-No puedes pretender cantar igual que Hayley, eso es imposible.
-Cierra el pico, Irwin.
-¡Eh! ¡Solo yo tengo derecho a llamarle así!
Ari alzó una ceja y me miró pícara.
-Irwin, Irwin, Irwin, Irw…
-Eres agobiante – bufé y me levanté hasta la cocina de los chicos, para coger un vaso de agua –
Ari y Ashton seguían manteniendo una conversación sobre aquel grupo de música, Paramare o algo así. En realidad, no les estaba prestando atención.
Me senté junto a Aaron, que miraba entretenido el periódico mientras sujetaba un bolígrafo.
-Debes estar de broma – dije al ver lo que estaba haciendo, mientras me sentaba junto a él - ¿En serio te gustan hacer estas cosas?
Aaron me miró mientras me sonreía.
-Ejercitan la mente, ¿sabes?
-Eres una maldita caja de sorpresas – reí – Si el día que te vi por primera vez me llegas a decir que te gustan los sudokus me rio en tu cara…
-Es prácticamente lo que estás haciendo ahora.
-Cieeeeerto – pensé – Pero me rio de forma indirecta. No es como si hubiera empezado a reírme a carcajada limpia aquí mismo – sonreí –
Decidí ayudarle en lo poco que le quedaba por terminar, pero los gritos de Ashton y Ari nos desconcentraban.
-¡Dios mío! ¡Creo que si pudiera pagar para que os volvierais a llevar mal lo haría! – dije mientras bufaba.
-Celosaaaaaaaaaaaaaaaa – dijo Ashton, y yo alcé ambas cejas –
-Irwin, no me tientes…
-Irwin solo me lo llama ella – dijo señalando a Ari –
-Iros a la mierda – me levanté del sofá y fui a por mi chaqueta. Salí de la casa dando un portazo-
Fui a la parada de bus más cercana. En el fondo no sabía por qué había reaccionado así, pero desde que llegamos aquella tarde a casa de los chicos, Ashton y Ari no paraban de tontear.
Que si Irwin, Ariadna, que si ahora hablo de los Paramare estos, ahora te acaricio la manita, luego te toco el pelo…
Aaron parecía no darse cuenta de lo que estaban haciendo. Pero yo jamás me había puesto así por ningún chico que me había gustado antes que él.
‘Es que él no solo te gusta. Estás enamorada, imbécil’