Capítulo 31

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COMENTARIO ESTRELLA (29/10/2021): liberty1202 No puedes culparnosss!!! Nos enganchasss y una vez que ya sabemos lo que ha pasado en el capítulo pues queremos comentarr!!! JAJAJAJAJA Mientras, estamos concentraditas para no perder detalle😂😂

Capítulo 31| Admite que estas celosa.

Minutos después de que ambos chicos centraron su atención en mi, se encontraban de pie frente a la mesa donde estaba trabajando. Poco más de un metro los separaba de la madera y yo no pude evitar sentirme diminuta ante sus presencias. La mirada de Scott Anderson no cambió en los más mínimo, seguía retando con sus iris negros de manera nada disimulada, mientras que me escrutaba con esa sonrisa detestable de brazos cruzados. Ashton, sin embargo, quitó aquella mirada molesta del inicio, y sus expresiones delataban una notable incomodidad. 

Moví de manera ansiosa mi pierna bajo la mesa y mordisquee la punta del lápiz donde anteriormente había estado la goma de color rosa. 

—Lúa, ellos serán tus subordinados —Fabrizio me hizo un gesto de desgana detrás de ambos chicos que le quitaban una cabeza con facilidad y me hizo sonreír. 

Ante esto, Ashton frunció el ceño y volteó hacia Fabrizio, pero este disimuló como un campeón. 

Tragué saliva y dejé el lápiz en paz sobre la mesa. 

—¿Mis subordinados? —cuestioné sin dejar de observar a Fabrizio, como si ignorar a los clichés hiciera que estos desaparecieran.

—Así es, también están aquí para ayudar con los grafitis. Así que serán los encargados de pasar tus creaciones del papel a los murales —se cruzó de brazos y rodó los ojos —. Solo esperemos no lo arruinen. 

—Con tan linda jefa, no lo creo. 

Omití el comentario repugnante por parte de Scott y me puse de pie apoyando las manos sobre la madera fría de la mesa. Lo que menos necesitaba en esos momentos era contar con la molestia de tratar con aquellos dos. Tenía mucho que hacer.

Curvé mis labios hacia arriba.

—No los necesito. 

Fabrizio rió ante lo que debió notar era un pedido de auxilio. 

Movió su cabeza de arriba a abajo repetidas veces antes de pasear su mirada por el lugar. Lo vi morderse el labio de manera fugaz y entonces su vista se detuvo en la pila de sillas en la esquina contrária a donde se encontraba mi escritorio improvisado.

—Bien —llamó la atención de los amigos y en cuanto ambos voltearon regalando toda su atención a Fabrizio, me deje caer en la silla sin cuidado y suspiré —. Por ahora limpiarán las sillas. Pueden ir al cuarto de limpieza y pedir algunos baldes, franelas, productos para desinfectar y demás a Claudio —llevó su mirada a mi con una nueva sonrisa, lo que me hizo no poder evitar sonreír también —. Y en cuanto Lúa los necesite, ella se los hará saber. 

Scott pareció querer decir algo, pero la mirada reprobatoria y segura con la cual lo observó mi ligue de una noche, lo hizo quedar callado y ponerse en marcha junto a el rubio fuera del auditorio. 

Fabrizio me miró, otra vez, en cuanto ambos desaparecieron por la puerta. Dio tres pasos, hasta tocar el borde de la mesa con sus piernas enfundadas en un jean negro, y apoyó las palmas de las manos sobre la superficie para inclinarse hacia mi. No me moví.

—Si te molestan, me avisas —elevó la comisura de su boca —. No quisiera tenerlos aquí, pero al parecer los amiguitos tuvieron una fuerte pelea en un entrenamiento y resulta que participar en los preparativos de la obra es un castigo. Con lo cool que somos aquí.

La consejera sexual de Ashton| EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora