Capítulo 4: Aaron.

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Cuando llegué al entrenamiento al día siguiente, me sorprendí con una cabellera castaña metiéndose en el agua.

-Buenos días Will.

-Buenos días, ¿qué tal te encuentras hoy?

-Bien, bien. Pero… - miré insegura a Ashton, que mantenía su vista fija en mí - ¿qué hace él aquí? – dije lo más bajo posible para que él no se enterara-

-Quiso recuperar las horas en las que faltó, ¿por qué?

Me encogí de hombros restándole importancia. La hora y media que estuve allí Ashton no quitaba su vista de mí, al menos cada vez que a mí me daba por mirar a donde él se encontraba, y aquello me ponía cada vez más nerviosa.

Cuando Will nos avisó de que podríamos retirarnos, salí de allí lo más rápido que pude. No quería que Ashton se parara a hablar conmigo.

O mejor dicho, era yo la que no quería hablar con él.

Seguro que me preguntaría por qué no le contesté a aquel mensaje, y yo no tenía ningún argumento. “Pensé que ibas de coña”, diría yo. Aunque, por su cara, parecía verdaderamente molesto conmigo. ¿Y si la había cagado y de veras necesitaba ayuda?

De todos modos no sé por qué recurrió a mí. Quiero decir, nos conocemos de hace tan solo un par de días… y él tiene amigos más cercanos que lo que yo soy de él.

Cuando salí del vestuario preparada para irme a casa, me sorprendí con que Ashton no estuviera allí. Una mitad de mí se sintió aliviada, la otra mitad se sentía… ¿decepcionada?

Introduje las llaves en la cerradura y escuche a mi madre reír mientras hablaba con alguien.

-Hola mamá.

Dejé las llaves en un mueble que teníamos en la entrada y me dirigí a la sala, pero me encontré con que mi madre no reía con una de sus amigas que traía a casa.

-¿Ashton? – soné más sorprendida de lo que en verdad estaba, realmente me pareció raro que no se parara a hablar conmigo en el entrenamiento. Pero el chico era listo, si él venía aquí sabía que hablaría con él sí o sí –

-Hola Lorea – me sonrió algo forzado, y un incómodo silencio se hizo en la sala-

-Bueno… yo me voy, ¿sí? Os dejo solos que yo he quedado con Marissa, te veo a la hora de comer, cariño.

Mi madre fue a acercarse a darme dos besos pero antes de que lo hiciera, Ashton habló.

-Hoy Lorea no va a comer en casa, iba a invitarla a comer a la mía.

¿Qué? ¿Me iba a invitar a mí a su casa? ¿Cómo?

Same beat | Ashton IrwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora