La Gran Mansión Smash

Jazmín (simb. Reencuentro)

-Dark Pit!! -exclamó Zelda viendo al ángel oscuro entrando al castillo. Al mismo tiempo corriendo para abrazarlo. -Donde está Palutena!?

-No vino... -respondió a secas.

Link venía acercándose y al ver las alas negras corrió hacia Dark Pit.

-Pitto! -dijo Link con una cara de mucha felicidad, y de mucha esperanza.

-Por eso te dejó mi hermano! -le respondió Dark Pit.

Link cambió su cara de alegría a tristeza. -Donde está Pit? Muero por hablar con él!!

-El junto con Palutena no vinieron. Se quedaron en Skyworld, han pasado demasiado tristes, todo por culpa de ustedes traidores! -decía el ángel oscuro muy enojado.

Zelda añadió. -No fue así! Fue un accidente! Y era Palutena la que se estaba comportando distante conmigo, casi no me hablaba!

-Pit no me dejó explicar sobre la caída de Zelda! Todo fue un accidente y un mal entendido! -exclamó Link.

-Da igual lo que me digan a mi. -les dijo Dark. -yo no les guardo rencor, vine a ayudar no? Ahí miren como arreglárselas con ellos.

Dark entró al castillo y se dirigió a la habitación que compartía con Joker.

-Dark! -dijo Joker corriendo a abrazarlo para que el ángel oscuro le devolviera el abrazo.

-Te extrañe mi vida! -le respondió el ángel negro.

Zelda le había vuelto la depresión y Link se sentó junto a ella en una banca. En eso volvió a llegar Ganondorf, esta vez iba con Lucina.

-Lucina! -dijo Zelda sorprendida. -estás en las andadas de este viejo verde!

-Para empezar no soy verde! Ya soy maduro! Y para continuar Lucina es mi novia! -dijo Ganondorf enojado.

-Princesa, perdone a mi novio, el de verdad quiere la reconciliación con el reino. -le dijo Lucina.

-No lo sé Zelda, parece falso... -dijo Link.

Ellos dos seguían platicando cuando Link miró una silueta blanca pasar a toda prisa hacia los pasillos que llevaba a la ciudadela.

-Ya regresó Zelda, Lucina, fue un gusto... Viejo Verde...

Link salió corriendo hacia el pasillo pero no encontró nada, más que de nuevo la misma silueta pasar hacia otro de los pasillos.

-Espera! Quien eres! -dijo el héroe Hyliano.

Pero la silueta seguía corriendo hasta que se perdió por completo de la vista de Link.

De regreso Link pasó por donde era antes el puticlub, y quedó viéndolo sintiendo nostalgia de los buenos momentos que había pasado allí cuando todos eran amigos aún, y todos estaban preocupados de volver a la mansión Smash.

Al día siguiente, la expedición iba a llevarse a cabo, los suministros habían sido costeados por Hyrule, y las carrozas estaban listas.

-Los niños harán guardia del castillo! Todos los demás, iremos a a encontrar a los Hand! -al terminar Link de decir esto, todos salieron en dirección a la mansión, todos excepto dos sujetos que se quedaron un poco alejado viendo mientras los demás se alejaban.

En el camino, Roy iba en la misma carroza que iba Ike, Byleth y Marth, aguantando los amoríos de los tres chicos, mientras callaba y maldecia en su interior.

Marth a veces quedaba viendo de reojo a Roy, de un reojo que se lo comía, y Ike junto con Byleth parecían tener preferencia entre ellos.

Shulk, Cloud, Zelda y Link iban juntos en otra carroza, para los hylianos era incómodo ver como Cloud le hacía mimos, cumplidos, y caricias a Shulk, y que este solo se los ignorara, y también se los rechazará, pero Zelda lograba ver que Shulk también deseaba hacerle lo mismo a Cloud.

Al fin habían llegado, y todos bajaron de sus carrozas, cuando Ryu notó una pequeña cueva en las partes bajas de la mansión.

-Vamos! -dijo Rosalina adelantándose. Pero en su apurada reacción resbaló y comenzó a caer en un pozo.

Little Mac corrió a agarrarla y la tomó de la mano antes que cayera, para luego levantarla y cargarla como princesa. Ambos se quedaron viendo unos instantes para ellos, pero varios minutos para los demás.

-Ya basta! -les dijo Ken.

Little Mac la bajó, y todos comenzaron a caminar hasta la entrada de la cueva.

Richter iba adelante, y logró ver un líquido morado y viscoso salir de una pared.

King K. Rool rompio la pared y todos lograron ver a Crazy Hand amarrado y sangrando, se miraba demasiado demacrado.

-Llevemolo al castillo, rápido! -dijo Peach, y entre todos lo llevaron de vuelta al reino de Hyrule.

Crazy estaba muy débil, al llegar al castillo todavía estaba desmayado, pasaron tres días y seguía sin reaccionar.

Linksito había ganado la segunda ronda del concurso, y los pokemon al fin había llegado.

-POYO!

Las chicas fueron a abrazar a la bola rosa porque les parecía adorable, y los chicos estaban con los Pokemon.

Esa misma noche, Link estaba pensando en su ángel, miraba a la ventana con esperanza de verlo entrar por la puerta, cuando de nuevo vio la silueta que había estado persiguiendo.

De inmediato bajó a la entrada, y se puso a seguirla, entre los callejones de la ciudadela iba quitando todo cuanto encontrase para esta vez no perderla de vista.

Ganondorf de nuevo había llegado al castillo, y se encontró con Zelda, la princesa ya estaba harta de tantos robos que hacia el gerudo, pero con todo lo que estaba viviendo no había tomado cartas en el asunto.

-Princesa, por favor, te daré algo a cambio para que me permitas volver a aliarme, y prometo dejar también todos los robos en los reinos.

-Es inútil Ganondorf... Vete por favor.

Ganondorf se sacó un papel de su bolso y se lo entregó a Zelda.

-No te me escaparás! -gritó Link, mientras en el camino notó que la silueta había dejado caer una pluma blanca.

El Hyliano corrió todavía más rápido y logró tomar de la parte de atrás de la camisa a quien había estado siguiendo.

-Ahora si veras que es andar haciendo fechorías en Hyrule! -le dijo enojado y quitándole la gorra que andaba para que no se le vieran los ojos.

Un rayo de luz pegó al sujeto y Link quedó con la boca abierta. -Pit!!!