Who Are You? [J. Jungkook & Tn]

19

——Puedo llevarla sin ningún problema, no puedo dejar que una de las empleadas de mi empresa ande sola a estás horas por las calles. — me dijo con su semblante serio.

—— Le vuelvo a repetir, señor Jeon — también yo estaba mirandolo seria. —— Que no es necesario, pero si tanto le preocupa, no me iré sola, alguien está esperando por mí, abajo.

Él no dijo nada más y paso a un lado de mí, yo coloqué mi bolso sobre mi hombro y lo seguí afuera. Llegamos hasta el ascensor y subimos juntos, era algo incómodo estar encerrada ahí con él, decidí sacar mi móvil y mirar los mensajes, ya tenía una sonrisa en el rostro, Taehyung me hacía bromas por chat. En los tres meses que habían pasado, me dí el tiempo de conocerlo mejor, pero eso no quería decir que ya confiara del todo en él, hay cosas que aún no entendía...

Escuché a Jungkook carraspear un poco su garganta y las puertas del ascensor se abrieron. Apenas llegamos hasta el piso de abajo, pude ver a Taehyung apoyado sobre su auto color rojo, mientras me miraba con una sonrisa en sus labios.

——¿Qué hace Kim aquí? — escuché decir a Jungkook, pero lo ignore.

——Tae — le sonreí y me acerqué a él.

——Hola, preciosa, ¿nos vamos? — me dijo con algo de coquetería en sus palabras, yo solo asentí algo sorprendida, nunca antes me había dicho así. ——Oh, buenas noches, Jungkook. — miró al otro que estaba parado mirándonos fijamente.

——Buenas noches, Kim. No esperaba que estuvieras por aquí tan tarde en la noche.

—— Invité a salir a Tn está noche, será una manera de reforzar la amistad entre nosotros. — habló con una pequeña sonrisa de por medio.

—— ¿Reforzar la amistad? — se puso todo serio. —— No sabía que eran tan buenos amigos...

——Lo somos, ella y yo nos llevamos muy bien, hay una buena relación entre nosotros.

Taehyung no paraba con sus palabrerías, no sé si solo estaba poniendo a prueba la paciencia de Jungkook o si todo iba en serio. La noche era fría, pero ahora mismo se podía sentir más calor que en el mismo infierno.

—— Ya veo — le respondió el otro con una mirada imponente. —— Y, ¿A dónde irán? — sonrió un poco.

¿Y a él que tenía que importarle a dónde iríamos nosotros? Que se monte a su coche y se vaya a casa a cumplir los caprichitos a su Soyeon.

——Tae, ¿podemos irnos ya?

——Claro que sí. — rápidamente rodeo su auto y me abrió la puerta. ——Lo siento, Jungkook, tal vez a la próxima te invitemos a venir con nosotros.

Taehyung le dió una pequeña palmada en la espalda y abrió la puerta para subirse al coche, pero antes de eso, Jeon se acercó y se inclinó un poco para mirarme.

—— Señorita, Tn, mañana la quiero aquí una hora antes y sea puntual, odio esperar.

Tan rápido como terminó de hablar, se montó en su coche y aceleró bruscamente dejando en el camino una ola de humo que salió del escape de su auto.

——Loco — susurré y me abroche el cinturón de seguridad.

Con Taehyung solo habíamos salido a comer algo por ahí y luego me llevó a casa. A la mañana siguiente me desperté por el sonido de la alarma que no paraba de sonar cada cinco minutos.

——05:00 am — repetí para mí misma. ——¡Ahg, Jungkook!

[.....]

——Buenos días, Tn — escuché a Will, hablarme.

——Buenos días.

——¿Y esa cara? ¿Qué haces levantada tan temprano? — se sirvió un poco de café.

——Voy a trabajar...

——¿La señora Shin te subirá el sueldo para mandarte a trabajar tan temprano?

Era obvio que mi hermano no sabía nada de que yo estaba trabajando hace meses en el empresa de los Jeon, de ser así, me hubiera hecho trizas ya. Después de todo lo que había pasado en nuestras vidas, él detesba a cualquier integrante de la familia Jeon y no quería verme cerca de ellos, nunca más.

——Bueno, tengo que irme ya, Will — le dí un último sorbo a mi café y quise salir de ahí.

——Espera, ¿quieres que te lleve? Me queda de paso.

——No te preocupes, es que tengo que pasar por unas cosas para la señora Shin, antes.

Me despedí de él y salí de casa, me fui directo a esperar el bus, para colmo, ningún taxi había querido parar. Miré la hora en mi teléfono y daban las 05:40 am, solo esperaba no llegar tarde o Jungkook sería capaz de convertirme en alimento para los animales.

Casi que me ponía a correr por los pasillos de la empresa con un café express para mi Jefe, parecía que este día venía cargado para mí, era él quién quería verme ser impuntual, porque no dejaba de pedirme que le llevará algunas cosas antes de entrar. Tomé el ascensor y subí hasta el piso 10, agradecí el haber llegado a tiempo, me pare a un lado de la oficina de Jungkook y esperé a que él llegué también. Las puertas del ascensor se abrieron nuevamente y ahí lo ví, como siempre venía más guapo cada día, parecía hacerlo a propósito para tener babeando a cualquier mujer que se cruce en su camino.

—— Buenos días, Jefe. — decidí ser educada, pero él no lo fue conmigo, simplemente paso a un lado de mí y entró a su oficina.

Lo seguí y me acerqué hasta su escritorio, le dejé su café y caminé hasta mi lugar de trabajo, me puse a organizar algunos de los documentos que habían quedado de anoche.

Seguía concentrada en mi trabajo, hasta que ví su figura, estaba él delante de mí.

——¿Necesita algo, señor Jeon? Ya casi termino con estos documentos.

——Toma — me dejó unas tres carpetas sobre mi mesa. ——Cuándo termines con esos documentos, quiero que revises a detalle esas carpetas y corrijas sus errores.

——¿Algo más? — seria.

—— Sí.. organiza mi agenda y pasa la reunión con el señor Han, para pasado mañana. Ah, también quiero que llames a la mejor florería y pidas un ramo de rosas blancas. Son para mi esposa, Soyeon.

¿Y a mí qué carajos me importaba eso?

——Cómo diga, señor.

Unas tres horas habían pasado ya, me dolía el trasero de tanto estar sentada revisando esas carpetas, de vez en cuando, levantaba la mirada para encontrarme a él mirándome de vuelta, se estaba burlando de mí, lo sabía perfectamente.

——¿Cómo le fue anoche, señorita Tn? — preguntó descaradamente. ——¿Se ha divertido?

—— Me ha ido de maravilla — sonreí ladina. —— Taehyung sabe como hacer pasar bien a una mujer.

La actitud burlona que tenía hace un momento, había desaparecido por completo. Lo ví levantarse, rodeó su escritorio y caminó hasta el mío, apoyó sus grandes y fuertes manos sobre mi mesa y me miró intimidante...

—— ¿Segura que él sabe cómo hacerte pasar bien a ti? — me decía con su jodido tono de voz grave.