Mi amiga me mira seria, esperando que la dé una explicación a mi situación con Ashton.
-¿Habéis discutido? — negué - ¿Entonces?
Suspiré.
-Simplemente estoy ordenando mis pensamientos para saber cómo contártelo.
Mi amiga asintió y comió de su plato de macarrones, que, para qué mentir, sabían a gloria.
O era yo que tenía demasiada hambre.
-Cuando estábamos donde Charlie — comencé —
-Oh, ¿aún sigues con ese tema?
-Si lo menciono es porque es importante.
Mi amiga dejó de comer y prestó toda su atención en mí.
-Cuando estábamos donde Charlie y Ashton apareció... mencionó algo que... no sé Ari, no sé si me estoy volviendo loca o qué.
-¿Qué fue lo que mencionó?
Suspiré.
-Le preguntó a Ashton sobre si ya se enamoró de mí cuando yo estaba en el hospital el año pasado.
Ari frunció el ceño.
-¿Cómo sabe Charlie sobre tu operación?
-Charlie lo sabía todo sobre mí. Ashton ya me lo dijo.
-Creo que no entiendo nada. Entonces ¿Ashton ya te conocía de antes?
-No lo sé... Le conté de esto a mi hermana y me dijo que no hiciera caso a Charlie, que él estaba loco, pero la reacción de Ashton realmente me asustó. Mandó callar a Charlie, pero lo hizo como si... como si prefiriera morir antes de que Charlie dijera algo.
-Creo que apoyo a tu hermana. Nadie mejor que tú sabe que Charlie tiene menos neuronas que un pez, su cabeza no funciona bien Lorea.
-Es que hay más... antes estuve hablando con él por teléfono.
Le conté a mi amiga toda mi conversación con Ashton.
-¿Y de repente cambió su actitud? — asentí —
Sabía que mi amiga lo veía tan raro como yo, pero seguramente estuviera pensando en alguna excusa para decirme y dejar de preocuparme.
-No creo que sea importante. Ashton es bipolar, ya sabes.
-Sí, pero eso no justifica nada. Sé que no quiere que yo sepa algo pero... no sé si debo preguntarle o dejarlo estar.
-Si estás tan segura de que hay algo... déjalo estar. Si él no te lo ha dicho aún supongo que es porque no es el momento adecuado.
-Han pasado meses, Ari.
-Pues deja pasar más. Tiempo al tiempo, ¿sí? Y ahora come, esos macarrones están pidiendo a gritos desaparecer del plato.
-o-
Narra Ashton
Cuando cerré la puerta del piso, Aaron apareció en el pasillo.
-¡Vaya! ¿Ya estás aquí?
-Sí, dije que tenía que ir a trabajar.
-Pero si hoy no trabajas... idiota.
-Lo sé.
-Wow, ¿mala comida con la cuñada y la suegra?
Eché mi pelo para atrás y miré a Aaron.
-No. He hablado con Lorea por teléfono.
-¿Y bien...?
-Voy a decírselo.
Aaron dejó de meter las cosas en el lavavajillas y se giró quedando frente a mí.
-No vas a hacerlo. ¿Estás loco?
-No decírselo me hace sentirme como una puta mierda, ¿entiendes?
-¿De verdad? ¿Y dónde queda toda esa basura que le dijiste de que no querías hacerla daño? Sabes que contándoselo la vas a hundir...
-Pero las cosas han cambiado. Quiero decir...
-Ya sé que son diferentes al principio y que tú no esperabas que pasara. Pero eso ella no lo sabe.
-Pues se lo explicaré.
-¿Y quién te dice que vaya a dejar que se lo expliques? — rio — En cuanto la cuentes tres palabras de la historia va a abofetearte donde sea que estéis.
Me levanté de la silla y cogí mi chaquea.
-Gracias por tus ánimos, 'amigo'.
-Yo solo te digo la verdad, tío. Eres tú el que trata de huir de ella. La bola que has creado ya es lo suficientemente grande como para que, cuando salga a la luz, arrase con todo.
Subí a mi cuarto dejando a mi amigo hablando solo.
Revisé mi móvil buscando a la única persona que me podría realmente ayudar ahora mismo.
Abrí su nombre y llamé.
Dos, tres pitidos.
-¿Sí?
-Will, soy yo.
-Sí, he visto tu nombre en la pantalla — rio- ¿Ocurre algo?
-Necesito tu ayuda.
-¿Algo sobre los entrenamientos?
-No voy a volver.
-Sigo esperando que lo hagas, ya cederás. ¿Y Lorea va a volver?
Puse mis ojos en blanco.
-No. Pero es de ella de lo que necesito hablarte.
-Sé lo que estás pensando y te sugiero que no lo hagas.
-¿Por qué? Para ti no supondría ningún problema más... Ya te despidieron en su momento.
-Sí, gracias por recordármelo. Sin embargo yo quiero recordarte a ti que mi despido vino a causa de que yo te conté a ti algo que no debía, ¿recuerdas tú eso?
-Pero yo necesito contárselo a ella.
-No. Esa es mi última palabra. No hundas lo vuestro. Tengo cosas que hacer. Adiós Ashton.