Corrió con rapidez por las calles, debía arreglar ese mal entendió que seguro le causaría algunos problemas, sobre todo por que le venía unas disculpas a aquella joven.
Había sido un tonto, no pensó en el daño que podría provocarle a la chica, así que al llegar, se propuso a tocar a la puerta para así llamarla, pero lo contaba con que la abrirían.
Su vista y la de ella se encontraron, pero pudo persivir en la de Alya algo diferente, se notaba tensa y nerviosa pero algo de enojo al igual.
—Nino ¿Qué haces aquí?— Miro de arriba abajo ella, pudo mirar algunas manchas en sus manos al igual que en su ropa.
Él inmediatamente noto eso y miro su aspecto, sintiendo como la sangre le llegaba a las mejillas, ni siquiera se había dado cuenta de cómo había salido del taller.
—¡Ah!—Soltó un grito al ver su aspecto—¡De verdad lo siento! Por llegar así, es solo que sali del trabajo y no note como venia, una disculpa por eso.
Alya no pudo evitar reír por su reacción, aunque estuviese enojada con él, tuvo que cubrir sus labios para no ser descortés, logrando que el chico llevara una mano a su nuca en señal de nerviosismo.
—Nino, no deberías estar aqui—Dijo ya entrando en razón— Mis padres están adentro y yo debo...—No la dejo terminar.
—No Alya, tengo que decirte algo—Ella calló y fue su señal para que continuará— Creo que te debo una disculpa, fui un tonto—Al terminar tuvo que mirar a otro lado que lo fueran sus ojos, se sentía realmente avergonzado por lo que había hecho.
La joven abrio sus ojos por esa petición, después de haber estado hablando con Marinette parte del día, pudo superar algo de ese pequeño error que había cometido, pero aún así, se dedico a escucharlo.
—Te juro que iba a venir por ti, ya estaba listo y me dirigía a tu casa cuando tuve un percanse.
—¿¡Qué!? ¿Te sucedió algo malo?—Se acerco algo asustada para verlo de cerca y comprobar que no estuviera herido.
—No, tranquila estoy bien, no fue nada de eso— La tomó de ambos hombros para que se relajará—Un asunto personal, créeme que cuando pasó nunca recordé lo que teníamos planeado.
Alya abrió sus ojos por esa confesión, aún podía sentirse algo molesta con él, pero no podía culparlo, tratándose de un asunto que fuera importante para él.
Así que decidio calmarse y tratar de mantenerse serena ante la situación, a pesar de todo, el había ido hasta su propia casa a pedir disculpas y eso era algo que ella valoraba de él y aunque muy a su pesar lo hizo muy tarde, el gesto fue muy considerado, no cualquiera se paraba frente a alguien a pedir perdón, pues no se aceptan los errores tan fácilmente.
—Agradezco mucho tu sinceridad Nino— Junto ambas manos en señal de nerviosismo, aun no podía controlar esa parte suya, era un movimiento involuntario que siempre salía a la luz en ese tipo de situaciones.
—Es lo menos que podía hacer, después de lo que te hice pasar, espero que no haya pasado nada malo con eso— Sonrió algo apenado.
—No te preocupes, ya es cosa del pasado—Asintió tratando de dejar pasar la situación.
—Quiero compensartelo, claro, si me dejas hacerlo— Se animo a decir.
Alya no comprendió muy bien esas palabras, pero aún así espero a lo que tuviera que decir.
—Si estas de acuerdo, quisiera que esta noche puedas salir, hacer lo que teníamos planeado la noche anterior—Habló con sinceridad— Pero solo si tú aceptas, claro está.
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Amor y Destrucción
Fanfiction-Adrien lleva ocultando un gran secreto a la sociedad que espera que nadie lo descubra, trata de vivir como una persona común y corriente entre la gente de París.- -Marinette, es una joven bibliotecaria que trata de ayudar a su madre en cualquier ga...