Un peso en el pecho hizo que la pelinegra despertara. Miró a su alrededor, lograba identificar que aún era temprano, considerando de que recién alumbraban los rayos de sol a través de la cortina.
Miró hacia el origen del peso, topándose con Shinichiro descansando plácidamente sobre su pecho. Llevó una mano hasta tu cabeza y le acarició el cabello, podía sentir la respiración del chico chocar con su piel. Notó que éste tenía la boca levemente abierta, "Quizás qué estuvo haciendo hasta tarde".
Quería levantarse, pero no lograba mover sus piernas, tal vez por la presencia del chico o quizás por cómo había quedado de la noche anterior.
El sonido de una llamada hizo que el chico se levantara de salto y contestara, mientras se limpiaba con una mano los restos de baba.
Un frío recorrió el cuerpo de la chica, haciendo que ésta tomara las sábanas y se cubriera por completo, mientras miraba el cuerpo desnudo de su esposo.
– Sí, hoy regreso, no te preocupes. – Caminaba de un lado al otro – Está bien, adiós. – Cortó la llamada y volvió rápidamente a la cama para recostarse al lado de la chica – Buenos días, amor mío. – Habló con cierta ternura y escondió su rostro en el cuello de la chica.
– Buenos días, esposo mío. – Ella le respondió con una risa juguetona al sentir como el chico repartía besos por su cuello – ¿Izana llamó? –
Soltó un suspiro – Sí, se supone que los chicos debían acompañarlo en la tienda, pero ni contestan las llamadas. – Lo siento, no pudimos tener una luna de miel más larga por mis problemas. –
– ¿Bromeas?, estuvimos todo el fin de semana aquí, y ni hablar de lo bien que lo hemos pasado. – Acarició el cabello del chico, tratando de hacerlo sentir mejor – Siempre haces todo perfecto. –
– ¿Todo? – Soltó una pequeña risa nasal cuando la chica asintió – ¿Cuánto tardará el saber si quedas embarazada? –
– Tengo entendido que dos semanas más o menos, recomiendan eso para las pruebas de embarazo. – Hizo círculos en el pecho del chico – ¿Por qué? –
– Excelente. – Giró a la chica, dejando que la espalda de ella tocara su pecho – Te daré duro estas dos semanas. – Habló cerca de su oído y acercó su miembro erecto a la entrada de la chica, tomando una de sus piernas para elevarlas ligeramente – Tranquila, no tienes que hacer nada, solo disfruta. – Repartió besos por el cuello de la chica antes de comenzar a embestirla.
– ¿Le pagaron a Seishu para que se quedara con Izana? – Miraba a sus amigos, quienes estaban sentados con la cabeza agachada – Se los pedí a ustedes porque sabía que Seishu estaría ocupado. – Llevó una de sus manos a su cabeza.
– Pero él nos dijo que no había problema. – Takeomi susurraba bajo, como si lo estuvieran regañando.
– Claro que no iba a negarse si se lo pedían. – Se dio la vuelta y comenzó a trabajar en una motocicleta.
– Creí que estaría de mejor humor después de la luna de miel. – Wakasa susurró.
– Les dije que sería mala idea, está así porque le arruinamos su luna de miel. – Benkei respondió – Quizás ahora si no nos den ningún hijo para que seamos sus padrinos. –
Los otros dos chicos lo miraron inmediatamente, llevando una de sus manos al pecho.
– No digas esas cosas, no le des ideas. – Takeomi señalaba a Shinichiro.
Por su parte, el pelinegro escuchaba todo lo que sus amigos trataban de "murmurar", negaba con su cabeza mientras sonreía. Una voz lo distrajo.
– ¿Y qué tal?, ¿Todo salió bien? – Izana llegó a su lado.
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ꜱᴇʀᴇɴᴅɪᴘɪᴛʏ ~ ꜱʜɪɴɪᴄʜɪʀᴏ ꜱᴀɴᴏ
Romance¿Sería posible que aquel chico lograra enamorarla con su torpeza? Una inseguridad se había desarrollado en él por tantos rechazos, por lo mismo, nunca pensó que ella ya había quedado encantada desde la primera vez que lo conoció. ▻ Historia creada...