Where you at

Capítulo 33

- ¿Jiwoo?

Estatura media, ojos grandes, labios carnosos y ese característico flequillo bailando sobre su frente.

Chaewon cerró los ojos y se dejó caer nuevamente en la silla.

- Yo, yo no tenía idea - logró distinguir nuevamente la voz de la periodista a su lado, trayéndola de nuevo a la realidad.

Continuó con los ojos cerrados unos segundos más, sintiéndose mareada. En los últimos minutos había experimentado toda clase de sensaciones; Temor a la incógnita, felicidades y arrepentimiento el escuchar que su Hyeju nunca correspondió las insinuaciones de la mujer frente a ella, dolor al descubrir que sí la estaba engañando, confusión luego de imaginar estar viendo a Jiwoo y finalmente, humillación, al tener que dar la cara a la periodista quien la observaba con lastima.

- Yo, debo irme lo siento.

- No por favor, espera, no puedo dejarte ir.

Pero Chaewon ya se había ido.

O al menos, eso era lo que ella creía.

Decidió seguir su instinto una vez más, y aunque su cabeza no era su mejor amiga, ya no había nada en su vida que valía la pena.

- Disculpa - se acercó a una joven aperlada que con trabajo sostenía algunos platos sobre sus manos. Había chocado con ella en la puerta anteriormente haciéndola saliendo su trance antes de decir enfrentar a la periodista. La mesera la miró, y a pesar de que Chaewon no sabía quién era, en ese lugar desconocido, necesitaba un poco de hogar.

- ¿En qué te puedo ayudar? - preguntó un una brillante sonrisa, aunque la locutora sabía que por dentro estaba locamente ocupada, deseando que no la interrumpieran en su trabajo.

- Me gustaría hablar con Jiwoo.

- ¿Con quién? - alzó la ceja - Aquí no hay -

- Oh perdón - golpeó su frente sonriendo - Con la mujer del flequillo, la que estaba aquí hace un momento.

- Lo siento, pero estamos excedidas de trabajo. Tal vez...

- Puedo esperar - interrumpió - ¿Cuál es tu nombre?

- Yerim - nuevamente sonrió, dejando uno de los platos sobre una repisa.

- Chaewon - sonrió, sintiendo un nudo en el estómago - ¿Ella es la chef?

- Por el momento sí.

- Me lo imaginé - mintió - Me gustaría felicitarla por la comida.

- Oh eso es muy amable de su parte, pero le repito que en este momento es imposible. ¿Por qué no espera en la mesa de la esquina? Yo me encargaré de atenderla hasta que la dueña del lugar regrese.

Chaewon sonrió desconcertada y se dirigió a la mesa del fondo. Se sentó y aunque el restaurante frente al mar era evidentemente sobre mariscos, aquella mesa olía a flores.

Sin buscarte te encontré en todas partes, principalmente cuando cierro los ojos.

Leyó una pequeña nota anónima oculta al final de la mesa y apretó el puño. Hyeju se había burlado de ella.

Sacó su celular y marcó a Jinsol, por primera vez, la azabache no era su prioridad. Para su desgracia, Jinsol tenía el teléfono apagado. Dejó cientos de mensaje suplicándole que la llamara tan pronto estuviera disponible, y esperó, esperó con el estómago repleto de dudas y un corazón vacío que guardaba la esperanza de encontrar a Jiwoo con vida.