Después de todo, Shinichiro sí fue a la casa de _____ esa noche.
Ahora ambos estaban acostados, ella tenía su cabeza apoyada en el pecho del pelinegro, mientras éste le acariciaba la cabeza.
- Los chicos me matarán cuando se den cuenta que no estoy en la casa. – Soltaron una risa.
- Lo siento, hacía mucho frío para dormir sola. – Ocultaba su rostro con las manos.
- Lo sé, por lo mismo vine, no quería que te resfriaras. – Besó su frente.
Después de un rato de estar así, ella recordó algo.
Se sentó en la cama y se dirigió a uno de los cajones que tenía cerca de su cama.
- ¿Qué haces? – Shinichiro también se sentó sin quitarle la mirada, amaba verla desnuda, sobre todo cuando ella trataba de tapar su cuerpo.
- Busco esto. – En su mano tenía un manojo con llaves – Trae todas las llaves de la casa, son para ti. – Se las entregó.
- ¿Lo dices en serio? – Lo tomó en sus manos.
Ella asintió – Así no debo levantarme a mitad de la noche cuando vengas. – Entre risas se volvió a cubrir con la ropa de cama.
- Tampoco tendré que saltar la ventana. – Volvió al lado de la chica y la atrajo hacia él – Gracias por las llaves. –
Al día siguiente...
- _____ - Su compañera de clases le habló.
- Dime. – La miró con una sonrisa.
- Hoy en la mañana, un chico preguntó por ti. – Le dijo mientras guardaba sus cosas.
Se quedó estática - ¿Quién era? – Le dio un poco de desconfianza sin razón.
- No lo sé, nunca lo había visto... Tampoco dijo su nombre. – Parecía recordar algo – Dijo que volvería. –
- ¿Y cómo era? –
- Rubio y alto. –
No conocía a nadie así, la descripción no calzaba con ninguno de los hombres que ella conocía o hablaba.
Le agradeció por comentarle esa información y luego se despidieron.
Una extraña sensación se formó en ella ahora, quería llorar, pero no sabía la razón.
Comenzaron por seguirla, después los mensajes y ahora la iban a buscar... ¿Pero quién era?
Sus manos y piernas comenzaron a temblar.
En la salida no dejaba de mirar a todos lados, se sentía observada, quería esconderse.
Saltó del susto cuando alguien detrás de ella le tomó el brazo.
- Hermana, ¿Qué pasa? – Izana estaba mirándola, él había sido quien le tomó el brazo.
- Cariño, me asustaste. – Fingió una risa – Estaba distraída, solo fue eso. –
- Quisimos venir a buscarte. – Atrás de él estaba Kakucho.
- Estás cumpliendo tu promesa. – Ambos rieron - ¿Vamos por un helado? –
Los menores asintieron rápidamente.
- ¿Y dónde está Kimura? – Miró a su alrededor.
- Ah, dijo que iría a la tienda de Shin. – Kakucho habló.
- Debí suponerlo. –
Sin más se fueron.
_____ intentaba disimular su temor. De vez en cuando miraba a los lados para ver si alguien la seguía, pero no fue así.
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ꜱᴇʀᴇɴᴅɪᴘɪᴛʏ ~ ꜱʜɪɴɪᴄʜɪʀᴏ ꜱᴀɴᴏ
Romance¿Sería posible que aquel chico lograra enamorarla con su torpeza? Una inseguridad se había desarrollado en él por tantos rechazos, por lo mismo, nunca pensó que ella ya había quedado encantada desde la primera vez que lo conoció. ▻ Historia creada...