capítulo 12: mirror

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A la mañana siguiente no tenía ni idea de cómo debía sentirme. Pero estaba

1. Feliz por haber decidido confiar en Ashton.

2. Ansiosa por verle esa mañana de nuevo.

3. Incómoda por no poder decirles a mis padres sobre Olivia.

4. Enfadada por no poder hacer nada de momento que pueda ayudarla.

5. Cansada de tener que pensar en todas aquellas cosas.

Si le contara a Will, a mis padres o a alguna de las chicas todo lo que me estaba pasando, probablemente me llevarían a un psiquiatra.

Cuando llegué al polideportivo, todo se sentía diferente. Mi cabeza estaba ocupada en un 90% por mi hermana, y por fin, no lo estaba por Ashton.

Saludé a Will al salir del vestuario.

-¿Cómo nos hemos despertado hoy?

-Feliz, animada, entusiasmada....

-Lo típico en ti, ¿verdad? - bromeó Will-

-Muy gracioso - le sonreí - ¿Qué vamos a hacer hoy?

-Brazada, así que ya puedes ir poniéndote las pilas... queda un mes para la competición.

Asentí y comencé con mi trabajo.

De vez en cuando me costaba respirar a causa de la operación de hace algo más de un año, pero lo último que quería es que Will lo notara, avisara a mis padres y ellos decidieran separarme de este deporte.

Paré antes de que los 10 minutos pasaran, y Will se acercó a mí extrañado.

-¿Hay algún problema?

Negué con la cabeza.

-No, es... solo que... - cogí aire fuertemente - estoy... cansada...

-¿Estás segura de que es por eso? Si estás teniendo algún problema yo...

-Will, no. De verdad, estoy bien.

-Bueno, está bien. Pero ya sabes, en cuanto sientas que te agotas... avísame. Son ya las 9, has terminado por hoy. Bien hecho - me sonrió -

Salí del agua y fui corriendo al vestuario, necesitaba sentarme y estar sola.

Me acerqué al espejo y bajé mi bañador, dejando mi cintura para arriba desnuda.

Imité la acción de hace dos noches, llevando a la yema de mis dedos por el camino que recorría la cicatriz.

Estaba empezando a doler de nuevo.

Cuando quise darme cuenta, tenía la cara empapada de lágrimas. Odiaba ese reflejo. Odiaba tener aquella enorme cicatriz que me había condenado para toda la vida.

¿Quién querría acostarse con una chica con una cicatriz de 29 centímetros de largo?

Se asustarían y saldrían corriendo. Pero no les juzgaba, yo también lo haría.

Me coloqué el bañador en su sitio, y cuando me giré para coger la toalla y el champú para la ducha, vi una silueta apoyada en las taquillas mirándome fijamente.

-¿Cuánto tiempo llevas ahí? - dije asustada de lo que pudiera haber llegado a ver -

-Lo suficiente.

-¿Lo suficiente?

-Lo suficiente para haber visto todo.- me miró apenado, y mordió su labio inferior al no saber qué más decirme -

-Yo... no quería que lo supieras así. Quería decírtelo por mí misma, pero me asusta lo que pienses y...

-Ey, ey - se acercó a mí - No me asusta que tengas una cicatriz, ni que te hayas tenido que someter a una operación así, pero... solo no me esperaba haberlo sabido así - me acarició la mejilla- te he echado de menos esta noche -

-Ni siquiera te ha podido dar tiempo a echarme de menos - reí -

-Te aseguro que sí me dio tiempo - me besó dulcemente en los labios, y entonces me ruboricé al pensar en algo -

-Ashton... ¿tú... me has visto...

Ashton sonrió y se cruzó de brazos apoyándose, de nuevo, en las taquillas-

-¿Te avergüenza que te haya visto sin ropa?

Me ruboricé aun más cuando sonrió. Asentí.

-Oh, venga ya, tarde o temprano iba a verte...

-Ahora mismo no sé si me da más vergüenza que me hayas visto semi desnuda o que hayas visto la cicatriz...

Ashton se acercó de nuevo a mí, y, como era costumbre en él, chocó nuestras frentes y volvió a besarme.

-No deberías avergonzarte de ninguna de las dos, Lorea. A mí me has encantado de las dos maneras.

Mordí ni labio inferior y salté enganchando mis piernas alrededor de su cintura, dio media vuelta y me dejó apoyarme a mí sobre las taquillas.

-¡Irwin! ¡Carracedo!

Me bajé de un golpe de la cintura de Ashton, fui a por mis toallas y me adentré en la ducha.

-Cinco minutos más, y si Will no nos hubiera gritado así, juro que lo que hubiera pasado en ese vestuario no sería apto para menores.

-Eres un imbécil - sonreí - Vete a entrenar, anda, nos vemos a la tarde.

Ashton me guiñó un ojo, y salió del vestuario.

-o-

-¿Y ya? ¿No hicisteis nada más?

-Te lo vuelvo a repetir; no Ari, no pasó nada. Pero... joder...

-Te hubiera gustado.

Ari me sonrió y yo me sonrojé. Jamás me había pasado algo así.

-Fue muy raro.

-Estabas cachonda perdida, cariño.

Pegué a Ari en el brazo y ella comenzó a reírse.

-Eso es que sí. Ya verás cuando lo hagáis, ¡vas a flipar!

-¿¡Quieres cerrar el pico?! Ashton y yo no vamos a hacer nada...

-Él parece no opinar lo mismo...

Resoplé. Ari podía llegar a ser muy pesada.

-Me ha visto la cicatriz.

Me salió solo. Sin pensarlo.

-Y aún así me ha tratado igual.

Ari rodó sus ojos y me miró.

-Te he dicho mil veces que si un tío de verdad te quiere le va a dar igual que tengas una cicatriz de 30 centímetros, que seas manca o que te falte un dedo del pie.

-Lo sé... pero ha sido tan raro...

Ari me miró sonriéndome, como si estuviera contemplando algo que le gusta muchísimo.

-¿Qué me miras tanto?

-Me encanta que por fin te hayas enamorado.

Same beat | Ashton IrwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora