XLV

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—Marinette—

Nada más llegar a la mansión Tsurugi todos los guardias que jamás me podía imaginar ya estaban amontonados pasando se habitación en habitación.

Mis manos comenzaron a temblar estrepitosamente, sentía los nervios de punta a cada segundo que pasaba y veía a algún soldado pasar por mi lado.

—Esto es extraño, jamás había visto tantos guardias ni en el pueblo ni en la mansión—Hablo mi madre interrumpiendo mi momento de tensión.

Ya estábamos haciendo nuestras labores, pero aun así no era sencillo con el ir y venir de los guardias a cada instante cerca de nosotras.

Algunas veces de tan distraída que iba chocaba con alguno o me metía en su camino haciendo sonar el metal de sus armaduras contra mi.

«De acuerdo Marinette, tienes que relajarte sino llamaras la atención de alguno de ellos»

Sabía que estaban buscando información sobre el paradero de Kagami, Ivonne al pasar por un lado mío me contó que cuando varias compañeras estaban limpiando el vestíbulo, dos guardias se acercaron y comenzaron a hacerles preguntas.

Así que tenia que mantenerme concentrada y hacer como que nada había sucedido, lo que menos quería era que me preguntaran algo y les demostrará el estado en el que me encontraba y soltara todo de golpe.

No quería para nada eso, sería mi fin y delataria a Luka y Chloe y era lo que menos tenía pensado hacer.

Ellos depositaron toda su confianza en mi y no iba a delatarlos con quien menos debía.

«Hazlo por Luka y Chloe, hazlo por ellos»

De cierta forma también pensaba en Kagami, el ver su rostro lleno de esperanza al ver cómo su hermano la sacaba de ahí era lo que me motivaba a no decir una sola palabra de lo ocurrido por la noche.

Así que trate de concentrarme en mis deberes, pero todo esto fue imposible cuando sentí un brazo tomarme de la cintura, introduciendome a una de las habitaciones, quise gritar pero también me lo impidieron cubriendo mi boca.

El atacante estaba detrás de mi impidiendo que me escapara, me removi con fuerza para así hacer que me soltara pero pronto al sentir como acercó sus labios a mi oído pude descifrar de quien se trataba.

—Soy yo princesa—Al momento que dijo eso mis hombros dejaron de tener esa tensión y pronto recobre el aliento.

Al momento me soltó y gire para quedar enfrente suyo, como mi respiración aún agitada por todo lo que me hizo pasar.

—¿Por qué hiciste eso?—Pregunte entrecortada—No era necesario—Lleve una mano a mi pecho.

—Lo siento—Se acercó a mi y me tomó de las mejillas para acercarme un poco más a él—No quería asustarte, perdón—Apoyo su frente sobre la mía y me sonrio contagiandome de igual forma—Es solo que cuando te tome por la cintura, vi que ibas a gritar y nos descubrirán—Rió por lo bajo y me dio un casto beso en los labios.

En cuanto dijo eso, caí en cuenta de lo que sucedia, no podía estar él aquí.

—¿Qué haces aquí?—Dije algo preocupada y Adrien pronto noto mi preocupación—Hay guardias por toda la mansión ¿Cómo se te ocurre entrar?.

—Lo se, he venido aquí por que descubri algo y necesitaba entrar.

Cuando dijo eso, no pude evitar hacer una mueca por sus palabras no entendía cual era el motivo.

—¿A que te refieres?.

Abrió la puerta donde estábamos ocultos y al ver que no había nadie alrededor, volvió a cerrarla y sacó de su cinturón un libro el cual me entregó.

Amor y Destrucción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora