¿Te quedas conmigo?

Volveremos a abrazarnos

"Me gusta hablar en futuro. Porque tú eres tu propio destino. Tú eliges como será, todas tus acciones van elaborando un futuro nuevo. Nunca cierres puertas definitivamente, no te cierres a un mundo de posibilidades. No te ates, déjate libre"

Ya han pasado más de dos semanas desde la última vez que le vi. No sé cuando terminará todo esto. No hago más que pensar en volver a verle, en que volveremos a besarnos. Sé que volveremos a abrazarnos. Simplemente, volveremos a ser los que éramos. Es duro, es muy difícil un amor a distancia y además con peligro entre medias. Cada vez que hablo con él me invade una felicidad que me hace olvidarme de que estamos en cuarentena. Sí, suena horrible decirlo y más cuando lo dices en voz alta, es como si estuviéramos hablando de una película de zombis o algo por el estilo.

Veo nuestras fotos, los álbumes, los detalles y las cartas que nos hacemos. ¿Cómo es posible que una persona pueda ser tu luz? Se me pasan tantos momentos por la cabeza, ahora mismo. Solo quiero un abrazo de esos que solo sabe dar él. Escribí una poesía, dedicada para él, y hoy más que nunca ansío su piel. Se llama fundidos en la misma piel:

Yacen tu cuerpo y el mío,
fundidos en la misma piel.
Las caricias se convierten
en el soplo del viento.
Los besos se convierten
en las pisadas de la arena.
Tus abrazos se convierten
en las olas que se sumergen.
Las miradas se convierten
en el amanecer desde la orilla.
Nuestras voces se convierten
en el choque de las olas contra las bahías.

A veces siento como si estallara
un brote de luz dentro de mí .
Cada vez que oigo tu voz
por un momento pienso,
que dolor tan grande olvidarte.
Yace dentro de mí la idea
de pertenecer a otro,
el formar parte de otra persona.
Lo que significa fusionarse en uno solo
y dejar de ser dos, lo lejos que llegaríamos.

No puedo poner límites a algo,
que queda más grande que el universo: el amor.
Uno dentro de otro para formar una sola cosa:
Un sentimiento grandioso e infinito,
libre y feliz,
exitoso y ansioso de mejorar,
lleno de esfuerzo y valentía,
pero sobretodo de locura.
He llegado a la conclusión de que la locura
es la fuente de la fusión.
Sí, porque amar ya es una locura.
Es dar todo tu amor, dedicación, tiempo,
todo lo inimaginable, como dar tu vida a otra persona,
sin importar nada lo hacen.

Fuimos para dejar fluir.
Amamos para dejar amar.
Comemos para dejar amar.
Bailamos para dejar bailar.
Cedemos para dejar lugar.
Dejamos lugar para apostar.
Y apostamos arriesgando por la mayor locura:
fundirnos.
Fundirnos en una misma piel,
que se erice, que se queme,
que se revuelva hasta que enloquezca.

Solo quiero decirte que:
Hacer es querer.
Querer es poder.
Poder es resolver.
Resolver es comprender.
Comprender es dedicar.
Dedicar es imaginar.
Imaginar es apostar.
Apostar es arriesgar.
Y arriesgar, es amar.

La verdad, es que el amor es extraño. Es raro e indescriptible. De hecho, ayer mismo encontré una carta que le escribí a Nico hace un año aproximadamente. 

Bueno Nico,  está carta probablemente nunca la recibas, pero necesito desahogar todo lo que siento.

Desde la primera vez que te vi, sin conocerte de nada, sentí que ibas a ser tú la persona que amaría toda la vida. Me enamoré de ti sin conocerte, y cuando por fin llegó nuestro momento, cada vez te quería más. Tan poco tiempo juntos y te amaba con todo mi corazón, no era ilusión, era amor. Hace casi seis años que nuestra relación y nuestro amor fue forjándose con el tiempo, pero qué dura es la vida y qué duros muchos momentos que hemos decidido pasar. Jamás se me ha hecho costumbre estar a tu lado, comer pizza, merendar doritos, o cenar un bocata en la piscina. Es verdad que este final merecía una historia, y nuestra historia ha sido lo más bonito que me ha podido pasar en la vida. Pero eso no quita que esto sea un final, al menos por ahora.

La última vez que nos separamos, fue muy duro para los dos, pero ¿sabes qué? Que si me hubieras hablado para decirme que me quedara, lo hubiera hecho sin pensármelo.

