

-¿Puedes aprender a mentir?-Estaba vez ríe de verdad.

-Te juro que no te espiaba.-Me acerco unos pasos.-Estaba despierto y escuche unos pasos,los seguí y cuando supe que eras tú me di media vuelta. Iba a volver a la carpa.

-Okay...te creo.-Guarda el teléfono en el bolsillo del pijama.-¿No le dirás a mi madre que tome el teléfono,verdad?

-No, te juro que no lo haré.-En cierta forma me intimida la hermana de Danielle.-Solo volveré a la carpa.

-Espera,Max.-Se acerca unos cuantos pasos.-Quería preguntarte una cosa.

-¿Qué sucede?

-¿Tú en verdad quieres a Danielle?-Me mira fijamente con esos ojos azules.-¿O simplemente estas con el porque si?

-¿A qué viene esta pregunta?

-No lo tomes a mal pero a mi no me convence la forma en la que lo tratas. No es la forma en la que un enamorado trataría a su pareja.

Dulces miradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora