La consejera sexual de Ashton| EN FÍSICO

Capítulo 3

COMENTARIO ESTRELLA (12/10/20): lune_latin No digas eso. Yo aún tengo la esperanza de volver a leer sobre mi esposo Matías Vera. 😞

Capítulo 3| ¿Se calienta y empieza el toqueteo?

Mientras que, para mi sorpresa, la música clásica elegida por Ashton era expulsada por los parlantes color verde conectados a mi computadora, yo me dedicaba a prestar atención a la actitud del chico frente a mi. Cuando Carter me comentó que entraba en crisis al estar con una chica supuse que se trataba de simple miedo a no saber que hacer, por lo que unos pocos consejos serían suficientes, pero por la forma en la cual dudaba al hablar, mis sospechas estaban siendo tiradas al tacho de basura.

—¿Sabes, o no sabes qué hacer? —indagué.

Ashton se encogió de hombros y me observó tras un suspiro.

—No, pero ese no es el problema —confesó por fin —. Sinceramente lo que más me "atormenta" es el hecho de decepcionarla —mordió su labio.

Asentí y me incliné hacia delante apoyando los codos en mis rodillas.

—Para serte sincera pocas mujeres quedan conforme con la primera vez, tú durarás muy poco, el placer es mínimo, si es que se llega a tener placer, la cosa no es romántica como la mayoría soñamos, no suele haber palabras lindas o cosas así. Tú estarás con la cabeza clavada en intentar durar el mayor tiempo posible y ella con miedo al dolor —chasqueé la lengua —. El cuento que vende Disney y el porno no son ciertos.

Sus ojos claros no dejaron de mirarme ni un segundo. Los tenía brillosos, como si estuviera a punto de llorar, pero por la expresión seria y pensativa que cargaba, sus intenciones no eran esas.

—Me estás diciendo que sin importar lo que me esfuerce, ¿ella no lo disfrutará? 

Hice una mueca, parecía que me había topado con todo un romántico, Ashton era un cliché medio raro.

—Te estoy diciendo que la vida real es muy diferente a lo que nos muestra la ficción, es...

—Yo quiero darle el cuento de Disney, y la parte del porno también.

Las palabras que dejó salir de su boca interrumpiendome, erizaron mi piel. ¿Quién era yo para quitarle las ilusiones de una primera vez perfecta? Y tampoco quería involucrarme tanto en sus temas personales, lo mío se trataba de algo exclusivamente físico.

—Bien, no puedo ayudarte con la parte de las princesas, pero si con la que corresponde para mayores de dieciocho. 

Ashton dejó escapar una risilla divertida y asintió.

—Te contaré algunas cosas entonces —tragó saliva y volvió a la seriedad, desvió un momento la mirada a mi computadora y tomó aire como para darse fuerzas —. Estoy saliendo con Ailyn Verduga, la conoces, ¿no?

Menudo nombre, ja, ja, ja.

Obvio que la conocía. Era el cliché número tres, la presidenta de las animadoras, Daymond había estado embobado por ella en nuestro primer año de secundaría, se destacaba por tener un cuerpo perfecto, en serio que era perfecto, con su piel morena y unos pequeños rizos de color negro. No sabría decir algo más de ella, porque lo cierto es que no recordaba haber cruzado palabra con esa chico o alguien cercano a ella hasta ahora, que su novio estaba frente a mi contandome sus problemas sexuales.

—Si, muy simpática por cierto —que bien se me daba mentir, la tipa tenía una cara de pocos amigos, pero bueno, como dije, no sabía nada de ella.

Ashton asintió.

—El problema... yo estoy enamorado de ella desde hace tres años, el año pasado, cuando acabó el curso me le confesé y empezamos a salir, supongo que haber quedado en el equipo de fútbol ayudó, pero ahora... cada vez que la cosa se pone subida de tono y ella empieza a... ya sabes...