[ XLVII ]

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Las manecillas del reloj de escuchaba en esa gran casa y el frío inundaba el lugar, más sin embargo prefería estar ahí que en su propia casa.

Los días pasaron y no fue tan mal como ella creyó, todo iba en perfecto orden y pronto podía sentir esa libertad que tanto esperaba y de la cual, ella veía vagamente desaparecer con su madre ya que estaba destinada a estar atada a su triste destino.

Desde que era una niña, su madre no paro de exigirle más, le pedía perfección en todos los sentidos y nunca pudo disfrutar las cosas como ella las sentía, fue tan duro vivir cada uno de esos momentos porque no todo era bueno en esa mansión, también hubieron varios castigos que su madre le llegó a dar por no obedecerla como quería.

Luka había contratado a un par de personas en la mansión ya que al ya estar habitada se necesitarían varias manos para limpiarla, además de  que eso la ayudaba a no estar sola gran parte del día, puesto que él salía a trabajar como era de costumbre.

Más ese día, no fue así, lo vio después del desayuno lo cual le pareció algo extraño pero no le dio tanta importancia, quizá el quería estar más tiempo con ella.

—Kagami ¿Podrías venir al salón un momento?—Pregunto mientras abría la puerta de su habitación.

Ella asintió y dejó el libro que estaba momentos antes entretenida con su lectura.

Busco a Luka con la mirada, pensando así que lo encontraría unos pasos adelante suyo más no fue así. Siguió con su camino a la parte de abajo y con cuidado bajo las escaleras escuchando leves voces. Cuando por fin bajo, a sus espaldas se encontró de espaldas a una chica que conocía perfectamente.

—¿Crees que este bien que allá venido? Los guardias quizá me hayan seguido.

—Claro que no Chloe, no pienses demasiado las cosas, ya he estado en la mansión y créeme, ni siquiera están buscándola.

Miro de forma detenida a la pareja que se encontraba frente suyo y una vez que Luka se dio cuenta de su presencia le sonrío y eso hizo que Chloe girara en automático para verla.

—¿Chloe...?

La rubia no se lo pensó dos veces y corrió hasta la azabache para estrecharla entre sus brazos.

—Se que no te gustan las muestras de afecto pero no lo puedo evitar—Dijo aun abrazada a ella—¿Cómo estas?

—Bien... E-eso creo.

El ojiazul camino hasta ellas una vez que se separaron y se coloco a su lado aun con su sonrisa al verlas a ambas de ese modo.

—Traje aquí a Chloe para que viniera a verte—Subió una mano en su hombro y miro a la rubia—Creo que necesitabas compañía aparte de mi, así que ¿Qué mejor que ella?.

—Gracias hermano.

Luka asintio y las dejo solas para que pudieran platicar de una mejor manera.

—Y...¿Cómo has estado?

—Bien, supongo—Kagami se encogió de hombros mientras comenzaban a caminar por los pasillos.

La rubia noto cierta inconformidad por parte de la chica, suspiro y llevo su mirada al suelo pero la levanto con decisión para así seguir, quería hablar con Kagami y aunque sabia como era su actitud, no se rendiría tan fácil y conseguiría que se la pasara bien, a eso había ido.

—¿Te gusta estar aquí? Yo desde que llegué no dejo de pensar que es un hermoso lugar para vivir ¿No crees?—Giro un poco su vista a la azabache—No es como la mansión en donde vivías que era enorme y te perdías por un rato si no la conocías, pero está tiene un toque más acogedor.

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