Capítulo 54

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COMENTARIO ESTRELLA (24/04/2022): userVeronica_18 Siempre ando detrás de ti jajaja

Kalu: Depende de la letra de esa frase si se siente lindo o de terror jajaja

Capítulo 54| ¿Qué?

Dieciocho días pasaron desde la noche de ese sábado. Y fueron los mejores dieciocho días desde que tenía uso de razón. Hoy, lejos de esos tiempos, solo puedo recordarlo con un sentimiento que me da plena felicidad. 

Me faltaban solo cuatro dibujos para enviar a la escuela de pintura. Los dos domingos atrás volví a ir a la pista de skate y hasta me quedé para una competencia entre algunos chicos. Era por dinero, aposté por Facundo, pero perdió. Por eso no apostaba nunca, lo mío no era la suerte. Saqué notas decentes, como antes, en dos exámenes y Daymond y Annaí se comportaron como siempre. Aunque algo se tenían entre manos, varias veces los vi lanzarse miradas extrañas y a An hablarle de manera severa. Pero jamás llegué a escuchar sus conversaciones.

Annaí... volvió a hablar con Alvin. Aunque ella aseguró que solo era como amigos, a mí no me gustaba para nada que le haya dado una nueva oportunidad de estar en su vida. A Day tampoco le gustaba, se le notaba a kilómetros.

También, logré, que empezara a vestir con otra ropa. Le regalé un par de camisetas y un pantalón de pana negro que compré en mi regalo de cumpleaños con mi madre, y le encantó. Al inicio tuve miedo, no era para nada su estilo. Pero si ella no se sentía ella, como dijo borracha,  quizás aquello le sirviera para abrirse más, para ser ella misma. Aún no habíamos logrado que dijera un insulto, a pesar de que Daymond se había dedicado a molestarla más de lo normal, y seguía manteniendo su actitud femenina en todo momento. 

El fin de semana anterior, Daymond se quedó a dormir en mi casa. Sus padres discutieron, allí me volvió a preguntar por Ashton, me limité a cambiar de tema, temía contar lo que... teníamos.

Lo cual no era nada, nos veíamos casi todos los días, nos besabamos, a veces salíamos a comer, me enseñó un poco de baile, algo que no sabía había estudiado, y yo usé el horario de las reuniones para darle clases prácticas, ya lo teórico había quedado de lado. 

Pero Ashton decidió no volver a tocarme en mi casa cuando, el lunes, mi padre llegó antes y casi lo descubre en mi cama, besándome. Ese día quedé muy frustrada, y tuve que ver como ambos hablaron de coches y desarmaron el de Ashton a tal punto que el cliché número dos quedó llenó de aceite, gasolina y me embriagó cuando me dio un beso en la mejilla al irse. 

Si ya amaba esos aromas, en él, eran mi maldita perdición. 

También me invitó a su juego el sábado a las siete. Invité a Daymond y Annaí, obviamente. Pero Day salía a comer con sus padres y Annaí debía cuidar a su primita. Ashton pareció contento cuando le dije que ninguno de mis amigos podría ir, pero lo ocultó con una muy mal actuada cara de decepción.

Solo lo besé escondidos detrás de un árbol. Últimamente quería besarlo a cada instante. A tal punto que varias veces me vi controlandome en los pasillos y hasta en dos ocasiones que almorzó con nosotros.  

El miércoles a la mañana, mientras leía una novela sentada en el patio del colegio gracias a que la profesora de biología no llegó a dar clases, una sombra me cubrió el sol. Levanté la mirada, curiosa, y me encontré con uno de mis clientes. 

Sujeto de observación 24.

Recordaba perfectamente a cada uno, además de tener anotados cada uno de sus problemas y las clases. Adrián había contratado mis servicios para lograr que su novia tuviera un orgasmo. Al parecer a pesar de que él hacía todo lo posible, ella jamás llegaba al éxtasis, y le costaba mucho que ella quisiera tener sexo. Al inicio me cayó muy mal, creí que era unos de esos chicos que quieren obligar a la chica a estar con ellos, pero no. Él solo quería entender porque él al deseaba y disfrutaba, y ella parecía ser una muñeca. 

La consejera sexual de Ashton| EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora