La Gran Mansión Smash

Laurel (simb. Mitos)

Linksito inmediatamente recapacitó de su vision. — se quien es esa niña! — exclamó. —Pero... yo no la he visto nunca en mi vida... como es que tengo recuerdos con ella?

Revali seguía extrañado — que pasa? — preguntó.

— Acabo de verla dándome una ocarina, pero... no la conozco! — dijo Linksito. — sin embargo, verla me da una sensación tan calida y dulce...

Hilda habló. — Violet, te refieres a este brazalete, verdad?

Violet lo miro y asintió con su cabeza. — se que no es fácil entregarle un tesoro a un desconocido, pero he de rogar que me lo prestes Hilda. Estoy en la búsqueda de un amigo, es muy importante para mi.

Hilda tomo el brazalete y le dijo — En efecto Violet, no puedo entregártelo. Te lo muestro porque si sabes de Hyrule eres de confiar, pero no se tus orígenes, tus intenciones, tus deseos!

Violet respiro. — es super comprensible, te entiendo Hilda. No obstante, estoy dispuesta a demostrarte que soy digna, dime que necesito hacer para demostrarlo.

Hilda le hizo una seña a su espadachín y fueron de nuevo al trono.

— Violet, de alguna manera cerca de nuestro reino sagrado ha comenzado a entrar una sustancia negra que nos quita vitalidad. No sabemos su origen y tenemos miedo. No puedo permitir que mi reino perezca por algo que ni sabemos que es. — dijo Hilda preocupada.

Violet inmediatamente ató los cabos. — Es Hyrule — dijo la pequeña — salvar a mi amigo ayudará a resolver este problema.

El espadachín se quitó su máscara y habló. — Hilda, estoy cansado que siempre vivamos con miedo. Nunca nos valemos por nuestra cuenta! Es hora que hagamos el cambio. Yo diría que confiemos en Violet, ella viene de la misma dimensión de Hyrule. Le debemos mucho a ese reino.

Hilda suspiro y volvieron a la sala donde el brazalete se encontraba. El olor a Lavanda le daba paz a Violet cada vez que entraba.

Revali pensaba y observaba las estatuas. — Sabes su nombre? — preguntó.

Linksito tocó la estatua y de nuevo sintió la calidez. — Saria. — dijo a secas.

Revali recordó ese nombre de su clase de Mitología Hyliana. — Es de la era de Los mitos. — dijo. — fue la sabia del bosque quien ayudó al héroe del tiempo... la historia dice que el espíritu del héroe se reencarnará cuando sea necesario. Tu espíritu es el dueño de esos recuerdos!

Linksito miró a otra estatua, la forma de un hyliano más viejo con barba le hizo recordar más cosas.

— El reino sagrado! — dijo Linksito — la cámara de los sabios! Podemos pasar el tiempo dormidos en el reino sagrado dentro de la cámara de los sabios!

Revali añadió — Si recuerdo esa parte del libro! El héroe del tiempo estuvo siete años esperando que su espíritu madurara! Sin embargo, el tiempo pasará normal para nosotros, no lo sentiremos, pero vamos a envejecer.

Máster que había estado callado analizando cuanto podía dijo — maduraremos. Es nuestra única salida.

Revali dijo — sin embargo, no sabemos cómo entrar al reino sagrado.

Linksito añadió. — Por medio del templo del tiempo.

— Está destruido — dijo Revali.

— Pero su magia sigue ahí! Necesitamos las tres piedras y la ocarina del tiempo para poder entrar.

Revali solo sonrió — ya estoy cansado... ya no quiero saber más del tiempo... he luchado lo suficiente, creo... creo que solo aceptaré mi nueva realidad.

Máster sintió su corazón chiquito y le dijo — Oye Revali... no puede decirte que lo siento porque no se por cuantas cosas hayas pasado. Tal vez me las contaste, pero solo tú eres quien vivió todo eso.

Revali no pudo más y una lágrima salió de sus ojos. Máster continuó hablando — pero déjame decirte algo. No hay nada malo que dure para siempre, y si todavía te ves dañado o sientes que todo está mal, pues es porque aún no has llegado al final.

Estas últimas palabras le dieron fuerza a Revali, de inmediato siguió hablando. — entonces... que esperamos para comenzar a buscar las piedras?

Los tres sonrieron y salieron de los sótanos del castillo. Se dirigieron hacia el templo del tiempo y comenzaron a investigar.

Revali miró unos antiguos tallados cerca del altar central del tiempo. — son las tres razas de Hyrule... me preguntó si aún custodian las piedras...

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Las niñas persiguieron a Blue, Violet y Revali de vuelta a la nave donde habían viajado por el tiempo. Vieron que se estaban preparando así que Pittle le dijo a Linkle. — acompáñame, quiero hacer algo...

Las niñas fueron al cuartel general de skyworld y vieron al capitán Pit entrenando a los demás soldados.
Linkle exclamó — el abuelo... palutena siempre nos lo ocultó.

— se lo ocultó a todo mundo Linkle. — dijo Pittle — pero lo hizo con buenas intenciones, yo se eso.

Se siguieron acercando cuando vieron que El Capitan se había sentado. Había sido un arduo día de trabajo y del cansancio se quedó dormido en su silla sin darse cuenta.

— tengo entendido que si de verdad somos fantasmas, podemos comunicarnos con los vivos por medio de sus sueños o sus visiones. — dijo Pittle.

Linkle le respondió — No sabemos cómo hacerlo Pittle! No vayas a hacer algo que después nos vayamos a arrepentir.

Pittle asintió y se acercó al capitán Pit. — Bien — dijo La Niña — si todo sale bien, hablaré con el abuelo para pedirle ayuda.

Pittle hizo un gran esfuerzo con su mente para entrar al sueño del capitán y de repente todo se tornó en azul tenue a su alrededor. A lo lejos logró dial umbral una figura humana. — debe ser el abuelo! — pensó La Niña.

— capitán Pit... — dijo Pittle con voz fuerte.

— Capitán por aquí! — dijo intentando hacer señas y acercándose.

Cuando ya tenía una distancia corta logró ver que era alguien más pequeño y diferente. — Quien eres?! — dijo la pequeña un poco nerviosa.

Se acercó un poco más y miró una figura que ella conocía al cien por ciento.

—Revali..... — dijo Pittle con un poco de duda de lo que había dicho.

Pittle vio que Revali se levantó del suelo y miró a su alrededor.

—Revali...... — dijo de nuevo esta vez con más convicción.

El niño miraba a todo su alrededor para intentar comprender de dónde lo estaban llamando, pero lo único que miraba era un contorno vacío con una iluminación azul tenue. Pittle hacía gestos, pero parecía que Revali no podía ver nada.

Esta historia continuará!!!