- Estoy nervioso. – Shinichiro se confesó al estar frente a la sala, mientras esperaban ser llamados.
- Yo igual. – Lo miró y tomó su mano – Será algo hermoso, ¿Traes la grabadora? –
- Por supuesto, jamás olvidaría eso. – Buscó en el pequeño bolso que la chica llevaba, pero se desesperó cuando no la encontró – Espera, antes de salir la dejé aquí adentro. – Siguió buscando mientras sacaba cosa por cosa.
Trató de calmarlo al verlo tan angustiado mientras buscaba – Está bien, estoy segura de que podemos pedirle a la doctora que guarde la grabación y llevarla la próxima vez. – Tocaba su hombro.
- Es que solo debía hacer eso... y no pude. – Tenía la cabeza agachada mientras guardaba las cosas al interior del bolso – Lo siento. –
Le sonrió y acarició su cabello buscando su mirada – No tienes que disculparte, son cosas que tienen arreglo. – Dejó un beso en la mejilla del chico cuando levantó la mirada.
Se sonrojó un poco y le sonrió, realmente amaba las caricias que su esposa le da – Hoy te haré la cena. –
Asintió – Esperaré por ello entonces. –
Una voz muy conocida los interrumpió – Disculpen... -
Ambos miraron en su dirección, asombrándose ante la persona que estaba ahí – Manjiro, ¿Cómo sabías...? – Shinichiro fue el primero en hablar.
- Yo los escuché hablar en mi cumpleaños. – Se veía muy ordenado a comparación de como siempre vestía – Y creí que tal vez no les molestaría si los acompañaba... yo realmente quiero acompañarlos. – Desviaba su mirada de vez en cuando, estaba levemente sonrojado – Si les molesto, puedo irme. –
Se miraron entre ellos, sabían exactamente que pensaba el otro, así que ______ habló – ¿Por qué razón nos molestarías?, ven aquí, llegas justo a tiempo. – Palmeó el asiento al lado de ella.
Los ojos del menor brillaron y una gran sonrisa se formó en su rostro – Muchas gracias, prometo portarme bien. – Se sentó a la par de la chica y la abrazó – Ah, lo olvidaba. – Buscó en el bolsillo de su chaqueta – Fui a la casa a buscarlos pero no estaban, entonces encontré esto en la mesa, supuse que se les había quedado. – En sus manos tenía la grabadora.
- Pensabas en negociar la grabadora si es que te decíamos que no te podías quedar. – Shinichiro entrecerraba los ojos al mirarlo.
- Deja de decir mentiras, no sería capaz de eso. – Desvió la mirada y un puchero se formó en sus labios.
La pelinegra solo se limitaba a reír mientras veía a ambos hermanos discutir.
- ______ Sano. – La doctora estaba en una entrada mientras miraba a la chica con una sonrisa – Ya pueden pasar. –
Los dos chicos se levantaron de un salto, y la pelinegra fue más calmada.
Ya adentro, ______ se recostó en la camilla, Shinichiro se quedó a su lado mientras le tomaba la mano y Mikey se ubicó al lado de su hermano mientras miraba con atención todo lo que realizaba la doctora.
- ¿Cómo te has sentido? – La mayor le preguntaba a la chica mientras aplicaba gel en la parte baja del abdomen.
- Por el momento bien, solo un poco disgustada con las náuseas y el vómito. – Le comentaba – Pero nada que no pueda tolerar. –
- Es bueno saberlo. – Acercó el Doppler hasta el abdomen de la chica – Vamos a comenzar. – Miró a los presentes y se asombró ver la cara de expectantes de ambos chicos.
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ꜱᴇʀᴇɴᴅɪᴘɪᴛʏ ~ ꜱʜɪɴɪᴄʜɪʀᴏ ꜱᴀɴᴏ
Romance¿Sería posible que aquel chico lograra enamorarla con su torpeza? Una inseguridad se había desarrollado en él por tantos rechazos, por lo mismo, nunca pensó que ella ya había quedado encantada desde la primera vez que lo conoció. ▻ Historia creada...