Primula (simb. Repetición)

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Después de la canción de bienvenida que Master dio al iniciar el banquete, de la cual Revali quedó encantando, miró como Zelda y Link miraban encarecidamente a Palutena y Pit, respectivamente.

—Quienes son ellos? —se preguntó el niño para mirar al fondo a personas que él ya conocía.

El niño quedó sorprendido al ver quienes ahora eran parte de los luchadores de Smash. —Urbosa?! Mipha!? Daruk!? Revali!?

Siguió mirando a ver a quien más reconocía, cuando miró a un niño que estaba tocando pervertidamente a otro niño. —Linksito! —exclamó Revali —y está tocando a Lucas!? Que perturbador...

El banquete continuó hasta que ya era la hora de irse a dormir. Revali sigilosamente miró quienes les tocaba en cada cuarto, se emocionó al ver que Palutena y Zelda y en el otro lado Pit y Link habían quedado en el mismo cuarto.

—Excelente —pensó cuando de repente alguien atrás de él le sacó un susto de los fuertes.

—Verga! —exclamó

—Quien eres? —preguntó quién lo asustó.

—(No... Esto no estaba supuesto a pasar) —pensó Revali. —Hola! Eehm... Tu quien eres?

El niño le extendió la mano. —Me llamo Link, pero todos me dicen Linksito.

—(Ya sabias que era Linksito, Revali! Rápido, preguntale otra cosa para que se olvide de tu nombre!) —Pensó Revali y al mismo tiempo ingeniendose que poder responder. —Este... Jeje, y tu también combates?

—Si, y seguramente nos toca combatir juntos! Como te llamas?

Revali pensó en falsificar su nombre, pero de nada serviría porque ya Linksito había visto su cara. Con mucho miedo de toda paradoja que pudiera ocasionar le dio su verdadero nombre.

—Me llamo Revali.

Linksito respondió. —Igual que el luchador Orni?

—Si, como lo conoces? —preguntó Revali. El ya sabía que Linksito de alguna manera ya lo conocía, pero quería que le contase más detalles para ver si algo había cambiado.

—Revali es uno de los luchadores del torneo. —dijo Linksito. —Son de los más fuertes!

—(Así que ya no solo son espíritus) —pensó Revali.

—Te veo muy pensativo, ocurre algo? Además, no estabas en ninguna lista ahora que lo recuerdo... Te metiste en la mansión sin permiso!? —exclamó Linksito.

Revali se vio acorralado, entonces jaló al niño al jardín más cercano de donde estaban. —Te contaré algo.

Cuando estaban en medio del jardín, sin nadie a su alrededor, Revali habló. —Pon mucha atención, no es nada fácil lo que te voy a contar... Tu eres... Mi tío.

Linksito comenzó a reírse. —Jajaja como voy a ser tu tío si somos de la misma edad, y aparte, no te conozco.

—Soy tu sobrino!... Bueno, mas bien soy tu primo... Lo descubrí hace poco... Es demasiado complicado de explicar, solo limitate a ponerme atención.

Linksito asintió y Revali continuó —hace unos días, para mi, pero hace varios años ida y vuelta para los demás, comencé una aventura para salvar a los amigos de mis papás.

—Quienes son tus papás? —preguntó Linksito.

—Callate qué no he terminado de hablar. —dijo Revali. —La cosa es que todas las personas que han viajado conmigo ya no están... Dos de ellos desaparecieron, y los otros dos volvieron a casa, pero no supe que fue de ellos...

—Suena cool —dijo Linksito.

—No! No lo es! Desde entonces he andado vagando de tiempo en tiempo intentando arreglar los desastres que hice... Y así es como terminé aquí... Te voy a pedir que porfavor no le cuentes esto a nadie.

Linksito comenzó a reírse. —Si sabes que nadie va a creer esto ni aunque se lo contara, verdad?

—Si lo se, y hasta cierto punto eso me tranquiliza porque la información así estará a salvo. —respondió Revali —pero lastimosamente si es real... Tengo una manera de demostrarte que todo es real... Pero voy a necesitar de tu ayuda.

—De mi ayuda? Pero en que? —preguntó Linksito.

—Ya he cambiado el tiempo demasiadas veces, si vuelvo a fallar en mi plan, todo se arruinará. —dijo Revali.

—Y que hacemos? —le preguntó Linksito.

—Pues por ahora esperar, yo te voy a decir en qué momento actuar, solo ayúdame a encontrar el mejor lugar para esconderme.

Linksito llevó a Revali al escondite secreto que tenían los niños, al llegar, aún siendo de noche, Revali miró a muchos de los que conocía ya adultos cuando aún eran unos niños.

—Ness? Lucas? Nana? —dijo Revali cuando miró a todos los niños.

—Quién eres y cómo sabes nuestros nombres? —preguntó Lucas.

Linksito se sorprendió. —los conoces... Pero eso no prueba nada, pudiste verlos en las pantallas que anuncian las batallas.

Revali se acercó a susurrarle a Linksito. —te dije que a esconderme! No donde otros puedan verme!

—Tranquilo. —respondió Linksito. —todos aquí son de confianza, entre los niños nos ayudamos para no pasarla tan mal en un lugar diseñado para adultos.

Revali sonrió a todos y se presentó. —Es un placer con todos, mi nombre es Revali y soy hijo de Ze...

El niño no terminó de decir su frase, no podía revelar que era hijo de la princesa Zelda y de Palutena.

—Y soy hijo de Zendaya... No creo que la conozcan. —terminó de hablar.

—Pero como nos conocías? —volvió a preguntar Lucas.

Linksito suspiro. —Mire sus nombres en las pantallas.

Pasaron la noche, cada niño regresó a su habitación y Revali pasó la noche en el escondite de los niños.

Al día siguiente, los alborotos de las batallas ya se escuchaban, al igual que los personajes comiendo en los comedores.

En eso Linksito entró donde Revali estaba escondido.

—No puedes pasar todo el tiempo aquí, debemos divertirnos! Ten, ponte esto.

Linksito le dio a Revali una máscara de las que él había conseguido en Termina, y ambos niños salieron del escondite.

—Debes venir conmigo, hoy Palutena y Zelda tendrán una batalla! —dijo Linksito. —será épica!

—Palutena y Zelda pelearán!? —se sorprendió Revali. —Claro que no me la perderé! Vamos!

Entraron al escenario de batalla, y el narrador dio comienzo a la batalla.

—(Mis mamás peleando! No puedo esperar a ver quien es la ganadora!) —pensó Revali.

—SE ACABÓ!

Esta historia continuará!!!

La Gran Mansión SmashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora