¿Te quedas conmigo?

La devastación

"La devastación es causa imperfecta de la espontaneidad. Lo espontáneo te da la vida, y es ahí donde encuentras tu caos"

La verdad, es que veces me sorprendo a mí misma con la capacidad que tengo de intuir cuando algo malo se avecina. Soy una chica que se guía por las sensaciones, las intuiciones, me atrevería a decir. Es algo que siento justo antes de que pueda pasar algo que me haga daño, mi cabeza, mi cuerpo lo sabe. Tiende a huir. Pero hay momentos, en los que no hay escapatoria, solo puedes armarte de valor, respirar y enfrentarte a ello.

A los meses de estar en el colegio, dominaba en mí otra vez aquellas inseguridades que durante el verano, casi había dejado a atrás gracias a él. Pero Nico me necesitaba, estaba sufriendo en silencio. Había repetido curso, la verdad es que no le ayudaron en ningún momento. Había estado el año anterior viviendo en Argentina. Venía de un país con un Sistema Educativo diferente al español, y desde el colegio deberían haberle ayudado a superar las dificultades que se estaba encontrando. Pero era demasiado esfuerzo, tiempo y dedicación a sus trabajos, que al fin y al cabo era lo que les había tocado como segundas opciones. Pero la suerte que tuvo, es que sus compañeros, que eran los del año de mi hermano, le recibieron muy bien. La verdad es que para ser un chico tímido, su vida social desde luego que no tenía límite. Pero realmente, este fue el principal foco del problema, las amistades.

Entiendo, por propia experiencia, que llegando nuevo y además repitiendo, te aferres a lo primero que veas para comenzar a hacer amigos. Puesto que yo tuve que hacerlo también un par de años después. Pero conforme van pasando los meses, vas abriendo círculos, y dándote cuenta de quién sí y quién no. Pues este no fue el caso. Como yo temía, la gente comenzó a hablar de nuestra relación, al parecer una pareja está formada por los novios y en suma por los amigos. En fin, que voy a contaros que no sepáis.

El caso es que Nico escuchaba a personas que en su momento le caían bien, no es que les considerara amigos como tal, simplemente creía estar en un buen ambiente, no sé si me entendéis. Y fue cuando todo empezó a emborronarse. Para ser sinceros, ni a mí me gustaba la gente con la que iba, ni a él le gustaba con los que yo me juntaba, en resumidas cuentas, pero jamás nos lo dijimos. Comenzaron a oírse rumores por ambos lados, es decir, en primer lugar se escuchaba que Nico tonteaba al parecer con unas cuantas chicas del curso, pero la preocupación principal eran dos, una su ex, Aida y la otra chica nueva que todo el mundo hablaba de ella, Iris; en segundo lugar, se escuchaba que yo tenía una relación muy cercana con uno de mis mejores amigos en ese momento, Álvaro. Sí, el ex de Daniel. Bueno, debo decir que cuando él llegó nuevo, ese mismo día quedamos por la tarde. Debíamos solucionar o al menos hablar las cosas que no se habían solucionado en su momento, si queríamos empezar con buen pie el año.

- Holaa
- ¡Eyyy!
- Oye deberíamos hablar sobre algo...
- Mira Mía, me porté como un gilipollas. La realidad es que él nos contó cosas que no te gustaría saber. Por ello te decíamos todo aquello. Sé que no es justificación, porque al fin y al cabo nosotros no habíamos tenido una relación contigo...
- Ya, pero pintasteis en el suelo de abajo de mi casa que era una puta.
- Tía, te lo juro que lo siento muchísimo. De vedad que no tengo nada en contra de ti, yo no sé que nos pasó, pero Daniel no vale la pena. Sí, te dejó ir, ya está claro. Después de discutir con Daniel, las gemelas me lo explicaron todo.
- Bueno... Yo tengo muchos problemas en el colegio, y no me apetece tener más.
- Te prometo que por mi parte todo solucionado. - Te doy mi palabra.
- Vale.
- ¿Podemos empezar de cero?
- Mmmm
- ¡¡¡¡Vaaaa!!!!
- Vale, sí pesado...

Bueno ahí empezó nuestra amistad.

Prosigo. Nico y yo comenzamos a generar una desconfianza, que cada vez iba a más. Pero nos manteníamos defendiéndonos a pesar de todo.