Durante la comida apenas cruzábamos palabra alguna. Se sentía bien estar en silencio, pero una parte de mí quería preguntar a Ashton sobre su vida.
Cuando escuché su conversación con Aaron, me quedó claro que Ania, la chica que encontré en su Facebook, fue su novia. Y que yo le gustaba a Ashton, o eso dejó ver cuando hablaba con Aaron.
Y también me quedó claro que no había llegado a mí por casualidad.
Me había estado buscando.
¿Por qué?
Levanté mi vista de mi porción de pizza que aún quedaba, y la dirigí a la de Ashton, que apartó la suya de mí al ver que le estaba mirando.
No pude evitar sonreír, pero en el momento que recordé que yo no conocía a Ashton por casualidad, la borré de inmediato.
-Vale, no aguanto más. – dijo de repente, haciendo que volviera a mirarle - ¿Qué te ocurre?
-Tengo demasiadas cosas en mi mente, y en todas ellas apareces tú.
-¿Qué quieres decir con eso?
-¿Por qué apareciste de repente un día en los entrenamientos? Quiero decir… jamás te había visto allí, y pareces tan cercano a Will…
-Will es un viejo amigo de la familia -eso me pareció raro, ya que también era cercano a la mía-, y cuando me mudé aquí, dejé la natación. Pero Will se preocupó demasiado en hacerme sentir mal por haberlo dejado, y me pidió que entrenara con él.
Asentí. Eso sonaba bastante lógico.
-Lorea…
-¿Sí?
-Has… has escuchado mi conversación con Aaron, ¿verdad?
Me tensé de inmediato. Esta casa debía tener cámaras ocultas. Era imposible que él me hubiera visto escuchándoles, estaba segura de ello.
Ashton soltó una risa.
-Puedes decírmelo, no pienso hacerte nada si eso es lo que piensas.
-¿Por qué sabes que he escuchado?
Ashton me miró divertido, pero aún así, se veía preocupación en su rostro.
-Desde que entraste en el salón después de haber estado yo hablando con él, has estado tensa. Y has empezado a preguntarme cosas sobre mí cuando nunca lo has hecho.
-En realidad, siempre he tenido mil preguntas que he querido hacerte, solo que haberos escuchado ha sido… como el boom.
