24

5.2K 492 108
                                    

Después de todo, Shinichiro sí fue a la casa de _____ esa noche.

Ahora ambos estaban acostados, ella tenía su cabeza apoyada en el pecho del pelinegro, mientras éste le acariciaba la cabeza.

- Los chicos me matarán cuando se den cuenta que no estoy en la casa. – Soltaron una risa.

- Lo siento, hacía mucho frío para dormir sola. – Ocultaba su rostro con las manos.

- Lo sé, por lo mismo vine, no quería que te resfriaras. – Besó su frente.

Después de un rato de estar así, ella recordó algo.

Se sentó en la cama y se dirigió a uno de los cajones que tenía cerca de su cama.

- ¿Qué haces? – Shinichiro también se sentó sin quitarle la mirada, amaba verla desnuda, sobre todo cuando ella trataba de tapar su cuerpo.

- Busco esto. – En su mano tenía un manojo con llaves – Trae todas las llaves de la casa, son para ti. – Se las entregó.

- ¿Lo dices en serio? – Lo tomó en sus manos.

Ella asintió – Así no debo levantarme a mitad de la noche cuando vengas. – Entre risas se volvió a cubrir con la ropa de cama.

- Tampoco tendré que saltar la ventana. – Volvió al lado de la chica y la atrajo hacia él – Gracias por las llaves. –


Al día siguiente...

- _____ - Su compañera de clases le habló.

- Dime. – La miró con una sonrisa.

- Hoy en la mañana, un chico preguntó por ti. – Le dijo mientras guardaba sus cosas.

Se quedó estática - ¿Quién era? – Le dio un poco de desconfianza sin razón.

- No lo sé, nunca lo había visto... Tampoco dijo su nombre. – Parecía recordar algo – Dijo que volvería. –

- ¿Y cómo era? –

- Rubio y alto. –

No conocía a nadie así, la descripción no calzaba con ninguno de los hombres que ella conocía o hablaba.

Le agradeció por comentarle esa información y luego se despidieron.


Una extraña sensación se formó en ella ahora, quería llorar, pero no sabía la razón.

Comenzaron por seguirla, después los mensajes y ahora la iban a buscar... ¿Pero quién era?

Sus manos y piernas comenzaron a temblar.

En la salida no dejaba de mirar a todos lados, se sentía observada, quería esconderse.

Saltó del susto cuando alguien detrás de ella le tomó el brazo.


- Hermana, ¿Qué pasa? – Izana estaba mirándola, él había sido quien le tomó el brazo.

- Cariño, me asustaste. – Fingió una risa – Estaba distraída, solo fue eso. –

- Quisimos venir a buscarte. – Atrás de él estaba Kakucho.

- Estás cumpliendo tu promesa. – Ambos rieron - ¿Vamos por un helado? –

Los menores asintieron rápidamente.

- ¿Y dónde está Kimura? – Miró a su alrededor.

- Ah, dijo que iría a la tienda de Shin. – Kakucho habló.

- Debí suponerlo. –

Sin más se fueron.


_____ intentaba disimular su temor. De vez en cuando miraba a los lados para ver si alguien la seguía, pero no fue así.

ꜱᴇʀᴇɴᴅɪᴘɪᴛʏ ~  ꜱʜɪɴɪᴄʜɪʀᴏ ꜱᴀɴᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora