La Gran Mansión Smash

Ixora (Simb. Maestría)

—Espera... —dijo Revali —me estás diciendo que por más que intente salvar a las personas, si estas ya están destinadas a morir, morirán?

Master respondió. —No, porque si las salvas, se creará una línea del tiempo nueva para esa persona. Claro, si lo haces de manera inapropiada, crearás paradojas. Y el mismo tiempo se encargará de reparar esas paradojas. Tal como pasó con tus amigas.

—Como lo sabes!? —preguntó Revali.

—Tenía un Cronolito, niño. Con el no sólo podía viajar en el tiempo, también podía ver acontecimientos futuros.

—Así que ya sabias que te salvariamos, y también ya sabias que morirás!? No entiendo nada!! —dijo Linksito.

—Callate, mierda! —Crazy le dio un sape a Linksito.

Revali miró a su alrededor. —Ves como probabilidades, no? —dijo a Master.

—De quién eres hijo? —preguntó Master.

Revali tomó un suspiro, sabía que Linksito no debía escuchar que era hijo de Zelda, pero a este punto que mas podía perder?

—De Zelda. —respondió.

—Me imagine, debías ser hijo de alguien así de listo, pero bueno, dejémonos de Charlas. Ahora... —Master fue interrumpido

Linksito saltando e interrumpiendo —ERES HIJO DE MI HERMANA!?

—Este... Jejeje... Sorpresa?

Crazy interrumpió. —Pero que ESCROTOS hacemos!?

—Necesitamos ayuda externa. —dijo Master —tengo un amigo en esta época, la tecnología ahorita es casi inexistente, pero estamos cuando iba naciendo.

—Y en qué época estamos entonces? —preguntó Revali.

—Dias después de la creación...

—Pero como la tecnología iba naciendo ahorita? —preguntó Linksito.

Revali respondió. —LOS SHEIKAH!

Master aplaudió, misteriosamente raro por se una mano, y respondió —Tienes toda la razón, los sheikah tuvieron acceso a la tecnología desde muy pronto, se les fue concedido ese don desde el inicio.

—Y entonces que hacemos? —preguntó Revali.

—Vamos al desierto de Lanayru, ahí encontraremos las minas de Cronolito. Con un poco de esfuerzo podremos volver a nuestra época.

Revali preguntó de nuevo —Y en cuanto a mi... Sabes que ocurrirá conmigo? Primero altere las cosas en skyworld, después, altere las cosas en Hyrule. Luego vine, y altere las cosas en la mansión durante el torneo Ultimate... Y ahora, parece que alteraremos las cosas en el super pasado.

—No alteraremos nada —respondió Master —Solo conseguiremos un cronolito de la mina, y volveremos a nuestro verdadero tiempo. Y tu Revali... Ya veré que hago contigo. Pero hasta el momento, te agradezco que hayas salvado mi vida.

Volviendo al tiempo de Revali, Violet estaba pensando que habría sido del niño, así que, aún vagamente sabiendo usar sus poderes, logró contactar al niño telepáticamente.

—Revali... Me escuchas? —preguntó la niña.

Revali confundido, pero creyendo saber lo que pasaba respondió. —Si, Violet!?

—Así es, por fin logró comunicarme, donde estás!? O mejor dicho, cuando estas?

Revali emocionado respondió. —Estoy justo algunos días después de la creación... Estoy en los terrenos que eran de la mansión. Pero nos dirigimos al desierto a buscar cronolitos.

—Cuidate Revali, y recuerda no s...

De repente la comunicación se perdió, Violet aún no usaba del todo bien sus poderes.

—Tengo ratos hablándote Revali! —dijo Linksito. —te pasaba algo?

Revali salió del trance de hablar con Violet, y reaccionó al llamado de Linksito. —Decías?

—te preguntaba si sabes de alguna manera de avanzar más rápido y no ir caminando. —volvió a preguntar Linksito.

Crazy añadio —en este punto de tiempo aún no existían medios de transporte... Pero podemos hacer uno.

—Me parece fabuloso —añadió Revali —cuando lleguemos al desierto será imposible caminar con tanto sol.

Todos se pusieron manos a la obra, y con madera hicieron una carroza que quedó muy elegante gracias a la magia y la fuerza de los Hand.

—Esta linda! —dijo Linksito.

Se montaron y el camino hacia el desierto comenzó.

La carroza avanzaba sola con fuerza mágica de Master, y los cuatro estaban dentro de ella. La carroza les había quedado techada, y Crazy había puesto ventanas especiales para que todo el aire que entrara fuera fresco. Los asientos habían sido acomodados con hojas de diente de león y habían quedado realmente suaves y cómodos. Quedó de un tamaño decente, y la comodidad había quedado buena.
Siguieron hablando durante el camino.

—Cuanto tiempo crees que nos lleve llegar al desierto? —preguntó Linksito.

—Si mis cálculos son precisos, en unos 3 días estaremos llegando. —respondió Master.

—Eso no es nada —añadió Revali —yo estuve meses viajando hacia un agujero de gusano.

Crazy continuó —Bueno, sea como sea, al llegar seguro tendremos bastante trabajo. Hay que ser diligentes.

—Es raro verte hablar así, Crazy —dijo Linksito. —Casi siempre solo sabes hablar tonterías.

Crazy le dio un sape al pobre Linksito. —Callese mierda que también soy muy listo.

El camino siguió hasta que les llegó la noche. Iban pasando por el bosque susurro cuando de repente escucharon un gran rugido.

—Que será eso? —preguntó Revali.

Master se asomó por una de las ventanas para ver que podía ser. —Creo que son los monstruos seguidores del Heraldo que siguen en guerra. Será mejor que pasemos la noche aquí. Este es un punto ciego, no creo que algo nos pase aquí.

La carroza paró y todos bajaron. Hicieron un pequeño bulto de madera, y lograron hacer una fogata. Después de un rato todos quedaron dormidos menos Master y Revali.

—Es increíble todo lo que nos ibas contando, es un gran logro todo lo que hiciste con el tiempo.

—La verdad no se como lo hice, siempre tuve ayuda. —dijo Revali saliendosele una lagrima.

—Lamentarse no sirve de nada, no se que tanto habrás vivido, o los motivos que tuviste, pero tu corazón es noble. Eso es muy bien visto. —respondió Master —en la mansión todos me ven como un patán que quiere solo dinero... Si quiero dinero... Y mucho! Pero también quiero la paz, la bondad, la hermandad. Tengo que fingir un carácter tonto porque es lo que esperan de mi... Pero en el fondo siempre me gusta ayudar a los demás... Tal como tu, Revali.

Ambos siguieron teniendo una charla larga hasta que Revali cayó completamente dormido.

—Tiene un corazón gigante... Ojalá que nunca cambie.

Esta historia continuará!!!