ꜱᴇʀᴇɴᴅɪᴘɪᴛʏ ~ ꜱʜɪɴɪᴄʜɪʀᴏ ꜱᴀɴᴏ

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24 de diciembre, 2002

El día estaba nublado y hacía bastante frío debido a la nieve, se podía apreciar como cada familia celebraba la festividad en sus hogares.

La cena navideña sería en la casa de los Yoshida tal y como lo acordaron.

Por primera vez, estas dos familias lo celebrarían junto a otra.

Tres golpes en la puerta bastaron para llamar la atención del pequeño Kimura que estaba ansioso por la noche y los regalos.

- Mamá, ya llegaron. – Le informó desde la sala.

La mencionada junto a su esposo se acercaron a la entrada principal para abrir la puerta.

- Es un gusto que pudieran venir y tenerlos aquí. – Kenzo habló saludando a los invitados.

- Igualmente, nos alegra compartir con ustedes. – Mansaku habló.

Todos ingresaron, se dirigieron a la sala donde estaba Kimura, Kakucho e Izana viendo televisión y que también comían aperitivos, eso hizo que Mikey se uniera rápidamente a ellos.

Shinichiro miraba por todo el lugar, pero no encontraba a su novia.

- Ella está en su habitación, le faltaba por arreglarse. – Hiroko se acercó a él.

- Ah, ya veo. – Rascaba su nuca.

- Puedes ir por ella, de cualquier modo ya se está tardando mucho. – Le señaló la dirección.

- Claro, iré a buscarla. – No había necesidad en la información que le entregaban, él conocía perfectamente la habitación de la chica.

Subió las escaleras sin ser notado por los demás. Ningún ruido provenía de la habitación de la chica, "¿Y si le pasó algo?", pensaba. Tocó la puerta dos veces y no hubo respuesta, "Debería entrar."

Empujó la puerta lentamente, asomando su cabeza para mirar el interior.

Nada.

Entró y cerró la puerta detrás de él, caminó en dirección al baño, la única parte en la que pudiera estar sin ser vista.

- ¿_____? – Apegó su cabeza a la puerta.

- ¿Shin? – Abrió la puerta topándose con su rostro.

Llevaba un vestido rojo que dejaba al descubierto sus brazos, en la parte superior estaba ajustado a su cuerpo y el resto estaba más aflojado. Unos tacones altos combinaban con el color del vestido.

El cabello tomado dejaba ver la joyería que usaba y también dejaba al descubierto las clavículas que le daban un toque demasiado sexi a los ojos de su novio.

Se veía realmente hermosa.

Shinichiro se quedó embobado, no quitaba la vista del cuerpo de la chica.

Se acercó y la acarició, su rostro, hombros, brazos, cintura y terminó con las manos en su trasero.

- Te ves maravillosa esta noche. – Su rostro estaba sonrojado por completo.

- También te ves hermoso hoy. – Pasó sus brazos por el hombro del chico y se abrazó a él. - ¿Buscas tentarme? –

- Yo diría que tú lo buscas. – Le besó el arco del cuello.

- Entonces acerté lo que quería. – Se dejó llevar por el beso.

Detuvo su acción – Lo olvidaba, tu madre me envió por ti. – Volvió a mirarla mientras le hablaba - ¿Qué te falta? –