Where you at

Capítulo 25

- Las reglas son simples.

Posicionó la botella en el centro, sentandose en el suelo justo enfrente de ella.

Jungeun tragó pesadamente y asintió. Se sentía traviesa ante la idea de jugar nuevamente como tanto disfrutaba cuando estaban en la universidad.

Jinsol giró levemente la botella y ambos ojos miraron su rotación - Si el cuello de la botella te señala, es mi turno de preguntar, si está viéndome a mí, entonces lo harás tú.

- ¿Qué pasa si no tengo una pregunta en mente?

- De esa manera puedes exigirme hacer algo - Jungeun apretó los labios y una diabólica sonrisa apareció en su rostro.

- Te aviso que no estoy dispuesta a comer nada fuera de lo normal.

- De acuerdo, yo tampoco quiero hacerlo - estrechó su mano - Descarta también la idea de urtarme algo en el rostro, mi piel es en extremo sensible.

- Gira la maldita botella Jeong Jinsol.

Una risa tonta salió de la boca de la mayor, abriendo sus labios e inclinando su cuello hacia el frente al hacerlo. Parecía una nerd totalmente y Jungeun sonrió ante la imagen.

- Un segundo - la más alta se puso de pie, colocando el letrero de "no molestar en la puerta".

- ¿Cómo estoy tan segura que no vas a matarme? - Jinsol rodó los ojos y giró la botella.

Ambas amigas miraron su movimiento, cuando finalmente paró, el cuello de ésta estaba observando a la rubia.

- Ésto será interesante.

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- Creo que estoy algo ebria.

- Vamos, es tu turno.

Jungeun estaba enfocada. La última hora había sido atacada por cientos de preguntas que realmente no deseaba contestar. Desde anécdotas vergonzosas, hasta comparaciones estúpidas como desear ser un anfibio ciego o comer una cucharada al día.

- Mierda - chasqueó Jinsol.

- Eso es - Jungeun apretó su puño en modo de celebración, finalmente era su turno - Moja tus pies con alcohol.

- ¿Mhm?

- La botella, ahora - señaló sus pies.

- No voy a mojarlos - tomó la botella dispuesta a beber como castigo al no obedecer, pero la rubia se la arrebató, derramando un poco en ambas.

- ¡Mira lo que has hecho! - sacudió su mano, intentando deshacerse del exceso entre sus dedos.

- Descuida - en su cabeza parecía una buena idea, en su cabeza aquella situación ni siquiera atravesó sus pensamientos. Jinsol tomó la mano de su mejor amiga con fuerza, acercándola a su rostro y lamió las yamas de sus dedos hasta secarlos de vino.

La intención no era mala, pero la reacción fue la peor.

Jungeun tragó fuertemente sintiéndose un tanto incómoda, la mayor lo notó y se separó. Ni siquiera lo había hecho de manera sexy o una mierda así, quería limpiarla, molestarla al llenarla de su saliva y al mismo tiempo, aprovechar al máximo el alcohol que restaba, bebiendo de él como consecuencia de no rosearlo en sus pies. Muchas soluciones en un solo gesto, que ni siquiera pensó lo suficiente antes de hacerlo, pero lo había hecho y aquel golpe bajo su abdomen se hizo presente.

- Mmm no lo hiciste - intentó retomar la conversación, alejando un poco la incomodidad en el ambiente - Lo dejaré pasar, pero me debes una.