Hubiera aguantado un mundo por estar contigo, pero estos últimos tres meses han sido muy duros para los dos. No he dejado de quererte, simplemente me he dado cuenta de que todo el esfuerzo que estaba haciendo no estaba sirviendo de nada. Solo hubiera bastado un "te juro que voy a cuidarte, no te vayas" en el momento que tocaba. He estado esperando a que pudieras superar tus problemas y me amaras como has hecho siempre, pero no ha podido ser. Realmente si me he sentido desilusionada es porque en el fondo pensaba que este día no iba a llegar, que todo iba a cambiar que me ibas a decir otra cosa, pero está claro que si yo no puedo ni he podido tomar la decisión de alejarme de verdad es porque te quiero demasiado, daría mi vida por ti. Ayer me dolió mucho todo lo que pasó, me hubiera encantado poder haber escuchado otras palabras tuyas antes de que me dijeras adiós, pero supongo que te hubiera dolido más. ¿Sabes lo qué más me duele? Haber escuchado de ti que todo era monótono, que estabas aburrido, que todo era igual. Cuando yo era entrar por la puerta y sentirme feliz por poder verte sonreír. No me importa las cosas que hiciéramos, ni lo que dejáramos de hacer, yo me he dado contra la pared por hacerte feliz y hace tiempo que no lo hago. Eso es lo que me duele, me atraviesa entera hasta el alma, el no haberte hecho suficiente feliz para que tus problemas a mi lado no fueran tan grandes. Para que todo lo malo que te pasaba, al menos conmigo hubiera sido más fácil, pero en cambio lo he conseguido.

Realmente me he sentido frustrada y es que la palabra dolida se queda tan lejos de lo que siento por no haberte entendido o prestado la suficiente atención o haber conseguido llevarte por otro lado para que superáramos juntos los problemas.

Me siento mal porque no he conseguido ser la razón que te sacara de la mierda. Porque lo que siento por ti jamás lo voy a sentir por nadie, lo que hemos vivido es tan nuestro que el mundo no puede saber lo maravilloso que ha sido. Nada ha sido suficiente para que nuestro amor saliera adelante.

Es que me importas tanto, el pensar que ayer que me iba de casa y que no volvería a aparecer por ahí nunca, que no volvería a besarte, ni a hacerte sonreír, ni a besarte la nariz, ni a contemplar tu belleza, ni a abrazarte, ni volver a hacerte el amor, ni que me acompañes a hacer pis que mira que soy pesada, ni que cocinemos, ni volver a tener un detalle por nuestro aniversario, quitarme los pendientes cuando nos tumbamos, ni volver a despertarte a las tantas de la madrugada porque no podía dormir, ni tener que escuchar como te  levantas veinte veces al baño por la noche, ni subir en el ascensor siendo un primero, vivir en Mercadona todo el día, que me beses las piernas mientras estamos en el sofá, nada volverá a ser y se me hace el corazón pedazos.
Ayer no estaba preparada para lo que me dijiste, seguía teniendo la esperanza de que no pasaría, pero algún día tenía que pasar.

Solo puedo darte las gracias por haberme entregado 6 años de tu vida que han sido maravillosos, ojalá la vida y el destino actúe con consecuencia y algún día nos deje ese capítulo para poder terminar el libro. Pase lo que pase siempre vas a ser mi oso, siempre vas a ser mi Príncipe y mi Rey. Nunca voy a dejar de quererte, porque no es solo que esté enamorada de ti, es que a las personas no se las deja de querer.

El amor nunca se extingue, solo cambia.

Nunca vas a perderme, nunca y espero que no lo olvides, siempre vas a poder llamarme y estaré, porque eres una maravillosa persona, eres especial y brillas diferente, y eso es lo más bonito de este mundo.

Espero que solo o con ayuda, consigas subir y no hundirte ni estancarte, planea tú vida, organízala, conócete a ti mismo, y por favor nunca dejes que nadie te diga que no puedes o no vales. Porque eres oro, pero te falta pulir. Espero que la vida se porte bien contigo y seas feliz de verdad, porque te lo mereces Nico. Que te vaya bien. Quien sabe, igual nuestras vidas se vuelven a cruzar, eso solo lo sabe el destino.

Te amo.

La verdad, es que seguro que no estáis entendiendo nada. Normal, porque no os he contado que pasó aquella noche que vi a Nico en la urbanización de Aurora con aquella panda.
Pero antes de seguir con la historia, debo seros sincera. La verdad, es que decidí escribir este libro, a raíz de haber escrito esta carta.