COMENTARIO ESTRELLA (04/10/2020): nabhistorias Nueva obsesión desbloqueada y en marcha :) PD: necesito otro cap
Capítulo 2| ¿Tienes condones?
Fruncí el ceño ante los raros movimientos de manos y muecas que hacía Daymond desde la ventana de la cocina de su casa. Obviamente, me estaba queriendo decir algo, y por supuesto yo no le entendía ni un comino.
Bufé y crucé la puerta de la entrada para caminar hacia la valla, Daymond imitó mi acto y cuando llegó a mi, con movimientos de espía de pacotilla, suplicó:
—Necesito escaparme a tu casa, ya. Tus padres no están, ¿cierto?
Suspiré y me crucé de brazos.
—Estoy esperando a alguien...
—Me voy a quedar quietecito en la sala.
Decirle que no a mi mejor amigos dos veces seguidas me era imposible, y él lo tenía muy claro. Por eso insistía de esa forma dulce, así que tras un suspiro asentí, y como el gran deportista oculto que tenía en su ser, Daymond saltó sobre la valla pasando por mi lado y entrando como perico por su casa a mi hogar. Lo seguí de atrás mientras pensaba en que aún no había revisado el mail de consejos, pero igualmente no podría hacerlo hasta la noche, Ashton estaba por llegar. O al menos eso esperaba, porque odiaba la impuntualidad.
—Voy a estar en mi habitación, si tocan la puerta no abres, no te mueves y si es posible no respiras —Day me mostró su dedo de en medio mientras tomaba lugar en el sofá con el mando del televisor en la otra mano.
Sonreí y le di una buena colleja en la nuca al pasar por su lado. Reí a carcajadas mientras lo oía quejarse y subí la escalera a trotes. Al llegar a mi habitación di una rápida mirada, mientras no hubiera ropa interior en el piso u otro lado visible, el otro desorden estaba bien.
Había intercambiado unos pocos mails con Carter, solo para asegurarme de que vendría al horario pactado, no tenía mucha interacción de manera virtual con nadie. Para mi sorpresa en cuanto la aguja del reloj llegó a la hora indicada, el timbre sonó.
Al pasar por la sala Daymond seguía con la vista clavada en una serie de coreanos en Netflix, o una película, pero de coreanos era. Compartimos ese gusto por la ficción coreana los tres.
Abrí la puerta y el cuerpo atlético y el rostro de muñequito de torta apareció. Su expresión era de nervios, era evidente que no tenía ni las mínimas ganas de estar aquí, pero hubiera esperado un rostro hostil y no de inquietud. Sus manos estaban en los bolsillos de su pantalón deportivo, su cabello despeinado y una leve capa de sudor cubría su frente.
—Hola, sesenta y nueve. Puedes pasar —me hice a un lado dejándole el camino libre, pero Ashton recorrió el lugar de manera veloz con sus ojos y observó a Daymond curioso.
—Creí que íbamos a estar solos —comentó clavando sus pupilas en mi.
Chasqueé la lengua quitándole importancia a la situación.
—No te preocupes por él, es como si tuviera un gato vagabundo que solo sabe dormir y comer.
Ashton asintió y cambió su peso de un pie a otro una y otra vez.
—No sé si esto es... profesional.
Tomé aire y sonreí.
—En serio no tienes de qué preocuparte, Ashton. Lo que pasé aquí o conmigo no saldrá de mi, o alguna vez has escuchado que algo salga de mi boca.
Dudó un par de segundos, pero al fin asintió y dio un paso hasta ingresar dentro.
Yo no era una loca, malhumorada y con carácter de mierda. Para tratar este tipo de temas tan íntimos y con los cuales los hombres podían sentir su orgullo herido hasta con lo mínimo, lo mejor era tener tacto a la hora de hablar. No negaba el hecho de que en muchas ocasiones había querido darles con la silla en la cabeza a muchos, pero habían otros chicos que además de ser agradecidos, eran respetuosos, y Ashton parecía ser de esos. Así que lo mejor era dejar mi odio a lo hombres a un lado y darle una oportunidad al cliché número dos.
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La consejera sexual de Ashton| EN FÍSICO
Fiksi RemajaAshton Carter es el cliché personificado. Un sexy chico popular, que juega a todas esas mierdas de deportes, está más bueno que comer pollo con la mano y podría derretir la antártida si se lo propusiera. O al menos eso comentan, porqué en realidad e...