Esta frase la utilizamos muy a menudo para darle importancia a un momento concreto que va a marcar nuestra vida, da igual el motivo y la connotación que tenga. Es una manera preciosa y organizada de como nuestro cerebro separa los actos esenciales de otros que no lo son. Ponemos tanto entusiasmo y vida en ese instante, que si algo no sale como hemos planeado nos derrumbamos, porque no contemplamos todas las posibilidades ni opciones que pueden surgir. Mi padre me dio un consejo, que me ha evitado muchos disgustos, "para, mira a tu alrededor, observa todas las posibilidades y respuestas, están ahí". En muchas ocasiones buscamos respuestas en lugares equivocados, cuando en realidad, están en nuestro entorno. Así que cuando llegue ese día, contempla la situación, el entorno y ahí encontrarás las diversas posibilidades y lo que finalmente extraerás de ese día, no olvides que el fin último es el crecimiento.
Después de los anteriores acontecimientos tan intensos y felices, va a dar paso la búsqueda del mapa para conseguir que ese día sea perfecto. Es muy estresante, dadas las circunstancias de la Pandemia poder celebrar una boda, pero tal y como estamos ahora pueden acudir unas cien personas, pero no sabemos cuanto tiempo durara esto. Esta claro, que queremos hacerlo cuanto antes, puesto que es algo que ha surgido de manera imprevista y preciosa, y nos merecemos después de tanto tiempo, que nuestro momento sea realmente perfecto.
Durante las horas que tenía libre, me iba a casa de mi madre para que me echara una mano con la preparación, obviamente sin olvidarme de Paula que iba a ser el centro de toda la organización. Debo contaros, que mi madre es modista, viene de familia porque ella no estudió para ello, sino que se licenció en el Grado de Historia y Geografía especializándose en Arqueología. Su padre, mi abuelo Gregorio o Goyo, era sastre en Madrid, tenía junto su hermano Pepe una sastrería que se llamaba Herrera haciendo honor a sus raíces. Tenían muy buena fama, de hecho al parecer el Rey encargaba los trajes allí. Bueno, pues mi madre María José, después de muchos años decidió junto con mi ayuda, abrir una tienda que se llamó Las Herrera. Recuerdo la cara de felicidad mi madre, fue un momento precioso cuando subieron el cartel y lo vio.
Ella es una completa artista, da igual lo que quieras hacerte, ella te arregla todo lo que haga falta para que te siente como un guante. Conforme fueron pasando los años, como había gente que venía a que les arreglara los vestidos de novia, empezó a aprender como trasladar su diseño a un traje. Actualmente, es una de las mejores modistas que hay en la zona, por tanto, ya os imagináis quién va a hacerme mi vestido.
Cuando llegué a su casa, estaba todo lleno de muestras de telas, tantas que no sabría identificar cuántas había. Pero Paula, estaba en el otro lado con la mesa patas arriba de la cantidad de papeles, muestras de colores, flores y de todo un poco. He de decir, que mi estrés aumentó de un cuatro a un diez en tan solo dos minutos. Pero, debo agradecer que tengo a las mejores mujeres del planeta organizando mi boda.
Me traje a Biggie, para que no estuviera solo. A mi madre le daba mucho respeto, y a mi perro Golfo ya ni te cuento, pero no podía quedarse solo tantas horas. Se quedó tranquilamente jugado en el jardín con su hueso y con eso tenía para un buen rato. Nos sentamos en la mesa y mi madre me enseñó las telas que más le gustaban para empezar a tomarme medidas. Mi idea del vestido era la siguiente, quería que el corpiño fuera con piedrecitas y flores, que brillara mucho, con el escote triangular pero sin ser demasiado pretencioso. Que fuera acompañado de una larga y voluminosa falda que tuviera los toques de piedrecitas por la parte de abajo y si pudiera llevar algún toque de flores en color rosa pastel sería una auténtica pasada. Sé que mi madre puede hacer que mi idea se haga realidad, y eso me pone muy nerviosa. No quería una tela demasiado blanca, si no más bien como color hueso o crema, porque él iba a llevar un traje de color claro. Se lo he enseñado a mi madre, para que pueda mostrarme telas que queden perfectas con el suyo.
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¿Te quedas conmigo?
Teen FictionMía es una joven que ha vivido experiencias en su adolescencia que han marcado el nuevo rumbo de su vida. Ha conocido qué es vivir el acoso escolar de primera mano, la depresión y la desesperación de sentirse sola. Pero un día de verano sin esperarl...