[ XLIV ]

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—Marinette—

—Muy bien, entonces ya todo esta dicho, podemos comenzar—Sonrió Luka mirando a ambas—No olviden el plan, es ahora o nunca.

—Conseguire esas llaves, ya lo verán—Recalque.

Chloe asintio con la esperanza pintada en su rostro a lo que dije y una vez listos, nosotras nos separamos de Luka para así llegar a nuestro primer destino.

—Solo tengo que distraer lo suficiente a Madame Tsurugi y tú podrás tomar esa llave—Rió Chloe a mi lado.

—Claro que si, debemos ser lo más rápidas, sobre todo para que llegues hasta Luka una vez que saque a Kagami de la habitación—Hable con decisión.

El plan era sencillo desde el punto de vista de cualquiera, pero ejecutarlo sería todo un reto. Mientras que Chloe conversaba con Madame Tsurugi, yo entraría a su oficina, allá donde guardaba todas sus llaves en el cajón de su escritorio pero solo esperaba que no fueran por el mismo sitio que yo, después iría hasta Kagami y la sacaría.

Posiblemente era la parte más difícil que me tocaba ya que convencerla sería todo un desafío para que me siguiera.

Y una vez afuera con ella, nos iríamos hasta la parte trasera de la mansión y ahí nos esperarían Luka y Chloe para que ella se marchara de una vez por todas de ese sitio.

—Gracias Marinette, por ayudarnos en esto—Sonrió mostrándome ese brillo en sus ojos azules—Se que tu relación con Kagami ha sido fatal desde que llegaste a este sitio pero...—Suspiro aún caminando—Ella va a estar agradecida por lo que estás a punto de hacer, lo que Tomoe le ha hecho no está nada bien.

Tome un poco de aire pensando muy bien lo que ella dijo, pero aún así asentí a sus palabras.

—Espero que todo salga a la perfección, sino estaremos en graves problemas—Rei tratando de hacer más ameno el panorama.

Estaba arriesgando mi trabajo por lo que me disponía a realizar, pero Chloe tenía razón, yo misma fui testigo del valor que tuvo Kagami para enfrentar a su madre y esperaba que en el fondo, ella fuera una buena persona, teniendo en cuanta de que era muy valiente por defender lo que ella quería.

Saque de lado esos pensamientos y le hice una señal a Chloe para que viera que estaba lista, ella asintio con su cabeza y se dispuso a entrar a la oficina de aquella mujer.

Mientras tanto yo esperaría afuera escondida en una de las esquinas cerca de esa puerta, lo que menos quería era dejar sospechas de mi presencia cerca de Madame Tsurugi.

«Espero que Chloe pueda convencerla de salir» Pensé mientras apoyaba mi espalda en la fría pared de piedra.

«No se preocupen, Madame Tsurugi no se negara a una taza de té»

Recordé las palabras de Chloe y esperaba que así fuera sino estaríamos desaprovechando una gran cantidad de tiempo.

Espere por lo menos unos minutos más hasta que escuche como la gran puerta se abría.

—Lo siento mucho señorita Borgeous pero tengo bastantes cosas que atender, si me disculpa luego podemos sentarnos a conversar.

Cuando escuché eso no pude evitar la sensación de como mi estómago se revolvía, mire a la ventana más cerca y pude ver cómo el atardecer comenzaba a hacerse presente, Luka lo más seguro estaba por llegar al lugar donde acordamos con un carruaje esperándonos.

Si Chloe no la convencía pronto todo se echaría a perder.

—Por favor señora Tsurugi, hace mucho que no deja el trabajo, una hora le vendría bien de descanso—Sonrió moviendo sus manos tratando de hacer que entrara en razón—Además, me he enterado de algunas cosas que pasaron en casa de ya sabe quién—Esta vez abrió su abanico moviendolo con inquietud para así convencerla —Estoy segura de que le interesara saber que sucedió.

Amor y Destrucción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora